Sobre la designaci¨®n de Ricard Cabedo

Leo con estupor en EL PA?S, del 29 de enero, que el consejero de Justicia de esta comunidad, Miguel Peralta, se ha permitido censurar la designaci¨®n, efectuada por el Gobierno, de Ricard Cabedo como Fiscal del Tribunal Superior de Justicia valenciano, porque, en su opini¨®n, obedece a intereses partidistas, ha sido adoptada en contra del criterio del Consejo Fiscal y debido a la circunstancia de que su esposa sea diputada del Partido Socialista. Todo ello le permite concluir que Cabedo ser¨¢ un "ariete del PSOE en contra del PP".

Dichas manifestaciones me parecen impropias de un consejero del Gobierno valenciano, que se supone prest¨® juramento a nuestra Constituci¨®n y que, mediante ellas, la conculca gravemente, porque, no s¨®lo olvida el deber de lealtad constitucional de las administraciones auton¨®micas con la estatal, que impide a un miembro del Ejecutivo auton¨®mico censurar injustificadamente decisiones del Gobierno de la Naci¨®n sobre un ¨®rgano constitucional, sino, sobre todo, porque faltan manifiestamente a la verdad, ya que, de un lado, el informe del Consejo Fiscal le fue favorable y, de otro, la propuesta del Fiscal General responde exclusivamente a criterios de capacidad y m¨¦rito. Es cierto que tanto el Sr. Cabedo como el otro candidato, Sr. Alt¨¦s, son ambos excelentes fiscales, pero el primero tiene adem¨¢s en su haber el haber sido Fiscal Jefe de San Sebasti¨¢n (en una ¨¦poca dura, como lo fue la d¨¦cada de los a?os ochenta) y de Alicante, as¨ª como haber publicado m¨²ltiples comentarios doctrinales que le acreditan como un jurista de reconocido prestigio. La calificaci¨®n de partidista, derivada de la circunstancia de que su mujer sea diputada socialista (elegida democr¨¢tica y no digitalmente) constituye un improperio, sobre todo contra la imparcialidad del Ministerio P¨²blico, a quien el Sr. Cabedo, estoy seguro, representar¨¢ con absoluta autoridad moral.