Sangre en las letras
Cuando hace un par de a?os se anunci¨® que Bob Dylan hab¨ªa acordado contar su vida en tres tomos, lo cierto es que fueron pocos los que se lo creyeron. Recordaron la eternidad que en su momento se tom¨® para entregar su "novela" Tar¨¢ntula (que acab¨® siendo un refrito ¨¢cido-surreal con algunos momentos ingeniosos). Y, claro, se dijeron que si alguna vez hubo un candidato a NO escribir su autobiograf¨ªa ¨¦se era el siempre esquivo Dylan. ?Qu¨¦ necesidad ten¨ªa ahora Dylan -en un momento de ¨®ptima madurez, idolatrado por todo artista joven- de ponerse a hacer memoria y memorias? Ninguna. ?No hab¨ªa declarado en m¨¢s de una ocasi¨®n que "todo est¨¢ en las canciones"? Pero se sabe -siempre fue as¨ª- que los designios de Bob son inescrutables.
CR?NICAS. VOLUMEN I
Bob Dylan
Traducci¨®n al castellano
de Miquel Izquierdo
Traducci¨®n al catal¨¢n de Antoni Cardona Castell¨¢
Global Rhythm. Barcelona, 2005
299 p¨¢ginas. 21 euros
Aporreado on the road en una
m¨¢quina de escribir mec¨¢nica "todo en letras may¨²sculas, para que le sea m¨¢s f¨¢cil pasarlo en limpio a mi asistente", Cr¨®nicas. Volumen I -publicado en Estados Unidos junto a Lyrics: 1962-2001- es sorprendentemente preciso y sincero y revelador sin que esto signifique erosionar por un segundo a un misterio de d¨¦cadas. Prosa seca, casi hard-boiled -pero con la caracter¨ªstica imaginer¨ªa y el patentado fraseo del songwriter- da forma a cinco cap¨ªtulos funcionando como back pages y postales de momentos decisivos. Pulir la partitura y La tierra perdida narran su llegada a Nueva York y sus aventuras en los caf¨¦s del Village de principios de los sesenta donde "los cantantes cantaban como si navegaran a bordo de barcos en llamas" y donde "yo hac¨ªa todo r¨¢pido. Pensaba r¨¢pido, com¨ªa r¨¢pido, hablaba r¨¢pido y caminaba r¨¢pido. Y hasta cantaba r¨¢pido". New Morning es un abrupto salto hacia delante -1970- y nos muestra a Dylan atormentado por el acoso de sus fans y empe?ado en dinamitar su propia leyenda. Oh Mercy es la ¨ªntima bit¨¢cora de grabaci¨®n del disco de 1989 con un Bob Dylan vencido, a punto de extinguirse y, de pronto, resucitando para convertirse en el triunfal artista fuera del tiempo y del espacio que es ahora. Y R¨ªo de hielo salta hacia atr¨¢s -de vuelta al punto de partida, como quien se despierta de un fantasmal sue?o de navidades futuras- para despedirse de nosotros mientras le dice adi¨®s a la folk music y predice: "En unos pocos a?os, se iba a desatar una tormenta de mierda. Las cosas empezar¨ªan a arder... Ante m¨ª se desplegaba un mundo extra?o... Una cosa era evidente: no s¨®lo no estaba regido por Dios sino que tampoco lo estaba por el demonio".
Abundan, por supuesto, las sorpresas: Dylan se?ala a Moon River como una de sus canciones favoritas; comenta a T¨¢cito y a Clausewitz; confiesa que le encantan las polkas; y -con partes iguales de emoci¨®n y c¨¢lculo, en uno de los mejores tramos del libro- recuerda, cuando ya nada parec¨ªa tener sentido para ¨¦l, una actuaci¨®n a finales de los ochenta y la epifan¨ªa en directo que le devel¨® c¨®mo "inventar el n¨²cleo de mi p¨²blico futuro" y "crear un nuevo g¨¦nero de concierto". Y son muchos los agujeros negros y los atronadores silencios: el enigm¨¢tico accidente de moto, su relaci¨®n con Joan Baez, su matrimonio y divorcio con su musa Sarah Lowndes y su conversi¨®n cristiana son despachados en un par de l¨ªneas; mientras se divierte mintiendo que el dolido Blood on the Tracks enga?¨® a los cr¨ªticos "que pensaron que era autobiogr¨¢fico" cuando era un ciclo de canciones "basadas en relatos de Ch¨¦jov". Nada se dice de Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde, su trilog¨ªa anfetam¨ªnica y mercurial 1965/1966 jam¨¢s superada por ning¨²n otro. Tal vez, qui¨¦n sabe, ser¨¢n carreteras a recorrer en Cr¨®nicas. Volumen II y III.
Mientras tanto y hasta enton-
ces, Bob Dylan -como los grandes de verdad, por siempre joven- ha respetado su propias reglas y sus propios versos a la hora de narrar esta obra maestra que es su magistral existencia. "Para vivir fuera de la ley tienes que ser honesto", canta Dylan en una canci¨®n titulada Absolutely Sweet Marie. Y, como prueba de ello, exactamente as¨ª, honrado pero forajido, suena este gran libro.

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