La extra?a dimisi¨®n de un 'legionario'

La dimisi¨®n del director de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, despu¨¦s de estar 64 a?os al frente de la influyente congregaci¨®n religiosa, ha abierto varios interrogantes sobre las verdaderas razones de la renuncia y, lo que es m¨¢s relevante, sobre el rumbo que imprimir¨¢ el nuevo director, ?lvaro Corcuera, de 47 a?os. Oficialmente, el mexicano Maciel ha dejado el puesto por razones de edad -tiene 84 a?os-, seg¨²n dijo en el Tercer Cap¨ªtulo General Ordinario de los Legionarios, celebrado en Roma el mes pasado.

Sin embargo, quienes siguen de cerca los avatares de la orden atribuyen el paso al costado del mandam¨¢s de los Legionarios a su complicada situaci¨®n ante la justicia eclesi¨¢stica. El pasado 7 de enero, la Fiscal¨ªa de Justicia Perpetua del Vaticano reabri¨® una investigaci¨®n sobre supuestos abusos sexuales cometidos por Marcial Maciel, una acusaci¨®n que se remonta a d¨¦cadas atr¨¢s. A los pocos d¨ªas, la congregaci¨®n anunci¨® el cambio de director. Felipe Gayt¨¢n, investigador del Colegio de M¨¦xico, especialista en temas religiosos, dibuja tres posibles escenarios sobre las razones y el alcance del relevo al frente de los Legionarios de Cristo. En el primero, posiblemente el m¨¢s veros¨ªmil, "Maciel decide separarse porque es m¨¢s f¨¢cil estar fuera de la luz p¨²blica, lejos de reflectores, y enfrentar el proceso dentro de las paredes del Vaticano, que son muy herm¨¦ticas".

Su estrategia es doble: contribuir a la formaci¨®n de los hijos de personas influyentes y captar a ni?os sin recursos pero con buena capacidad intelectual

Los Legionarios de Cristo constituyen una congregaci¨®n de peso dentro de la Iglesia cat¨®lica, sobre todo en Am¨¦rica, aunque no tanto como el Opus Dei

Renuncia

La renuncia al puesto de director, estima Gayt¨¢n, no aparta a Maciel de la toma de decisiones dentro de los Legionarios. Por el contrario, puede salir fortalecido como un poder de facto. "Hay que tener en cuenta que Corcuera, su sucesor, fue durante mucho tiempo el secretario particular de Maciel". En este escenario, el anterior director de la orden religiosa habr¨ªa hecho una h¨¢bil jugada, como en un tablero de ajedrez, con una dimisi¨®n que le permitir¨ªa seguir con las riendas en la mano.

En un segundo escenario, la situaci¨®n cambia, ya que la dimisi¨®n se presenta como consecuencia de presiones en el interior de la congregaci¨®n, tanto para enfrentar las acusaciones sin manchar la imagen de los Legionarios de Cristo como para mostrar una voluntad de relevo generacional en la c¨²pula. En las condiciones actuales, bajo investigaci¨®n en el Vaticano, es poco probable que Maciel pueda ser canonizado, como ocurri¨® en el caso del fundador del Opus Dei, Jos¨¦ Mar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer. Sacarle de escena busca proteger su propia imagen como legionario de Cristo.

Por ¨²ltimo, un tercer escenario atribuye al Vaticano la dimisi¨®n, forzada, de Maciel, con miras a la sucesi¨®n papal. El ex director de los Legionarios de Cristo es una persona muy cercana a Juan Pablo II, pero en esta proximidad intentan colocarse los distintos grupos, d¨¢ndose codazos ante el fin de papado de Karol Wojtyla. Para la pr¨®xima sucesi¨®n del Pont¨ªfice, los legionarios no tienen un candidato propio, pero s¨ª pueden influir. Su estrategia es mantener la l¨ªnea de Juan Pablo II. Han logrado colocar algunas piezas en puestos importantes, como el n¨²mero dos de la Congregaci¨®n para la Integraci¨®n de la Fe Cat¨®lica, Brian Farell, que ocupa un lugar muy destacado en el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.

Los Legionarios de Cristo constituyen, pues, una congregaci¨®n de peso dentro de la Iglesia cat¨®lica, sobre todo en Am¨¦rica Latina, aunque no tanto como el Opus Dei. La orden est¨¢ presente en 18 pa¨ªses, tiene unos 600 sacerdotes y 2.500 seminaristas, y 11 universidades en Europa y Am¨¦rica Latina. Una de las m¨¢s importantes est¨¢ en Espa?a, concretamente la Universidad Francisco de Vitoria, con sede en Madrid, inaugurada en 1992 con apoyo del Partido Popular y vinculada a la Complutense. Maciel cont¨® para aquel proyecto con el apoyo inestimable de Gustavo Villapalos, en fue rector de la Complutense y posteriormente consejero de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid con el PP, y de Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, que ocup¨® la cartera de Justicia en el Gobierno de Aznar.

Varios nombres vinculados al PP han estudiado en esta instituci¨®n, como una hermana y un sobrino de Ana Botella, esposa de Aznar, y Gema Ruiz, la segunda ex esposa de Francisco ?lvarez Cascos. Otros familiares de dirigentes del PP se han matriculado en esta instituci¨®n. Tambi¨¦n se vincula a los Legionarios de Cristo con Daniel Sada, que ocup¨® la direcci¨®n general de Coordinaci¨®n y Voluntariado Social en la Comunidad de Madrid, y luego pas¨® a la direcci¨®n del departamento de Educaci¨®n y Cultura, empujado por Michavila.

La vinculaci¨®n de Marcial Maciel con Espa?a viene de lejos. En los a?os 1944-1945, el ministro franquista de Exteriores, Alberto Mart¨ªn Artajo, le facilit¨® un viaje a Roma para reunirse con el papa P¨ªo XII. Mart¨ªn Artajo firm¨® por parte espa?ola el concordato con la Santa Sede. Al regreso de Maciel a Espa?a, el Gobierno le facilit¨® los medios para afianzar la congregaci¨®n de los Legionarios de Cristo, que en sus or¨ªgenes se llamaba Misioneros del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s y de la Virgen de los Dolores. El cambio de nombre se produjo precisamente despu¨¦s de la entrevista con P¨ªo XII. En Espa?a, la orden ha comprado o adquirido participaciones en diversos centros escolares.

La estrategia de los Legionarios tiene dos ejes. Por una parte contribuir a la formaci¨®n de los hijos de empresarios, pol¨ªticos y personas influyentes, y de paso implicar a los padres en este movimiento del Reino de Cristo. Por otra, captar a ni?os de familias con pocos recursos y buena capacidad intelectual con la ayuda de becas y bolsas de estudio.