Nuestro hombre
La Comunidad Valenciana tiene un nombre muy administrativo. Parece la versi¨®n auton¨®mica del "Estado Espa?ol", aquel invento de Franco que tanto ¨¦xito ha alcanzado entre el nacionalismo identitario. "Comunidad Valenciana" es un t¨¦rmino con sabor a seud¨®nimo, a suplencia, a modesto recurso ret¨®rico. Es como si la ciudad de Elx se llamara "Municipio Ilicitano" y no como predica su breve y esbelto nombre.
Todos sabemos por qu¨¦ nos llamamos as¨ª; por qu¨¦ tenemos un nombre-armisticio. Fue el inc¨®modo pacto que puso fin a una larga antagon¨ªa entre un nombre muy prestigioso, pero evocador de una realidad ya inexistente -"el Reino de Valencia"-, y el t¨¦rmino "Pa¨ªs Valenci¨¤"; apuesta nueva y ensay¨ªstica que result¨® inaceptable para la mayor¨ªa de los valencianos, que lo ve¨ªan muy artificial y, lo que era peor, sesgado hacia una visi¨®n geopol¨ªtica tan respetable como minoritaria. Mas no por ello el nombre acordado y vigente deja de ser bien anodino, y por eso se entiende que desde algunos foros se proponga otra denominaci¨®n, m¨¢s sustantiva y propia, y por ah¨ª sale, entre otras opciones, el nombre de Comunidad de Valencia, alternativa que no empobrece nuestras se?as. Comunidad de Valencia parece m¨¢s adecuado que Comunidad Valenciana, m¨¢s veraz e implicador, y s¨®lo desde la inquina o la ignorancia se identificar¨ªa el nombre de la comunidad con el de su cap i casal, pues siempre se llam¨® Valencia (como reino) el territorio de las tres provincias; y tambi¨¦n se llam¨® ese territorio Valencia cuando el reino se extingui¨®, despu¨¦s de casi medio milenio de existencia, algo que resulta prodigioso (y m¨¢s prodigioso a¨²n que Valencia no sea "nacionalidad hist¨®rica" con esas credenciales).
Sucede, empero, que la mayor¨ªa de los pol¨ªticos est¨¢ en contra de cambiar el nombre. Prefieren olvidar que as¨ª como "Comunidad de Valencia" suena a territorio y a vivir en un pa¨ªs (Valenci¨¤), "Comunidad Valenciana" tiene marchamo de burocracia. De min¨²sculas. Como si vivi¨¦ramos (que no), en una oficina gigantesca; o tal vez en una tediosa finca de titularidad auton¨®mica.
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