La hora de Porto Alegre

De nuevo el mundo visita Porto Alegre. Como aquel enero de 2001 cuando se inaugur¨® el primer Foro Social Mundial, hoy miles de personas, en su mayor¨ªa j¨®venes, de todo el mundo, se re¨²nen en la ciudad brasile?a durante una semana bajo el lema de "Otro mundo es posible". Se trataba hace cuatro a?os y se trata ahora de contrarrestar la reuni¨®n del Foro Econ¨®mico Mundial, el c¨®nclave de los hombres m¨¢s poderosos del mundo que se viene celebrando en la ciudad suiza de Davos desde 1971. El entonces l¨ªder de la oposici¨®n en Brasil, el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz In¨¢cio Lula da Silva, declar¨®: "En Suiza los ricos se re¨²nen para discutir en cu¨¢nto tiempo van a ganar el pr¨®ximo bill¨®n de d¨®lares. Aqu¨ª, en Porto Alegre, el pueblo se re¨²ne para saber cu¨¢ndo se van a empezar a repartir las alubias".

Las frases que se escuchaban en los cientos de conferencias que se celebraban cada a?o en esta ciudad brasile?a de 1,3 millones de habitantes empezaron a expandirse por todo el mundo.

El primer a?o se dieron cita 20.000 participantes, acudieron 4.700 delegados de 117 pa¨ªses y 1.870 periodistas que no siempre lograban explicar en qu¨¦ consist¨ªa eso del Foro Social Mundial. Al siguiente a?o, los participantes fueron 50.000, los delegados, 12.274, y los periodistas, 3.356. En 2003, los medios cada vez enviaban m¨¢s reporteros a Porto Alegre que a Davos. Acudieron 100.000 participantes. Las organizaciones del Foro, que huyen de cualquier atisbo de jerarqu¨ªa, lograron convocar el 15 de febrero de 2003 una manifestaci¨®n con m¨¢s de diez millones de participantes en los cinco continentes. El a?o pasado, el Foro se desplaz¨® a India. Mientras tanto, surgieron miles de Foros en las ciudades de todo el mundo bajo la idea de que otro mundo es posible. Los dirigentes del PT dec¨ªan que Lula iba a contagiar a toda Latinoam¨¦rica. Y este a?o, con m¨¢s visitantes, m¨¢s periodistas, m¨¢s actos que nunca, el Foro vuelve a Porto Alegre. No hay hoteles suficientes en la ciudad.

Pero las cosas han cambiado mucho desde 2001. Lula fue elegido hace dos a?os presidente de un pa¨ªs de 170 millones de personas, de las cuales, seg¨²n el propio Lula, hay 50 millones que pasan hambre. Brasil. S¨®lo un mes despu¨¦s de su victoria, Lula visit¨® el Foro y al d¨ªa siguiente acudi¨® a Davos, donde los ricos. El PT dec¨ªa que Lula iba a tender puentes entre Porto Alegre y Davos. Pero no todo el mundo lo interpret¨® as¨ª. Una activista estamp¨® una tarta en la cara de Jos¨¦ Genoino, presidente del PT.

Y el jueves, Lula comparecer¨¢ en el estadio Gigantiho de Porto Alegre ante 15.000 miembros del Foro. Y despu¨¦s... viajar¨¢ a Davos. El PT se est¨¢ preparando a la defensiva. Teme los abucheos. Sabe que ¨¦sa ser¨ªa la imagen del Foro este a?o, Lula abucheado, vejado como un traidor de los parias.

"Estamos movilizando a nuestra base para que se haga presente. El presidente ser¨¢ bien acogido aqu¨ª. ?Qui¨¦n quiere abuchear al presidente? La ultraizquierda. Nuestra militancia estar¨¢ para aplaudir", se?ala Paulo Ferreira, secretario de Relaciones Internacionales del PT.

El propio presidente nacional del partido, Genoino, el que recibi¨® el tartazo, ha dicho: "Tenemos que informar y respetar las diferencias de naturaleza pol¨ªtica. Tenemos que participar como partido de Gobierno. Pero no tenemos que pedir disculpas por lo que estamos haciendo. Aceptamos las divergencias, pero no que nos lancen tartas a la cara".

Y no s¨®lo no aceptan eso, sino que adem¨¢s exigen. En octubre del a?o pasado el mism¨ªsimo Lula dijo que el Foro necesita elegir uno o dos temas banderas y luchar por ellos. "Si no, el Foro se transforma en una feria de productos ideol¨®gicos donde cada uno vende y compra lo que quiere sin llevarse de aqu¨ª un compromiso para despu¨¦s exigir a los gobernantes".

Puso el dedo en la llaga. Esa corriente de opini¨®n cada vez est¨¢ m¨¢s extendida entre los intelectuales del Foro.

"Ahora", explica un asistente al Foro, "este movimiento puede dar un salto cualitativo. Ya sabemos que somos muy plurales y que podemos reunirnos todos los a?os. Pero ahora podemos decir: 'Vamos a por esto'. Y esto puede ser la cancelaci¨®n de la deuda de los pa¨ªses pobres o cualquier otro objetivo. Claro que lo malo de mantener una estrategia es que puede haber gente que se descuelgue, pero no hay que tener miedo al compromiso".

Los miles de periodistas que vienen no suelen hablar de movimiento "antiglobalizaci¨®n" porque los miembros del foro no se oponen a la globalizaci¨®n en s¨ª misma, sino que hablan de "otra" globalizaci¨®n posible, no dominada por los intereses econ¨®micos de los pa¨ªses m¨¢s ricos. Ya el Foro ha avanzado mucho en presencia y en organizaci¨®n. Ahora, queda el gran salto. Buscando entre las 2.000 actividades, entre los discursos de Lula o del argentino premio Nobel de la Paz, Adolfo P¨¦rez Esquivel, en el del presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, o entre las decenas de intelectuales procedentes de todo el mundo, el Foro Social Mundial tratar¨¢ de reinventarse a s¨ª mismo.