El empate m¨¢s triste

La muerte transforma al deporte en algo irreal, grotesco. El fallecimiento de la hija peque?a de Caneira ti?¨® de luto un partido que, a priori, siempre resulta bronco y disputado. No hubo nada, s¨®lo dolor y tristeza y, pese al esfuerzo de los jugadores, el f¨²tbol no lleg¨® a aparecer a lo largo del choque.

Tanto Osasuna como Valencia se mostraron reacios a disputar el choque, pero el ¨¢rbitro decidi¨® que el partido deber¨ªa jugarse. Con casi diez minutos de retraso, los dos equipos saltaron al terreno de juego cariacontecidos y los navarros con brazaletes improvisados para rendir su particular homenaje a Caneira. El encuentro comenz¨® muy lento. Un tr¨¢mite que hab¨ªa que cumplir de la manera m¨¢s honrosa posible.

Hubo tensi¨®n y mucho juego en el medio campo, aunque faltaron la verticalidad y los enlaces en el ¨¢rea. Aimar pas¨® el choque emboscado entre l¨ªneas, incapaz de gozar con el bal¨®n en el pie. Tampoco Xisco, que se preocup¨® m¨¢s de presionar en la medular que de aprovechar su velocidad.Con los te¨®ricos mediapuntas enfangados en sus propias carencias, Corradi tuvo que acarrear con todas las responsabilidades ofensivas demostrando lucha e inteligencia. Mientras, a Osasuna le surg¨ªan las dudas. Muy tranquilo en la zaga y en la medular, los problemas llegaban en el ataque. Los de Aguirre est¨¢n franquiciando el ataque globular, con infinitos pases por alto buscando la cabeza de Morales. Pero contra el Valencia se debe hilar m¨¢s fino.

El recuperado Ayala, despu¨¦s de siete meses de lesi¨®n, se estren¨® con la misma seriedad y rudeza que ya ha hecho marca de la casa y barri¨® por alto a los atacantes rojillos. Tras la baja de Caneira, Ranieri tuvo que tirar casi de alquimia para componer una defensa de garant¨ªas. La soluci¨®n result¨® sorprendente: Carboni, uno de los zurdos m¨¢s cerrados de la Liga y tambi¨¦n el m¨¢s veterano, con 39 a?os, acab¨® de lateral derecho.

Las ¨²nicas oportunidades proven¨ªan de tiros lejanos y desesperados que trataban de obviar el tr¨¢mite del ¨¢rea. Morales e Izquierdo fueron los encargados de probar a Ca?izares, sin llegar a inquietarle. Mientras, en el medio campo, Pablo Garc¨ªa continuaba una lucha heroica contra Albelda y Baraja, distribuyendo el juego y adelant¨¢ndose a sus rivales en casi todas las ocasiones. Cuarenta minutos despu¨¦s del pitido inicial, Moretti, de cabeza, y Corradi, en un doble remate, probaban al in¨¦dito guardameta El¨ªa.

En el minuto 66 lleg¨® la expulsi¨®n de Izquierdo por doble amarilla y Javier Aguirre decidi¨® tirar de Milosevic para intentar abrir la lata valencianista. El veterano yugoslavo lo intent¨® desde muy atr¨¢s y tambi¨¦n sin fortuna. Entre la tensi¨®n del choque, Pablo Garc¨ªa volv¨ªa a aparecer una y otra vez para ofrecerse, tocar y seguir aumentando la posesi¨®n rojilla. Ranieri se carg¨® a Xisco, Aimar y Rufete, que hab¨ªan aportado muy poco al encuentro, y trat¨® de aprovecharse de la superioridad num¨¦rica con la entrada de Mista y Fiore para acompa?ar a Corradi. La soluci¨®n lleg¨® tard¨ªa, aunque a punto estuvo de ofrecer buen resultado.