El esp¨ªritu de Poblet

Se ha iniciado una nueva fase de nuestro proceso de autogobierno y es preciso encontrar la hora, los minutos, el contacto humano, para detenerse, levantar la vista y contemplar el panorama. Es preciso examinar de d¨®nde venimos, d¨®nde estamos, el camino que hemos recorrido juntos; tomarnos el pulso y, por qu¨¦ no, atrevernos a dibujar el futuro y so?ar en voz alta, sin miedo a los problemas que nos atenazan diariamente. De ah¨ª la iniciativa del Congr¨¦s del M¨®n Rural, que el 4 de febrero inaugura en Poblet el president Pasqual Maragall, en un marco emblem¨¢tico de nuestra historia. La elecci¨®n de Poblet toma su pleno sentido en lo que se conoce como el esp¨ªritu de Poblet y en la esfera unitaria de acciones memorables como el Congr¨¦s de Cultura Catalana y la Assemblea de Catalunya, en las que todos los actores pol¨ªtico-sociales unieron sus esfuerzos con un objetivo superior. En esta ocasi¨®n, mi empe?o es devolver al mundo rural y a su gente el prestigio que se merecen. "Catalu?a es un pueblo de payeses", dec¨ªa Vicens Vives, a pesar de que "generalmente se nos tiene por un pueblo de negociantes, medio injertado por fenicios y jud¨ªos". Pero los fenicios no pisaron nunca nuestra costa y la influencia jud¨ªa ha sido sobrevalorada, sin negar lo obvio: lo que representa el tr¨¢fico mercantil de la fachada litoral catalana.

Un pueblo de campesinos que durante cuatro siglos luch¨® por su "tierra y libertad" en pleno medievo hasta el Renacimiento. Pero fue con el Decreto de Nueva Planta como se produce la p¨¦rdida del sentido de servicio social de la tierra, con el consiguiente profundo malestar psicol¨®gico. Curiosamente, en aquel preciso momento empiezan a florecer la econom¨ªa y la agricultura catalanas con sus vi?as y nuevos cultivos y sus negocios, y a la par el campo catal¨¢n diluye su v¨ªnculo con las vicisitudes colectivas. Y no obstante, las primitivas aportaciones de la pagesia mantienen todav¨ªa su sentido social colectivo, v¨¢lido no s¨®lo para los propios campesinos, sino para todos los hombres de Catalu?a.

?Y qu¨¦ somos, qu¨¦ es el mundo rural? Algunas cifras bastan: el 80% del territorio (25.000 metros cuadrados del total de 32.000), el 20% de la poblaci¨®n, 5.000 industrias alimentarias, con sus 75.000 familias, y unas ventas superiores a 14.000 millones de euros. Catalu?a es una potencia alimentaria y un ejemplo que seguir en Espa?a, con su producci¨®n variada y de primera calidad, con una industria alimentaria potente y una gastronom¨ªa de prestigio internacional que basa su ¨¦xito en productos locales, de los que exportamos el 60%. Ante nosotros se perfila el horizonte de consolidar un verdadero cluster que parte de la innovaci¨®n y de una alimentaci¨®n de calidad, en el que la investigaci¨®n debe proporcionar oportunidades a la innovaci¨®n para hacer m¨¢s selectiva que cuantitativa la oferta, bajo la locomotora de la dieta mediterr¨¢nea. Y a pesar de estos alicientes, en 17 a?os el 32% de nuestros j¨®venes, con su dinamismo y capacidad de renovaci¨®n, han emigrado hacia la metr¨®poli. Y este vac¨ªo lo llenan los movimientos migratorios de todo tipo que crecen d¨ªa a d¨ªa en intensidad y plantean mayores retos de integraci¨®n.

El Congr¨¦s del M¨®n Rural, al que est¨¢n todos los sectores sociales invitados (e implicados en ¨¦l), debe facilitar contenido para realizar una diagnosis en profundidad, compartida, que debe reorientar cualquier tentaci¨®n de des¨¢nimo o resignaci¨®n. En la l¨ªnea de una de las conclusiones de la Segunda Conferencia de Salzburg que afirma: "Un campo vivo no s¨®lo va en beneficio de la sociedad rural, sino tambi¨¦n de la sociedad en su conjunto. La inversi¨®n en la econom¨ªa rural (...) es fundamental para aumentar el atractivo de las zonas rurales, promover su crecimiento sostenido y generar nuevas oportunidades de trabajo, especialmente entre las mujeres y los j¨®venes". O lo que dec¨ªa la Primera Conferencia Europea del Desarrollo Rural, en Cork: "Los ciudadanos europeos dan cada vez mayor importancia a la calidad de vida, en general, y a los problemas de calidad, salud, seguridad, desarrollo personal y ocio, en particular (...). Y las zonas rurales ocupan una posici¨®n privilegiada para responder a estos intereses".

Es la hora de favorecer el desarrollo de una estructura industrial y de servicios que, como si de una caja de m¨²sica se tratase, permita a nuestros mejores productos una distribuci¨®n fiel y eficaz en el espacio global en el que se desenvuelven las actividades comerciales. Hoy asistimos a una verdadera eclosi¨®n de demandas ciudadanas en el mundo rural que exigen pol¨ªticas de encaje con toda la sociedad catalana. Nuestro reto es ser capaces de entender la misi¨®n del mundo rural para ganar legitimidad ante el conjunto de Catalu?a. Tenemos que ser capaces de capitalizar un enorme legado cultural, t¨¦cnico, territorial y social, puesto que nuestra cultura mantiene unos v¨ªnculos muy fuertes, aunque a menudo no expl¨ªcitos, con nuestro medio y con las formas de generar riqueza en ¨¦l.

En el programa del Gobierno de la Generalitat ocupa un lugar destacado la idea de la Catalu?a global, una red de ciudades medias y peque?as que cubren el territorio y est¨¢n bien interconectadas. Es una oportunidad hist¨®rica de hacer realidad la Catalu?a de todos, la Catalu?a que se reconozca a s¨ª misma, con todas sus voces y acentos. Por lo que volvemos al pensamiento de Vicens Vives: "Si la marcha de la historia lo hubiera permitido, se habr¨ªa realizado el sue?o de quienes ve¨ªan Catalu?a entera como un jard¨ªn verde, moderno y progresivo, integrado en sus ciudades, sobre todo con Barcelona. La Catalu?a ciudad, preconizada en torno a los a?os 30, era la superaci¨®n del antiguo pairalisme de porr¨®n y barretina, la verdadera s¨ªntesis de los catalanes, la definitiva incorporaci¨®n del pay¨¦s a la vida contempor¨¢nea, la ca¨ªda de los ¨²ltimos v¨ªnculos paternalistas y feudales". Payeses, ganaderos, pescadores, empresas, mundo de la cultura, universidad y administraci¨®n, gente joven y preparada, todos debemos ir juntos para progresar juntos, en igualdad, en riqueza, en oportunidades. Debemos y podemos prosperar sin l¨ªmites porque este pa¨ªs, Catalu?a, con su mundo rural plenamente integrado, es nuestro pa¨ªs.

Antoni Siurana es consejero de Agricultura, Ganader¨ªa y Pesca.