El sue?o del arquitecto
El terremoto de Lisboa produjo la Baixa pombalina y el declive jesuita. Cuando se sequen las l¨¢grimas y las calles, las costas devastadas por el maremoto de Aceh se reconstruir¨¢n con caba?as vern¨¢culas para surfistas tatuados y aldeas tem¨¢ticas para turistas sexuales, pero no es f¨¢cil que la cat¨¢strofe del ?ndico lleve al poder a los insurgentes islamistas de Indonesia o a los terroristas tamiles de Sri Lanka. La sociedad hedonista metaboliza la fractura como parte del desorden de los tiempos, y la arquitectura de emergencia se integra en el ecosistema del desastre como una breve pausa entre dos etapas de la colonizaci¨®n comercial del territorio de consumo. Ante las im¨¢genes del tsunami, Peter Eisenman evoca los escenarios del Houellebecq de Plataforma, y es posible que Rem Koolhaas se haya sentido arrastrado a los paisajes de su infancia en el sureste asi¨¢tico; pero los dos sospechan que aquellos para¨ªsos artificiales se recompondr¨¢n con el populismo figurativo canonizado en Las Vegas por Robert Venturi y Denise Scott Brown, y no con las formas convulsas del uno o los vol¨²menes quebrados del otro. La arquitectura intenta entender su tiempo para intervenir en ¨¦l, sea expresando sus rupturas, sea procurando su reparaci¨®n: tal es el papel de la teor¨ªa que -cr¨ªtica o narc¨®tica, expl¨ªcita u oculta- gu¨ªa el l¨¢piz de los arquitectos.
No sabemos bien si queremos que la arquitectura nos explique o nos consuele, nos represente o nos cure
Los tres mencionados resultan de especial actualidad editorial (Yale acaba de publicar una selecci¨®n de los escritos de Eisenman entre 1963 y 1988; Gustavo Gili ha editado la traducci¨®n espa?ola de una obra m¨ªtica de Koolhaas, el Delirious New York de 1978; y Harvard ofrece el ¨²ltimo libro de Venturi y Scott Brown, basado en las conferencias impartidas all¨ª por la pareja en 2003), y son adem¨¢s -junto con el desaparecido Aldo Rossi- los seleccionados por Rafael Moneo para ilustrar la inquietud te¨®rica en la arquitectura contempor¨¢nea, dentro de un volumen reci¨¦n impreso que tiene origen en sus lecciones de Harvard durante los cursos 1992-1993 y 1993-1994. El esperado libro de Moneo -editado por Actar usando la transcripci¨®n de la versi¨®n espa?ola de las clases, dictada en el madrile?o C¨ªrculo de Bellas Artes en 1995- se ocupa tambi¨¦n de la estrategia proyectual en la obra de otros cuatro arquitectos elegidos por lo que su trabajo tiene de investigaci¨®n formal y art¨ªstica (Herzog y De Meuron, Frank Gehry, ?lvaro Siza y el ya fallecido James Stirling), de manera que el conjunto de lecciones suministra una eficaz introducci¨®n pedag¨®gica al panorama de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Felizmente libre de toda jerga, siempre inteligente en la interpretaci¨®n de la obra de sus colegas, y ocasionalmente abrasivo en las censuras impecablemente razonadas, el libro muestra la maestr¨ªa de Moneo como profesor y como cr¨ªtico. M¨¢s sugerentes que sus propios escritos de historia y teor¨ªa -parcialmente recopilados en italiano por Daniele Vitale-, las ocho conferencias son un modelo de curiosidad disciplinar y generosidad intelectual: no son muchos los creadores que han dedicado tanta atenci¨®n y esfuerzo anal¨ªtico a la obra de sus contempor¨¢neos. Por encima de discrepancias anecd¨®ticas -no es f¨¢cil, por ejemplo, entender la ¨²ltima obra de Stirling como indicio de un cambio de rumbo, ignorando el papel jugado en su dise?o por Walter N?geli-, este retrato coral de un insider merece el ¨¦xito de Vasari, y acaso tambi¨¦n su larga vida editorial.
Menos f¨¢cil de lectura, Eisenman Inside Out resume los primeros 25 a?os de producci¨®n te¨®rica del arquitecto neoyorquino con 19 textos unidos por el hilo conductor de la preocupaci¨®n formal y el empe?o en formular lo que llama "un discurso sobre la interioridad de la arquitectura", expresi¨®n esencialista que aproximadamente remite a las estructuras profundas que condicionan la composici¨®n de los edificios y, en ¨²ltimo extremo, su apariencia exterior. Pr¨®digo en referencias a los maestros del Renacimiento italiano -Alberti, Palladio, Scamozzi- con los que familiariz¨® a Eisenman su profesor Colin Rowe, el libro recoge art¨ªculos dedicados a las figuras hist¨®ricas del Movimiento Moderno -Mies van der Rohe, Le Corbusier o Terragni- pero sobre todo se ocupa de los coet¨¢neos del autor: Alison y Peter Smithson, James Stirling, Philip Johnson, Michael Graves, Aldo Rossi y John Hejduk son objeto de textos espec¨ªficos, Robert Venturi se cita a menudo como contrapunto, y tanto Rem Koolhaas como Frank Gehry se mencionan para subrayar sus diferencias con el m¨¦todo anal¨ªtico aqu¨ª propuesto. Exquisitamente editado y meticulosamente ilustrado, el volumen es la mejor introducci¨®n al pensamiento de quien con m¨¢s tenacidad ha procurado la subversi¨®n sint¨¢ctica de la arquitectura contempor¨¢nea, y de cuya persistente influencia da testimonio el reciente discurso de ingreso de Moneo en la Academia de Bellas Artes -Sobre el concepto de arbitrariedad en arquitectura-, un texto que transita desde los griegos hasta Gehry y donde Eisenman se comenta con mayor extensi¨®n que ning¨²n otro arquitecto antiguo o moderno.
Rem Koolhaas escribi¨® Delirious New York mientras resid¨ªa en la ciudad como miembro del Institute for Architecture and Urban Studies (IAUS), un efervescente foco de renovaci¨®n te¨®rica promovido por Eisenman, y aquel manifiesto retroactivo para Manhattan como paradigma de la congesti¨®n metropolitana alcanz¨® fama inmediata, pese a lo cual su versi¨®n espa?ola se ha hecho esperar m¨¢s de 25 a?os. Nos llega ahora de la mano experta de Jorge Sainz, y es imprescindible recomendar su lectura a todos los que no conocen una obra que, seg¨²n Moneo, "se ha convertido en clave para el entendimiento de lo que ha sido la arquitectura de este ¨²ltimo cuarto de siglo", por m¨¢s que su autor sea "un intelectual perteneciente a la ¨¦lite que ha perdido el contacto con las masas", como inesperadamente lo describe el maestro navarro. Incandescente en su texto vertiginoso y fragmentado, e hipn¨®tico en la secuencia fascinante de las im¨¢genes hist¨®ricas, el amour fou de Koolhaas por Manhattan es tambi¨¦n una l¨²cida reflexi¨®n sobre el futuro del urbanismo y la ciudad, que parte de la aceptaci¨®n de la econom¨ªa y la t¨¦cnica como fuerzas motrices de un proceso de modernizaci¨®n que tiene a la metr¨®polis por escenario y modelo.
Aquella invitaci¨®n a aprender
de Manhattan era, a su manera, una r¨¦plica al Learning from Las Vegas que Robert Venturi y Denise Scott Brown (con Steven Izenour) publicaron en 1972, y a su defensa pop del simbolismo comercial y la iconograf¨ªa suburbana. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, el matrimonio de arquitectos regresa con otro libro-manifiesto, Architecture as Signs and Systems, en la misma l¨ªnea propositiva de las dos obras firmadas s¨®lo por Venturi: el muy influyente Complexity and Contradiction, su gentle manifesto de 1966, y el menos le¨ªdo Iconography and Electronics upon a Generic Architecture de 1996, una recopilaci¨®n de escritos que abarcaba desde su tesis de 1950 hasta el not so gentle manifesto de 1994. En la colecci¨®n de textos que forma su ¨²ltimo libro, Venturi y Scott Brown abogan por una arquitectura manierista como la ¨²nica adecuada para una sociedad multicultural, y defienden el pluralismo y el pragmatismo frente al minimalismo est¨¦tico y la pureza ideol¨®gica de la modernidad tard¨ªa. Generosamente ilustrada, y laboriosamente orquestada entre los dos autores -los textos de Venturi invitan a entender la arquitectura como signo, mientras los de Scott Brown instan a aprender del urbanismo para interpretar la arquitectura como sistema, y de ah¨ª la dualidad del t¨ªtulo-, la obra se presenta como la reflexi¨®n de "una pareja de solitarios" sin seguidores ni escuela, pero tanto el chisporroteo narcisista de autocitas como la mezquindad de las referencias a sus contempor¨¢neos refleja el soberbio aislamiento que sigui¨® a su p¨¦rdida de popularidad durante los a?os ochenta, y que no ha alterado la templada recuperaci¨®n de la estima en los inicios del siglo.
Todas estas inquietudes te¨®ricas, ?sirven de algo cuando la tierra tiembla? No sabemos bien si queremos que la arquitectura nos explique o nos consuele, nos represente o nos cure. Ya no est¨¢ Susan Sontag para ilustrarnos sobre el maremoto y sus met¨¢foras, pero los arquitectos amantes de volcanes har¨ªan bien en recordar que, exactamente un a?o antes del tsunami de San Esteban, el 26 de diciembre de 2003 un sismo de doce segundos devast¨® la ciudadela de Bam, frente al Desierto de los T¨¢rtaros; tambi¨¦n produjo 37.000 muertos iran¨ªes, pero la novela de Dino Buzzati y la pel¨ªcula de Valerio Zurlini hab¨ªan enmarcado de tal manera nuestra mirada que s¨®lo entornamos los ojos por la arquitectura de adobe. Venturi propuso su propia versi¨®n de El sue?o del arquitecto. Conviene saber cu¨¢l es la nuestra.
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