Bill Viola 'congela' el tiempo en 13 videoinstalaciones sobre las pasiones
"Soy un artista relacionado con el renacimiento, una ¨¦poca tambi¨¦n de cambios", declara
El artista estadounidense Bill Viola (Nueva York, 1951) cree que las nuevas tecnolog¨ªas "permiten ver el tiempo, devolver el tiempo a la mirada". Las 13 videoinstalaciones que present¨® ayer en la Fundaci¨®n La Caixa, de Madrid (Serrano, 60, www.fundacio.lacaixa.es, hasta el 15 de mayo), forman la serie Las pasiones, y las im¨¢genes de las pantallas planas digitales ofrecen cambios imperceptibles. El artista entra en la historia del arte para continuar la inspiraci¨®n y representaci¨®n del miedo, el dolor, la alegr¨ªa, la ira, la soledad, de los artistas medievales y renacentistas.
Pionero del videoarte desde los a?os setenta, Bill Viola experimenta con las im¨¢genes para retratar los estados emocionales y los cambios en los sentimientos en Las pasiones, con 13 piezas realizadas entre 2000 y 2002, tras presentar el pasado verano, en el Museo Guggenheim de Bilbao, otras cuatro videoinstalaciones en torno a la temporalidad y la trascendencia. El mayor espacio de la sala de la Fundaci¨®n La Caixa recoge una de estas obras, El cruce (1996), que distribuye el resto de los cuadros que comparten la pintura religiosa y la cultura digital.
Viola declar¨® ayer que las exposiciones de Madrid y Bilbao son diferentes, como el interior y el exterior. "Aqu¨ª hay una escala personal y en Bilbao era como un fresco gigantesco lleno de gente, una escala social. La escenograf¨ªa ten¨ªa que ser distinta". El artista se presentar¨¢ como escen¨®grafo esta temporada en la ?pera de la Bastilla, de Par¨ªs, con el montaje de Trist¨¢n e Isolda, de Wagner, con direcci¨®n esc¨¦nica de Peter Sellars, que en el cat¨¢logo de la muestra escribe un texto sobre los cuerpos de luz.
El artista trabaja sobre "la impresi¨®n subliminal", los sonidos y colores que "se ven con el rabillo del ojo", lo que m¨¢s nos afecta y no se puede ver. "En realidad, la familia, los ancestros, la cultura, todos los objetos f¨ªsicos que nos rodean tienen la idea y la presencia de alguien que ya no est¨¢. Como artista contempor¨¢neo que utiliza alta tecnolog¨ªa formo parte de la tradici¨®n, me conecto con los muertos, y me relaciono con el pasado de una ¨¦poca que puede parecerse a la nuestra. El renacimiento era tambi¨¦n una ¨¦poca de grandes cambios, donde la ciencia y la tecnolog¨ªa se conjugaron con el hombre. Hay un vac¨ªo entre nosotros y el pasado y entre cada uno de nosotros, y por eso intentamos tocarnos con las palabras".
En las paredes aparecen los cuadros colgados, pantallas digitales planas, con personas o grupos que recuerdan pinturas de los siglos XV y XVI, como Los cuatro ap¨®stoles, de Durero, o la Piedad, de Masolino. Viola compone los cuadros con actores, en primer plano o con escenograf¨ªa, que filma con c¨¢mara de cine de 35 mil¨ªmetros, pasa al v¨ªdeo con un juego minucioso de movimientos. La primera obra de la sala es Seis cabezas, con el rostro de un hombre que provoca seis transformaciones emocionales distintas a lo largo de 18 minutos.
"Las nuevas tecnolog¨ªas permiten al artista manipulaciones muy importantes. El arte es transformar algo en ideas, en formas. El micr¨®fono o la grabadora permiten retener y dar nueva forma al tiempo. Es tan importante como el hallazgo de la perspectiva en el renacimiento, al pasar de la visi¨®n bidimensional a la tridimensional. Ahora pasamos de dos a cuatro dimensiones, al unir las tres del espacio y el tiempo. Las nuevas tecnolog¨ªas permiten ver el tiempo, devolver el tiempo a la mirada. Vamos a ir todos m¨¢s despacio. Esperar nos hace ricos. Cuando los ordenadores hablan de millones de ciclos por segundo, tener un momento sin nada que hacer es una oportunidad que nos ofrecen los dioses, no las empresas. El tiempo congelado es como tener un tesoro".
El proceso de Las pasiones, seg¨²n el artista, surgi¨® tras la muerte de su padre en 1999 y la necesidad de mirar en los pintores del pasado el tratamiento de las emociones, para "compartir la inspiraci¨®n y establecer una conexi¨®n con mi propio dolor". "Nosotros existimos para inspirarnos los unos a los otros, y en este sentido puedo tomar la inspiraci¨®n de los artistas del pasado. En un continuo de inspiraci¨®n, y en una ¨¦poca de la propiedad intelectual, de las ideas, creo que el arte es compartir, colaborar entre todos".
El poder de la m¨ªstica
Bill Viola, de la generaci¨®n de la guerra de Vietnam, cont¨® ayer que se puede hacer arte en medio del sufrimiento. Puso como ejemplo a los m¨ªsticos espa?oles, sobre todo a san Juan de la Cruz. En el plano profesional, descubri¨® que los m¨ªsticos hab¨ªan sido modelos para los artistas de vanguardia y la sociedad les hab¨ªa tratado como locos. En lo m¨¢s personal, sus poemas "bell¨ªsimos" le han acompa?ado en momentos de crisis, hasta poder unir el trabajo pol¨ªtico y el poder del arte. Viola se siento unido a Cage y Duchamp, pero tambi¨¦n al m¨ªstico espa?ol por la "necesidad de ser libres". "En un proceso de la Inquisici¨®n le torturaron durante nueve meses y no respondi¨® con odio, con ira, sino con poes¨ªa, que creaba en su mente, que hablaban sobre todo de la liberaci¨®n, del sufrimiento, de poder volar al cielo y acercarse a Dios". Compara a los m¨ªsticos con los artistas del siglo XX, que m¨¢s all¨¢ de la academia sent¨ªan la necesidad de un arte sin censuras, mientras que los m¨ªsticos buscaban una conexi¨®n directa independiente de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica.
Babelia
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