La hora de los parques cient¨ªficos

"De momento est¨¢n las intenciones. Y eso est¨¢ bien. Cuando llegue el momento de plasmarlo en los presupuestos, veremos si esa vocaci¨®n es fuerte o es peque?a". La advertencia es del rector de la Universidad Jaume I de Castell¨®n, Francisco Toledo. Se refiere a los gestos de la Consejer¨ªa de Empresa, Universidad y Ciencia, y del propio Gobierno respecto a la construcci¨®n de los parques cient¨ªficos. Y refleja la misma expectaci¨®n y el mismo escepticismo que pueden escucharse en el resto de universidades valencianas.

Las coincidencias se extienden a otros dos elementos: Los parques cient¨ªficos son necesarios, y su construcci¨®n debe empezar ya.

?Qu¨¦ pueden ofrecer estos espacios? "Los parques cient¨ªficos surgen por la necesidad de que la sociedad se beneficie de la investigaci¨®n acad¨¦mica. ?C¨®mo? Transfiri¨¦ndole esos conocimientos a trav¨¦s del mundo empresarial o de los organismos p¨²blicos", dice Manuel Costa, vicerrector de Pol¨ªtica Cient¨ªfica de la Universitat de Val¨¨ncia.

Y a?ade: "No son espacios donde los investigadores trabajen encerrados. Son espacios donde adem¨¢s est¨¢n las empresas, y los organismos oficiales interesados, que trabajan ¨ªntimamente unidos con los investigadores. Y donde los propios investigadores que quieran explotar una patente explotada se instalen. Con la idea de que cuando el proyecto se desarrolle abandonen el parque y se establezcan por s¨ª mismos. Lo que se llama una incubadora de empresas".

Estancamiento industrial

Y m¨¢s: "Los parques cient¨ªficos son dinamizadores de la empresa. Porque aportan innovaci¨®n. El tejido industrial tradicional valenciano llega a estancarse porque no le llega la innovaci¨®n. El parque pone a las empresas en contacto con un campo que va de los nuevos materiales a la biotecnolog¨ªa m¨¢s avanzada", afirma Costa.

La ronda de entrevistas que la consejer¨ªa ha mantenido sobre el asunto con los rectores en las ¨²ltimas semanas, y las declaraciones de miembros del Gobierno, como el secretario de Estado de Universidades, Salvador Ord¨®?ez -ex rector de la Universidad de Alicante-, subrayando la importancia de integrar a las empresas en el sistema espa?ol de ciencia y tecnolog¨ªa parecen dibujar un escenario propicio para abordar la construcci¨®n de los parques cient¨ªficos, materia que acumula un notable retraso en la Comunidad Valenciana.

Mientras otras comunidades -Catalu?a, Andaluc¨ªa, Madrid, el Pa¨ªs Vasco, incluso Galicia- llevan a?os profundizando en este camino de I+D+i (Investigaci¨®n m¨¢s Desarrollo, m¨¢s innovaci¨®n), en suelo valenciano, s¨®lo la Universidad Polit¨¦cnica tiene un proyecto avanzado. Es la Ciudad Polit¨¦cnica de la Innovaci¨®n, iniciada en 2001 bajo el mandato del ex rector y hoy consejero de Universidad, Empresa y Ciencia, Justo Nieto.

"Nuestro futuro como pa¨ªs pasa por apostar por empresas de fuerte base tecnol¨®gica. Las empresas b¨¢sicamente manufactureras tienen muchos problemas para sobrevivir", opina Francisco Toledo. "Si vemos el tejido empresarial valenciano, la innovaci¨®n en los ¨²ltimos a?os ha sido pr¨¢cticamente nula. Nunca se ha apostado por la investigaci¨®n".

"Ahora parece haber una sensibilidad positiva por parte del Gobierno valenciano, y eso es fundamental para las universidades y para el tejido empresarial. No s¨®lo para el actual sino para que en el futuro existan nuevas ¨¢reas, para diversificar. En esto, las universidades en otros pa¨ªses han tenido un papel muy importante", se?ala el rector de la Jaume I, que contin¨²a: "Si se hace ahora bienvenido sea. Pero si se hubiera hecho hace unos a?os, seguramente hoy estar¨ªamos recogiendo los frutos".

Cada universidad tiene su proyecto de parque cient¨ªfico, pero el grado de desarrollo es dispar. A la cabeza est¨¢ la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, con la Ciudad Polit¨¦cnica de la Innovaci¨®n (CPI). Un parque en el que se implic¨® a la iniciativa privada -incluido el banco SCH- y que espera contar con 140.000 metros cuadrados, 100.000 de ellos de superficie construida, para 2007.

De momento, el vicerrector de la CPI, Francisco Mora, anuncia que antes del verano se instalar¨¢n las tres primeras empresas. Una de ellas es la multinacional norteamericana Analog Devices, dedicada a la fabricaci¨®n de componentes electr¨®nicos como semiconductores. Compa?¨ªa de envergadura que hasta ahora s¨®lo cuenta con una sede europea en Irlanda. Las otras dos son spin off, proyectos empresariales surgidos por acuerdos entre grupos de investigaci¨®n y capital privado.

La Jaume I tiene previsto desarrollar el parque en dos ¨¢reas lim¨ªtrofes con el campus: una al noroeste y otra al suroeste, con una superficie que Toledo estima en 250.000 metros cuadrados. El modelo ser¨ªa similar al del Instituto de Tecnolog¨ªa de la Cer¨¢mica impulsado por la Jaume I, en el que las empresas est¨¢n integradas en la propia estructura de gesti¨®n.

Financiaci¨®n m¨²ltiple

La financiaci¨®n de los proyectos deber¨ªa provenir, seg¨²n las universidades, del Gobierno; la Generalitat; la ¨²ltima remesa de los Fondos regionales Feder de la UE, que la Comunidad Valenciana dejar¨¢ de recibir en 2007; de la iniciativa privada, y de los recursos de la propia universidad.

Universidades y consejer¨ªa coinciden en que los parques deben dise?arse en red. "No se trata de competir por ver qui¨¦n es m¨¢s guapo, sino de cooperar, porque tenemos muchas complementariedades", dice Aurelio Beltr¨¢n, vicerrector de Infraestructura y Planificaci¨®n de la Universitat. Para Toledo, los parques "deber¨ªan verse desde una perspectiva de vertebrar comunidad. Teniendo en cuenta los sectores empresariales que hay alrededor de las universidades, porque eso es lo que les dar¨¢ viabilidad. Nosotros, obviamente, deber¨ªamos orientarnos hacia todo aquello que pueda estar relacionado con la industria cer¨¢mica".