Sue?os en una ciudad en ruinas
Tras leer la escueta solapa de El lector de Bagdad, de Jabbar Yassin Hussin, y el pr¨®logo de Alberto Manuel, sabemos que su autor naci¨® en Bagdad, en 1954, que ha publicado varias novelas, algunos poemarios y libros para ni?os; que ejerci¨® el periodismo en su pa¨ªs y, a ra¨ªz de repetidas amenazas de muerte, se exili¨®, fijando su residencia en Francia, donde vive desde hace veinticinco a?os, y que, en 2003, regres¨® temporalmente a Irak. Pero todos los datos citados podr¨ªan ser falsos, resultado de una invenci¨®n entre Alberto Manguel y Ediciones Siruela... (?ah!, sin olvidar la intervenci¨®n de Mar¨ªa Kodama), destinada a implicar al lector en un juego literario que tendr¨ªa como protagonista a un viejo y conocido urdidor de laberintos, de azares que acaban convirti¨¦ndose en destinos matem¨¢ticamente prefijados desde tiempos inmemoriales y de espejos enfermos que se niegan a reflejar el presente emitiendo s¨®lo im¨¢genes del pasado y del futuro. Estamos hablando de Jorge Luis Borges, claro. Este libro exquisito, maravilloso, bien podr¨ªa ser debido a uno de los muchos Borges que el Borges oficial, el desaparecido escritor argentino -amigo de Alberto Manguel, de Ediciones Siruela y, huelga decirlo, de Mar¨ªa Kodama-, amante de literaturas tradicionales y de Las mil y una noches, se so?¨® ser: un escritor nacido en Bagdad, con el nombre de Jabbar Yassin Hussin, que, a principios del siglo XXI, regresa a su ciudad natal, tras un largo exilio, y se encuentra con un decorado en ruinas, poblado por fantasmas que, en la actualidad, reviven las peri¨®dicas destrucciones de Bagdad, relatadas en las cr¨®nicas ¨¢rabes del siglo XIII, como la acontecida a ra¨ªz de las invasiones de los mongoles, quienes, para poder cruzar el r¨ªo, construyeron puentes de emergencia con los libros y manuscritos de la gran Biblioteca, llamada Casa de la Sabidur¨ªa, y las aguas del Tigris se volvieron negras porque absorbieron la tinta de las palabras (en el relato El lector de Bagdad, que da t¨ªtulo al volumen). Entre la memoria y el sue?o, la identidad del narrador se pierde, y se reencuentra, en la superficie de espejos que reflejan el rostro sin ojos de seres ausentes, extraviados tras internarse por el misterioso camino que va m¨¢s all¨¢ de la vida, camino de la muerte a la que no han conseguido llegar.
EL LECTOR DE BAGDAD
Jabbar Yassin Hussin
Pr¨®logo de Alberto Manuel
Traducci¨®n de Francisco del R¨ªo S¨¢nchez y Abdelrahim Mahmoud el Shafi
Siruela. Madrid, 2005
104 p¨¢ginas. 13,90 euros
Dobles de dobles (en Kish
k?nu) que perecen separados desde la muerte del ?rbol de la Sabidur¨ªa, que en tiempo crec¨ªa en la confluencia entre el Tigris y el ?ufrates; poetas que apuestan la vida por lograr componer un verso imperecedero en pos de cuyo empe?o tienen que aprender, primero, lo escrito ya en el mundo para poder olvidarlo luego (en El apasionado); el pavor ante la premonici¨®n de la propia muerte, revelada como una experiencia ya acontecida en el pasado y destinada a repetirse durante toda la eternidad (La Mothe-Saint-H¨¦ary); piedras cuyo interior encierra una figura sentada, perfectamente conocida por su poseedor (Leyenda) y, claro est¨¢, un ciego llamado Borges, con quien Averroes se encuentra en una ciudad a¨²n desconocida, situada en el hemisferio sur y llamada Buenos Aires (El d¨ªa de Buenos Aires), son los elementos de estos ocho relatos realmente magistrales que a¨²nan la desolaci¨®n de la tragedia actual iraquiana con la magia, la sabidur¨ªa y los inquietantes ecos de una tradici¨®n literaria imperecedera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.