Kioto, vigente

El calentamiento global del planeta, el r¨¢pido cambio clim¨¢tico inducido por la acci¨®n del hombre, se considera el mayor problema medioambiental que se afronta en el siglo XXI. Para atenuarlo, la ¨²nica acci¨®n posible es reducir las emisiones de gases que lo provocan. ?se es precisamente el objetivo del Protocolo de Kioto, que hoy entra en vigor. Por sus implicaciones econ¨®micas y pol¨ªticas, por las reticencias y dudas de los sectores que tienen que protagonizar las principales adaptaciones para contener las emisiones, la puesta en marcha del protocolo se ha retrasado ocho a?os desde que fue aprobado en 1997.

De momento, el Protocolo de Kioto s¨®lo estipula que los pa¨ªses industrializados deben reducir sus emisones de gases de efecto invernadero durante el periodo de 2008 a 2012. Pero algunos pa¨ªses en desarrollo, como China, India o Brasil, pese a que sus emisiones per c¨¢pita son muy bajas por ahora, contemplan perspectivas de crecimiento muy fuertes y las presiones para que emprendan medidas van en aumento. Quieren a cambio ayuda econ¨®mica y tecnol¨®gica.

Muchos sectores econ¨®micos que no pensaban hace ocho a?os que realmente tuvieran que llegar a contabilizar sus emisiones de gases de efecto invernadero van aceptando las medidas para contenerlas, sobre todo en la Uni¨®n Europea, con normativas de obligado cumplimiento. Los defensores de estas medidas insisten en que no tienen que ser costosas desde el punto de vista del crecimiento econ¨®mico, porque la eficacia, el ahorro energ¨¦tico y la innovaci¨®n son elementos asociados a las econom¨ªas florecientes.

En Espa?a, el cumplimiento del Protocolo de Kioto va a ser m¨¢s arduo que en otros pa¨ªses europeos que empezaron antes a planificar sus actuaciones. La pasividad de los dos gobiernos del PP frente al problema del cambio clim¨¢tico ha agravado la cr¨ªtica situaci¨®n actual, con un nivel de emisiones que supera ya en un 30% el nivel m¨¢ximo al que se comprometi¨®. El Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero ha tenido que poner en marcha un plan de choque para, primero, cumplir la normativa de la UE, y despu¨¦s, alcanzar, aunque sea raspando, sus objetivos de Kioto. Es decir, que las emisiones espa?olas no superen en un 15% el nivel de 1990.