Una justicia inoperante
El enorme descr¨¦dito del poder judicial es uno de los factores que m¨¢s tendr¨¢n hoy en cuenta los portugueses al votar
"En Portugal, el ciudadano com¨²n no tiene acceso a la justicia", que es un derecho de cualquier persona en "una verdadera democracia", afirma el soci¨®logo Boaventura Sousa Santos, director del Observatorio Permanente de la Justicia Portuguesa (OPJ), un organismo que desde 1992 estudia el funcionamiento del sistema judicial. "En los ¨²ltimos 10 a?os ha habido muchas reformas, pero tambi¨¦n mucho estancamiento. Y ¨¦se es el gran problema", a?ade. El diagn¨®stico del experto coincide con la percepci¨®n com¨²n: la justicia funciona mal en Portugal y, seg¨²n los comentaristas y algunos pol¨ªticos, es uno de los motivos de un cierto "retraso".
Hace unos dos a?os, el famoso proceso Casa Pia -un esc¨¢ndalo de pederastia que ha salpicado a destacadas figuras del medio art¨ªstico, social y pol¨ªtico- hizo saltar el problema del "estado de la justicia" para la prensa. El diagn¨®stico fue un¨¢nime: hay una crisis grave en el sistema que averg¨¹enza un pa¨ªs que pretende ser moderno. Destacadas figuras -como el ex presidente Mario Soares y el actual jefe de Estado, Jorge Sampaio- han denunciado las debilidades de un sistema promiscuo y donde hay un claro abuso de la prisi¨®n preventiva -Portugal es el pa¨ªs de la UE con m¨¢s detenidos en esta situaci¨®n-, donde un acusado apenas tiene derecho a defenderse, porque no sabe ni por qu¨¦ ni qui¨¦n le acusa debido al secreto judicial, que s¨®lo permite el acceso al sumario despu¨¦s de concluida la eventual acusaci¨®n formal de la fiscal¨ªa. Los profesionales de la justicia han aprovechado para denunciar que el problema est¨¢ en la falta de medios y de infraestructuras o en su mala gesti¨®n.
?ste es el debate medi¨¢tico o, seg¨²n Sousa Santos, ¨¦sta es "la justicia dram¨¢tica" que suele aparecer "siempre que personalidades importantes se ven acosadas por la justicia". Pero "la esencia del problema" es m¨¢s estructural: "La inaccesibilidad" al sistema por parte de "la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n", concluye el soci¨®logo. Los tribunales est¨¢n colapsados porque "sus grandes usuarios son las empresas", en especial las que conceden cr¨¦ditos y tienen problemas con clientes que no pagan. "Estos procesos representan hasta un 70% de la actividad de algunos tribunales", seg¨²n Sousa Santos, para quien estos casos deber¨ªan estar fuera de los tribunales. Por otra parte, la "justicia es muy cara" para el ciudadano, siendo gratuita "s¨®lo para quien vive en la absoluta penuria".
A estos problemas se suma otro, "de cultura y formaci¨®n de los jueces", poco abiertos a la innovaci¨®n y al cambio. "Portugal es uno de los pa¨ªses europeos donde la prestaci¨®n de servicios a la comunidad se aplica menos como sanci¨®n sustitutiva de una pena de prisi¨®n o pecuniaria", a?ade Sousa Santos. Por fin, las reformas se "hacen en el papel", pero no se crean las infraestructuras y no se da formaci¨®n al personal necesaria para ponerlas en pr¨¢ctica. "En este contexto, algunas reformas acaban por tener un efecto pernicioso.
"La informatizaci¨®n de algunos servicios, por ejemplo, para acelerar los procesos, acab¨® por aumentar la morosidad, por falta de formaci¨®n del personal", ilustra el soci¨®logo. Las cifras confirman la morosidad y la inoperancia del sistema: m¨¢s de un mill¨®n de procesos est¨¢n pendientes de resoluci¨®n en los tribunales y muchos deber¨¢n acabar por prescribir, pese a que el numero de funcionarios judiciales portugueses es superior a la media de la UE.
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