"S¨®lo miran bien los ni?os"
Marc Riboud visit¨® la pasada semana Valencia con motivo de la exposici¨®n Alguien nos mira. La colecci¨®n fotogr¨¢fica de la Fnac, que se exhibe en el Museu Valenci¨¤ de la Il.lustraci¨® i la Modernitat (Muvim) hasta el 5 de abril. La muestra re¨²ne im¨¢genes suyas y de otros hist¨®ricos de la fotograf¨ªa como sus amigos Cartier-Bresson o Robert Capa. Tras elegir la ¨²nica mesa sobre la que reca¨ªa un espl¨¦ndido sol de invierno y mientras ped¨ªa varias tazas de t¨¦, Riboud habl¨® de su pasi¨®n y de un mundo que ¨¦l ha visto cambiar a trav¨¦s del objetivo de su c¨¢mara, sin abandonar en ning¨²n momento su Leica ni un agudo sentido del humor.
Pregunta. ?Qu¨¦ recuerdos guarda de su maestro Cartier-Bresson, fallecido el pasado verano?
Respuesta. O no le cuento nada o si empiezo podemos estar aqu¨ª.... Bueno, podr¨ªa decirle que nunca me habl¨® de fotograf¨ªa. Habl¨¢bamos de pol¨ªtica, de literatura, de pintura. Me tomaba el pelo siempre. Era un poco tirano, y est¨¢ bien tener a un tirano un tiempo. Me dec¨ªa: "Tienes que leer a Proust; amar a Bonnard; inscribirte en el Partido Comunista... Hay que hacer, hay que hacer, hay que hacer...". ?l quer¨ªa ser amigo de todos. Aprend¨ª todo de ¨¦l: c¨®mo viajar, c¨®mo hablar con las mujeres, c¨®mo vivir. Me ense?¨® que en la fotograf¨ªa no era el sujeto lo que contaba; era hacer una imagen que tuviera una construcci¨®n, una composici¨®n. He entendido poco a poco lo que ¨¦l ten¨ªa de m¨¢s, al margen de esta lecci¨®n, pero que no quer¨ªa o no sab¨ªa transmitir. Era un manojo de nervios que explotaba. Cuando hac¨ªa una foto quer¨ªa un instante de un instante. Eso no se aprende. O lo tienes o no lo tienes. ?l dec¨ªa que eres visual o no lo eres.
P. ?Es m¨¢s f¨¢cil ser visual ahora en la llamada cultura de la imagen?
R. Ahora es m¨¢s dif¨ªcil aprender porque todo lo que vemos es una mezcla de todo o de nada. Hoy con un buen marketing, una buena jefa de prensa y una bella azafata en la entrada puedes tener ¨¦xito de p¨²blico en una exposici¨®n. Mir¨® dijo que es cuando no hay gente cuando ves grandes cosas. Ahora, hay im¨¢genes por todas partes, pero pasa como cuando comemos demasiado, que tenemos una indigesti¨®n, sobre todo cuando es algo sin importancia, sin sustancia. S¨®lo miran bien los ni?os: son inocentes y miran excitados, con atenci¨®n, no son intelectuales.
P. Viajar fue tambi¨¦n su escuela y de toda una generaci¨®n...
R. Pero tambi¨¦n puedes viajar en tu propia habitaci¨®n, en tu calle, en tu ventana. Hoy voy a Estambul, Pek¨ªn o Tokio, bajo del avi¨®n y me pregunt¨® d¨®nde estoy, porque todo es igual. Pero me gustaba mucho viajar. Mi primer viaje fue a Asia. Era otro mundo, otra cultura. Hoy Oriente ya no es Oriente sino Extremo Occidente.
P. ?Se considera un fotoperiodista, un artista fotogr¨¢fico...?
R.
Soy un fot¨®grafo. Y he podido viajar mucho. Me da un placer magn¨ªfico mirar el mundo. Es verdad que hoy la televisi¨®n ha sustituido a la foto para ense?ar el mundo. Por otro lado, creo que las modas, las tendencias, los cambios son necesarios. La vida ser¨ªa triste porque no se mover¨ªa. La Uni¨®n Sovi¨¦tica no cambi¨® durante 50 a?os: ni de moda, ni de arquitectura.... era de una tristeza infinita. Hablo desde un punto de vista visual. Ahora estoy muy influenciado por los j¨®venes fot¨®grafos. Hay una nueva forma de ver. Para m¨ª la fotograf¨ªa de entrada es una sorpresa y hay que estar abierto a la sorpresa. Ahora un peri¨®dico env¨ªa a un fot¨®grafo a ?frica y le dice lo que tiene que fotografiar, pero el fot¨®grafo debe ver que todo es diferente.
P. ?Y c¨®mo ve el cambio producido en China, que ha visitado desde los a?os cincuenta hasta ahora?
R. Es como la diferencia entre la Edad Media y la actualidad. Pero los chinos siguen un poco iguales. Se han puesto con la misma energ¨ªa que ten¨ªan como guardias rojos a ganar dinero. En los a?os 50 eran todos como corderos detr¨¢s de Mao y hoy siguen como corderos detr¨¢s del dinero. La cultura no es nada. Walker Evans dec¨ªa de la fotograf¨ªa que el ojo est¨¢ hecho para ver y no para pensar. Hoy todos los periodistas que hablan de fotograf¨ªa dan explicaciones intelectuales para demostrar que saben pensar pero algunas veces no saben ver.
P. ?Cu¨¢ndo siente mayor emoci¨®n fotografiando a l¨ªderes mundiales o a un ni?o de las calles de Estambul, por ejemplo, como muestra una las im¨¢genes que se exhiben en la exposici¨®n?
R. Soy un poco como un ni?o. Cuando en el laboratorio veo la foto c¨®mo sale del papel me llena de felicidad. Con Mao cen¨¦... junto con otras 600 personas. Con Ho Chi Minh tomamos t¨¦ y estuvimos solos dos horas. ?l habl¨® de Par¨ªs, que le encantaba, de Maurice Chevalier, del champ¨¢n. Antes me hab¨ªa dicho que no habl¨¢ramos de pol¨ªtica, aunque luego s¨ª que lo hicimos. Sabe, ¨¦l hab¨ªa sido fot¨®grafo. Occidente no ten¨ªa ninguna noticia y cre¨ªa que Ho Chi Minh estaba muerto. Yo regres¨¦ con las fotos demostrando que estaba vivo. Cuando me retir¨¦ un poco para hacerle algunas fotos en el antiguo palacio del gobernador franc¨¦s, cog¨ª un teleobjetivo para hacer un plano. Ho Chi Minh no hab¨ªa visto uno en su vida y me pregunt¨® sobre ¨¦l porque se pensaba que era una grabadora. Estaba prohibido grabar las conversaci¨®n. Entonces ¨¦l hizo el gesto del objetivo con las manos y as¨ª qued¨® reflejado en la foto. La revista Look las public¨® en portada y con 12 p¨¢ginas en el interior con el titular What's behind Ho? Normalmente se daba la portada a una gran actriz y en ese caso estaba previsto Faye Dunaway. Creo que no me lo ha perdonado jam¨¢s. Por cierto, que el primer ministro de Vietnam me dijo que mi foto de la chica d¨¢ndole una flor a unos soldados le hab¨ªa hecho llorar y que por eso me hab¨ªa dado el visado para poder entrar en su pa¨ªs.
P. ?Pero de qu¨¦ depende una buena foto?
R. No importa que est¨¦s en Valencia, Estambul o Pek¨ªn. No siempre est¨¢s en estado de gracia. Depende de que no tengas dolor de est¨®mago, de pies. Siempre digo que para un fot¨®grafo, el material m¨¢s importante, m¨¢s que la c¨¢mara, es el suelo. Porque hace falta caminar mucho, moverse, no hacer demasiado ruido, por eso llevo suelo de goma [levanta el pie y ense?a un zapato]. Cuando consigues sentirte bien, se puede ver mejor, no s¨®lo a Ho Chi Minh, a Mao o a cualquier otro, sino a la l¨ªnea de sombra que tiene detr¨¢s, a ese punto de luz. Es la imagen la que te toma a ti, no al rev¨¦s. Es un estado de gracia. Es como un m¨²sico que canta.
P. ?C¨®mo...?
P. Fotografiar un rostro bello, un paisaje, un buen rayo de sol, es un poco como escuchar m¨²sica o leer poes¨ªa. La poes¨ªa es quiz¨¢ lo m¨¢s cercano al instante fotogr¨¢fico. A veces son tres palabras, una rima, una imagen... y una emoci¨®n que se transmite. Hay un joven poeta que escribi¨® un verso muy cercano a la fotograf¨ªa: El tiempo es la V¨ªa L¨¢ctea de los instantes. Este joven poeta es William Shakespeare y en su tiempo la V¨ªa L¨¢ctea representaba el infinito, los millones y millones de instantes. La t¨¦cnica no ha mejorado la calidad de las im¨¢genes. Hay millones y millones de posibilidades con una c¨¢mara. Lo m¨¢s importante que aprend¨ª de Cartier-Bresson es el sentido de la econom¨ªa. La foto del trabajador de la Torre Eiffel, que parece que est¨¢ bailando, la hice s¨®lo con un trozo que me quedaba de pel¨ªcula. Hoy en d¨ªa hay demasiado de todo.
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