Aur¨¦lie Nemours, reina tard¨ªa de la abstracci¨®n geom¨¦trica
El a?o pasado el Centre Georges Pompidou dedic¨® una gran retrospectiva a Aur¨¦lie Nemours, artista que falleci¨® en su Par¨ªs natal el pasado jueves 27 de enero. Ten¨ªa 94 a?os -hab¨ªa nacido en octubre de 1910-, y no expuso en solitario hasta 1953. Esa primera presentaci¨®n al p¨²blico marca una trayectoria marcada ¨ªntegramente por la abstracci¨®n, por los equilibrios geom¨¦tricos, por la repetici¨®n y alternancia de elementos y por el n¨²mero.
"Un d¨ªa descubr¨ª que el ritmo estaba en el origen de la forma, que la forma obedec¨ªa al ritmo y me dije: la forma sufre porque no es libre. La forma depende del ritmo y es el ritmo el creador. Luego comprend¨ª que, anterior al ritmo -y a la materia- est¨¢ el n¨²mero. Al descubrir el n¨²mero me convert¨ª en pintora", explicaba.
Cuadrados, l¨ªneas, cruces, colores que se alternan, se suceden, igual que esas formas obsesivas y con pocas variaciones. Aur¨¦lie Nemours es un Mondrian sin pasado figurativo, directamente desembarcado del cubismo. "Cuando se trabaja a partir del cubismo, con modelo -la naturaleza, por ejemplo-, se toma posesi¨®n del espacio y, poco a poco, se descubre la forma que no tarda en librarnos el secreto de su ritmo", se?alaba.
En 1969 el Estado franc¨¦s compr¨® una primera pintura de Aur¨¦lie Nemours. En Suiza y Alemania su nombre y su trayectoria ya gozaban de prestigio, entre otras cosas gracias al inter¨¦s que su obra hab¨ªa despertado en coleccionistas como Sybil Albers y Gottfried Honegger.
Durante las d¨¦cadas de los setenta y ochenta expuso en repetidas ocasiones en ciudades germanas, pero tambi¨¦n en Amsterdam, Tokio, Estocolmo, Zurich o en la mayor parte de localidades francesas con tradici¨®n pl¨¢stica.
En Espa?a sus mejores exposiciones vinieron de la mano de Juan Manuel Bonet, en la galer¨ªa Charpa (1996) y en el IVAM (1998).
En la formaci¨®n de Aur¨¦lie Nemours parecen haber jugado un papel importante los a?os pasados en un pensionado religioso, "donde aprend¨ª la pr¨¢ctica del silencio y la meditaci¨®n"; su descubrimiento de Cimabue y el arte egipcio gracias a la frecuentaci¨®n asidua del Louvre; su trabajo en el taller del grafista Paul Colin, que la puso en relaci¨®n con el mundo del teatro y la ense?¨® a dibujar y componer una superficie; su aprendizaje en la academia alternativa de Andr¨¦ Lhote durante los a?os de la ocupaci¨®n alemana y, por fin, entre 1948 y 1951, su aprendizaje junto a Fernand L¨¦ger, que para Nemours, "fue un contra-veneno. Nunca hablaba de pintura, sino de potencia, fuerza, masa, energ¨ªa y frescura. Con sus manos daba forma a lo que no puede expresarse", recordaba la artista reci¨¦n desaparecida.
Toda su trayectoria consagrada en lo que se ha dado en llamar la abstracci¨®n geom¨¦trica puede resumirse en la voluntad de "consumar la revoluci¨®n que supone devolver la pintura a la forma y no a la figura".-
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