Cuerpos en acci¨®n
Uno de los usos m¨¢s naturales de la fotograf¨ªa podr¨ªa ser el que concierne a la representaci¨®n del cuerpo humano. Por otro lado, la imagen del cuerpo -desnudo- se presta al realce de las cualidades t¨¢ctiles, escult¨®ricas, de la figura. Ariane L¨®pez-Huici (nacida en Biarritz en 1945, de padre vasco-chileno y madre francesa) as¨ª parece haberlo entendido en alg¨²n momento. Entre las fotograf¨ªas que componen esta exposici¨®n, articuladas en series sobre unos pocos modelos, destacan las dedicadas desde 1996 a la obesa Aviva (una mujer de "cuerpo imperial") y al no menos corpulento Holly, o, a partir de 2001, a la bailarina musulmana Dalila. Lo que en ellas se ve son cuerpos desnudos en acci¨®n, cuerpos jugando, movi¨¦ndose, toc¨¢ndose, insinuando, retorci¨¦ndose, danzando, todos ellos muy sobrados de carnes, pero gloriosos dentro de su infalible imperfecci¨®n, aparentemente satisfechos consigo mismos y, sobre todo, llenos de una incuestionable y espont¨¢nea dignidad. Para hacer estas fotos -y esto es importante para interpretarlas-, la autora ha debido ganarse la confianza de sus modelos. Ella misma insiste en que no hay aqu¨ª nada de "violaci¨®n de su intimidad". Ni siquiera en series como Solo absolu, sobre un hombre masturb¨¢ndose, o en otras con parejas haciendo el amor (o jugando). La elaboraci¨®n de sus im¨¢genes es tan larga como lo exija el proceso de intimar con el modelo hasta lograr su consentimiento y su complicidad, mientras que su concreci¨®n final resulta sencilla, directa y en blanco y negro. El fil¨®sofo Arthur C. Danto ha visto alguna de estas im¨¢genes (las de Aviva, en concreto) como "una lecci¨®n de filosof¨ªa sobre la naturaleza de la encarnaci¨®n" (una lecci¨®n, por cierto, en la que ser¨ªan reunidos de nuevo el "yo" y el cuerpo, separados por Descartes). Parece ser que Danto ve filosof¨ªa por todas partes, incluso donde simplemente se nos muestran unos cuerpos plenamente individualizados, aunque llenos de humanidad en todos los sentidos. Pero aqu¨ª el problema no es el de la "encarnaci¨®n" del "yo", sino m¨¢s bien el de la reconciliaci¨®n con la propia carne, que la fot¨®grafa celebra porque s¨ª, y tambi¨¦n porque es una buena idea.
ARIANE L?PEZ-HUICI
IVAM
Guillem de Castro, 118
Valencia
Hasta el 30 de enero
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