Llop crea un mundo inquietante y decadente en 'El mensajero de Argel'
Supervivencia, memoria y olvido son elementos con los que ha jugado Jos¨¦ Carlos Llop (Palma de Mallorca, 1956) para crear El mensajero de Argel (Destino), un relato inundado de peculiares personajes que pasean por un mundo inquietante y un universo en decadencia. "Es la historia de una familia, arropada por la m¨²sica de toda una ¨¦poca, es tambi¨¦n la desaparici¨®n de un mundo o de varios mundos, el de las ideolog¨ªas, el de los ideales, o el de la belleza", puntualiza el escritor.
Llop ahonda en esta novela en los misterios del pasado, en las incertidumbres del presente y en las secretas pasiones que acompa?an a todas las ¨¦pocas. El escritor dice que El mensajero de Argel es "un viaje por el pasado y el olvido para el que he creado una atm¨®sfera apocal¨ªptica y he construido personajes rotos. He tratado de crear una atm¨®sfera similar a la del Blade Runer".
El protagonista de la novela, Carlos Orfila Klein, sobrevive gracias a un programa de radio que no escucha nadie. En una de las entrevistas que mantiene con uno de sus oyentes recibe pistas sobre su pasado y seg¨²n los datos que le facilitan recompone la historia de una familia que vive en un mundo inquietante cercado por acciones terroristas y control policial. "Es una ruta por el mal, en el sentido b¨ªblico de que el mal es el conocimiento. No he tenido que hacer un esfuerzo de imaginaci¨®n exagerado ni ejercer de visionario para describir un mundo muy diferente al que nos ha tocado vivir", asegura el escritor.
Fracaso de un mundo
En el relato creado por Llop aborda a lo largo de 206 p¨¢ginas la Segunda Guerra Mundial, el fracaso de las comunas hippies y al mismo tiempo tratar el momento actual, en el que tambi¨¦n se vive el fracaso. "Me ha interesado que en la novela estuvieran reflejados ese estiramiento e ingravidez".
En El mensajero de Argel hay un fondo musical inspirado en las canciones que acompa?aron al escritor en su juventud y de referencias literarias que a ¨¦l le han influido de alguna manera. "El personaje que he creado es hijo de la generaci¨®n que yo descubr¨ª en la calle en los primeros a?os de los setenta, eran gentes que hab¨ªan cre¨ªdo en la existencia de un mundo diferente, que vivieron en comunas y que vieron como sus sue?os fracasaron, pero no est¨¢ escrito desde la nostalgia. No hay nostalgia en la novela, al contrario, es un una historia dura, ¨¢spera, en la que no hay lugar para la tristeza ni para la compasi¨®n o la autocompasi¨®n".
Jos¨¦ Carlos Llop habla de su faceta como escritor y explica que se considera al margen de la novela espa?ola contempor¨¢nea. "Simpatiz¨® con algunos de los autores que forman parte de ella, pero no me siento muy identificado. Soy insular y eso marca porque he convivido con diferentes culturas literarias. Me siento m¨¢s un escritor austro-h¨²ngaro".
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