Un general para ganar la paz

Todo parece indicar que el ex general Ariel Sharon se ha convertido en un guerrero de la paz. Las paradojas de la historia han hecho de este militar, para muchos "carnicero" de los campos de refugiados de Shabra y Chatila, detractor de los Acuerdos de Oslo y provocador de la segunda Intifada, sea ahora -a los 75 a?os, que cumplir¨¢ este mes de febrero- uno de los m¨¢s firmes arietes del proceso de paz. Pero lo m¨¢s inaudito es que Sharon efectuara ayer su profesi¨®n de fe pacifista en la pen¨ªnsula del Sina¨ª, uno de sus antiguos escenarios b¨¦licos, y precisamente frente al presidente egipcio, Hosni Mubarak, que fue su enemigo en la campa?a del Yom Kippur de 1973.

Las claves de la conversi¨®n de Ariel Sharon del belicismo al pacifismo las desvel¨® el pasado 15 de enero el propio presidente Mubarak en unas declaraciones a la cadena de televisi¨®n norteamericana PBS, al asegurar que el primer ministro "era capaz de hacer la paz con la misma energ¨ªa que la guerra". Mubarak record¨® que las ra¨ªces del pacifismo de Sharon hab¨ªa que buscarlas en su propia historia y evoc¨® como significativo la decisi¨®n y firmeza que hab¨ªa demostrado en 1979, cuando mand¨® destruir el asentamiento de Yamit, en el proceso de descolonizaci¨®n de la pen¨ªnsula del Sina¨ª, tras la firma del acuerdo de paz entre Israel y Egipto. Las afirmaciones de Mubarak con respecto al pacifismo de Sharon no eran nuevas. En marzo de 2001, cuando el primer ministro israel¨ª lleg¨® al poder, Mubarak asegur¨®: "Estoy convencido de que si los palestinos no llegan a hacer avances -en el proceso de paz- durante la era de Sharon, les ser¨¢ muy dif¨ªcil hacerla en el futuro, porque Sharon es capaz, si quiere, de trabajar por la paz".