El mundo, seg¨²n Wojtyla
Juan Pablo II expresa su personal cosmovisi¨®n en el libro 'Memoria e identidad'
Las ideolog¨ªas del mal, nazismo y comunismo, siguen vivas bajo un disfraz democr¨¢tico y laico en los pa¨ªses que permiten el aborto. Esas ideolog¨ªas del mal nacieron con el iluminismo del Siglo de las Luces, la ¨¦poca en que Europa se apart¨® de la aut¨¦ntica filosof¨ªa, la de santo Tom¨¢s de Aquino. No toda Europa, sin embargo, es igual, porque la zona sometida a reg¨ªmenes comunistas en el siglo XX "madur¨®" espiritualmente y se hizo, en cierta forma, m¨¢s robusta y aut¨¦ntica que la regi¨®n occidental del continente. Pese al desarrollo de la Uni¨®n Europea, la naci¨®n sigue siendo tan insustituible como la familia. As¨ª ve el mundo y la historia Karol Wojtyla, el Papa en el crep¨²sculo. Juan Pablo II expresa su personal cosmovisi¨®n en el libro que ha publicado esta semana, Memoria e identidad.
"Persiste el exterminio legal de los seres humanos concebidos y a¨²n no nacidos"
En Europa "predomina una civilizaci¨®n que, si no es atea, es positivista y agn¨®stica"
Seg¨²n el Papa, Europa empez¨® a perder el rumbo con Descartes y el 'Pienso, luego existo'
La obra aparecida el pasado mi¨¦rcoles es el resultado de varias conversaciones que en 1993 Juan Pablo II mantuvo en su residencia veraniega de Castelgandolfo con dos fil¨®sofos polacos, Josef Tischner y Krzystof Michalski, fundadores del Instituto de Ciencias Humanas de Viena. El texto, cuyo original se escribi¨® en polaco, fue corregido y completado a lo largo del pasado a?o. Memoria e identidad refleja el amor de Karol Wojtyla por su Polonia natal y su desconfianza respecto a la calidad moral de las sociedades europeas.
"En el curso de los a?os se ha formado en m¨ª la convicci¨®n de que las ideolog¨ªas del mal est¨¢n profundamente arraigadas en la historia del pensamiento filos¨®fico europeo", escribe el Papa. "Cuando se public¨® la enc¨ªclica sobre el Esp¨ªritu Santo (Dominum et vivificantem, 1986), algunos ambientes en Occidente reaccionaron negativamente y de forma bastante vivaz. ?De d¨®nde sal¨ªa esa reacci¨®n? Proven¨ªa de las mismas fuentes de las cuales, m¨¢s de 200 a?os antes, brot¨® el llamado iluminismo europeo".
Seg¨²n el Papa, Europa empez¨® a perder el rumbo con Ren¨¦ Descartes. "El cogito, ergo sum (pienso, luego existo) trajo consigo un vuelco en el modo de hacer filosof¨ªa. En el periodo precartesiano", escribe Karol Wojtyla, "la filosof¨ªa, es decir, el cogito, o m¨¢s bien el cognosco, era subordinado al esse, el ser, que se consideraba primordial. En definitiva, lo que [Descartes] pon¨ªa en cuesti¨®n era la posibilidad misma de alcanzar a Dios. En la l¨®gica del cogito, ergo sum, Dios qued¨® reducido a un contenido de la conciencia humana y dej¨® de ser considerado Aquel que explica por completo el sum humano".
El pienso, luego existo desemboc¨®, dice Wojtyla, en los horrores del siglo XX: "Si el hombre puede decidir por s¨ª mismo, sin Dios, lo que es bueno y lo que es malo, puede tambi¨¦n decidir que un grupo de personas sea aniquilado. Decisiones de este tipo fueron adoptadas, por ejemplo, en el Tercer Reich, por parte de personas que habiendo alcanzado el poder por la v¨ªa democr¨¢tica se sirvieron de ¨¦l para aplicar el perverso programa de la ideolog¨ªa nacional-socialista".
En un pasaje que ha suscitado una fuerte pol¨¦mica en Alemania, el Papa parece enlazar el Holocausto con el aborto: "Persiste el exterminio legal de los seres humanos concebidos y a¨²n no nacidos. Y esta vez se trata de un exterminio decidido por Parlamentos elegidos democr¨¢ticamente, en los cuales se proclama la vocaci¨®n de progreso civil de la sociedad y de la humanidad entera". El p¨¢rrafo contin¨²a con una severa descalificaci¨®n del Europarlamento: "No faltan otras graves violaciones de la Ley de Dios. Pienso, por ejemplo, en las fuertes presiones del Parlamento Europeo para que las uniones homosexuales sean reconocidas como una forma alternativa de familia, a la que corresponder¨ªa incluso el derecho de adopci¨®n. Es l¨ªcito e incluso necesario preguntarse si no sigue operando ah¨ª una nueva ideolog¨ªa del mal, quiz¨¢ m¨¢s sutil y encubierta, que intenta aprovechar los derechos del hombre contra el hombre y contra la familia".
La soluci¨®n a los dilemas morales est¨¢, dice Juan Pablo II, en el retorno a Dios y a la vieja filosof¨ªa tomista: "Si queremos hablar con sensatez del bien y del mal, debemos regresar a santo Tom¨¢s de Aquino, es decir, a la filosof¨ªa del ser". Resulta evidente el afecto del pont¨ªfice por la Edad Media. "El medievo", exclama, "con su universalismo cristiano; el medievo con su fe simple, fuerte y profunda; el medievo de las catedrales rom¨¢nicas y g¨®ticas y de la estupenda Suma Teol¨®gica [de Santo Tom¨¢s]". Aquellos buenos tiempos fueron barridos por el Siglo de las Luces y el iluminismo, que "se opuso a aquello que Europa era por efecto de la evangelizaci¨®n".
El Papa denuncia en diversos pasajes la relajaci¨®n moral de Occidente. "La peligrosidad de la situaci¨®n que hoy se vive", dice, "consiste en que en el uso de la libertad se quiere prescindir de la dimensi¨®n ¨¦tica, es decir, de la consideraci¨®n moral del bien y del mal". "Se dice que lo que importa es ser libres, carecer de lastres o ataduras para movernos seg¨²n el propio juicio, que en realidad suele ser s¨®lo capricho", agrega.
Wojtyla recuerda una conversaci¨®n mantenida muchos a?os atr¨¢s con un estudiante belga que le dijo: "El Se?or ha permitido que la experiencia de un mal como el comunismo os haya tocado a vosotros [europeos orientales], ?y por qu¨¦ lo ha permitido? Se nos ha evitado a nosotros, en Occidente, quiz¨¢ porque habr¨ªamos sido capaces de soportar tal prueba. Vosotros, en cambio, lo lograr¨¦is". "Aquellas palabras", opina el pont¨ªfice, "conten¨ªan un diagn¨®stico".
Y sigue: "En el periodo de la autodefensa contra el totalitarismo marxista, aquella parte de Europa recorri¨® un camino de maduraci¨®n espiritual gracias al cual algunos valores esenciales para la vida humana no han sido devaluados como en Occidente. All¨ª, por ejemplo, est¨¢ a¨²n viva la convicci¨®n de que Dios es el supremo garante de la dignidad del hombre y de sus derechos".
En la Europa occidental, en cambio, predomina "una civilizaci¨®n que si no es atea de una forma program¨¢tica, es ciertamente positivista y agn¨®stica, ya que el principio en que se inspira consiste en pensar y actuar como si Dios no existiera". Esa "antievangelizaci¨®n erosiona las bases de la moral humana, da?ando a la familia y propagando el permisivismo moral: los divorcios, el amor libre, el aborto, la anticoncepci¨®n, la lucha contra la vida tanto en su fase inicial como en la crepuscular, la manipulaci¨®n de la vida". El laicismo opuesto al evangelio "opera con enormes medios financieros, no s¨®lo dentro de las naciones, sino a escala mundial". "Uno puede leg¨ªtimamente preguntarse", sigue, "si no es ¨¦sta una nueva forma de totalitarismo, sutilmente oculto tras las apariencias de la democracia".
?Qu¨¦ debe hacer el catolicismo frente a la avalancha del totalitarismo laicista? "Si la Iglesia es contestada, si se la acusa por ejemplo de recurrir al llamado proselitismo o al intento de clericalizar la vida social, no debe desanimarse", indica Wojtyla, quien a?ade de inmediato otra denuncia contra las estructuras sociopol¨ªticas occidentales: "Existen hoy partidos que, pese a una s¨®lida matriz democr¨¢tica, muestran una creciente propensi¨®n a interpretar el principio de separaci¨®n entre Iglesia y Estado seg¨²n los criterios que eran propios de los gobiernos comunistas".
Patria y naci¨®n son palabras cargadas de significado y de importancia para Karol Wojtyla: "Si se nos pregunta qu¨¦ lugar ocupa el patriotismo en los Diez Mandamientos, la respuesta no permite titubeos: se ubica en el ¨¢mbito del cuarto mandamiento, el que nos obliga a honrar al padre y a la madre". El Papa se?ala que el siglo XX ha empujado al mundo hacia "las estructuras supranacionales, o incluso hacia el cosmopolitismo", pero, "como la familia, la naci¨®n y la patria son realidades no sustituibles". ?Por qu¨¦? Porque "la identidad cultural e hist¨®rica de las sociedades es salvaguardada y alimentada por todo lo que encierra el concepto de naci¨®n", siempre que no se "degenere en nacionalismo". Los pa¨ªses de la Europa occidental, sin embargo, "se encuentran hoy en un estadio que podr¨ªamos definir como pos-identitario".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.