Viena bifronte

Adem¨¢s de un estupendo director de orquesta, Josep Pons es un magn¨ªfico programador. Y la actual temporada de la ONE lo demuestra con creces girando sobre el eje tem¨¢tico dedicado a la Viena de 1900. La versi¨®n de la obertura de El murci¨¦lago ya nos puso en la pista de que la fiesta ten¨ªa su aqu¨¦l. Es una opereta cargada por el diablo y Pons lo puso de manifiesto con una traducci¨®n menos complaciente que cuidadosa con el texto, no en vano sab¨ªa lo que vendr¨ªa despu¨¦s, las Siete canciones de juventud de Alban Berg, un mundo diferente, el paso ya seguro hacia un universo en el que las formas tend¨ªan a diluirse, en el que la m¨²sica se pon¨ªa en sinton¨ªa con la historia. Luego, la selecci¨®n de canciones de Des Knaben Wunderhorn de Mahler nos met¨ªa de lleno en la lectura retrospectiva de las guerras de anta?o, en la perplejidad ante la muerte, en su espera atenta y, en ocasiones, ingenua. Para cerrar, una selecci¨®n de La viuda alegre, es decir, del enga?o absoluto, de la enso?aci¨®n artificiosa, y por eso tan vienesa igualmente.

De todo ello se escucharon excelentes lecturas por parte de la ONE, destacando el cuidado con el que se acompa?¨® a los cantantes. Los dos solistas mostraron las cualidades propias y las de la joven generaci¨®n a que pertenecen. La soprano Ana Ibarra estuvo sensacional de estilo en Berg y, a pesar de una indisposici¨®n que no se anunci¨®, la voz corri¨® con seguridad y aplomo y super¨® con nota alta la 'Canci¨®n de Vilja' de La viuda alegre. Markus Eiche es un bar¨ªtono a veces muy l¨ªrico, que posee un bello instrumento y que, sobre todo, interpreta con enorme eficacia. Entre todos firmaron un excelente concierto.