125 muertos en el peor atentado en Irak
Un terrorista suicida ataca a civiles que hac¨ªan cola en la ciudad de Hilla para lograr un trabajo
Un nuevo ataque suicida caus¨® ayer al menos 125 muertos en la ciudad iraqu¨ª de Hilla, unos cien kil¨®metros al sur de Bagdad. El atentado, el m¨¢s sangriento desde el derrocamiento de Sadam Husein, cuestiona los avances en la lucha contra la insurgencia del Gobierno de Ayad Alaui y sus mentores estadounidenses. Una vez m¨¢s, el objetivo elegido parecen ser los chi¨ªes, mayoritarios en Hilla como en el conjunto del pa¨ªs y ganadores de las ¨²ltimas elecciones. Cr¨ªmenes como el de ayer s¨®lo pueden ahondar la desconfianza de esa comunidad hacia los sun¨ªes (principales instigadores de la violencia) y sabotear las conversaciones para formar el Ejecutivo de transici¨®n, en el que se espera que todos est¨¦n representados.
Los habitantes de Hilla quedaron paralizados por la explosi¨®n que sacudi¨® la ciudad a las nueve y media de la ma?ana (dos horas menos en la Espa?a peninsular). El lugar donde se produjo el atentado estaba atestado de gente. A un lado de la acera, decenas de antiguos funcionarios y nuevos aspirantes hac¨ªan cola para pasar un chequeo m¨¦dico que les abriera el paso a un empleo p¨²blico. Enfrente, un mercado al aire libre, donde numerosas personas hac¨ªan compras. Un segundo despu¨¦s, un batiburrillo de hierros retorcidos, cuerpos desmembrados y sangre. Las im¨¢genes grabadas por un c¨¢mara de Reuters son estremecedoras.
"?Al¨¢ akbar!" ("?Dios es el m¨¢s grande!"), se oye corear a la gente mientras los miembros de los equipos de rescate evacuan a los heridos. Hay tantos, que se colapsan los servicios de urgencia. Hay que recurrir a m¨¦dicos de varias ciudades para poder atender a todos los ingresados. "Hemos mandado a los pacientes a sus casas, y todas las habitaciones, incluidas las de cardiolog¨ªa, est¨¢n ocupadas con los heridos", declara Mohamed Dia, director del hospital. Al final del d¨ªa, fuentes sanitarias hablan ya de 125 muertos. Y la cifra de heridos llegaba a 170.
Un testigo, Said Shamran, relata c¨®mo se produjo el ataque: "Un coche gris sali¨® de una bocacalle. Iban dos hombres dentro, pero antes de llegar frente a la cola de los funcionarios par¨® y uno de ellos se baj¨® tras dar un apret¨®n de manos y un beso al conductor. Luego el coche avanz¨® un poco m¨¢s y estall¨® por los aires".
Obuses de mortero
"Hemos encontrado las manos del suicida agarradas al volante del coche bomba y un ejemplar del Cor¨¢n quemado entre los restos del veh¨ªculo", declar¨® a la agencia France Presse uno de los bomberos que participaron en las operaciones de rescate. La polic¨ªa confirm¨® m¨¢s tarde el car¨¢cter suicida del ataque. "El coche estaba cargado con algunas decenas de kilos de TNT y varios obuses de mortero para causar el m¨¢ximo de v¨ªctimas", explic¨® Zamer Sult¨¢n, director de la polic¨ªa cient¨ªfica.
Los atentados suicidas se han convertido en el arma m¨¢s sangrienta y m¨¢s habitual de los insurgentes. Desde que en agosto de 2003, un cami¨®n bomba conducido por uno de estos voluntarios de la muerte destruyera la sede de la ONU en Bagdad, al menos una decena de los ataques m¨¢s graves han tenido un detonador humano. Aquel atentado se llev¨® por delante la vida de 22 personas, incluidos el representante de la organizaci¨®n internacional Sergio Vieira de Mello y el capit¨¢n de nav¨ªo espa?ol Manuel Mart¨ªn, e inaugur¨® una f¨®rmula macabra que ya se ha cobrado medio millar de v¨ªctimas mortales, en su mayor¨ªa iraqu¨ªes. Pero ha habido muchos otros con resultados menos espectaculares. Ayer mismo, en Musayib, a 30 kil¨®metros de Hilla, el autor de una acci¨®n similar s¨®lo logr¨® hacerse saltar por los aires a s¨ª mismo.
Los cometidos por suicidas son los ataques que m¨¢s han sorprendido a los iraqu¨ªes, ya que no tienen precedentes en su pa¨ªs. Las eufem¨ªsticamente denominadas operaciones de martirio empezaron a usarse en los a?os ochenta en los c¨ªrculos chi¨ªes revolucionarios inspirados por Jomeini. Tal como explica el estudioso franc¨¦s Gilles Kepel en su libro Fitna: guerra en el coraz¨®n del islam (Paid¨®s, 2004), "hasta esa fecha hab¨ªa sido rar¨ªsimo, si no desconocido, en la cultura pol¨ªtica de los movimientos sun¨ªes. Fue el Hezbol¨¢ liban¨¦s (chi¨ª) el que sirvi¨® de ejemplo para los islamistas radicales palestinos (sun¨ªes)".
Ahora, en el revoltijo de intereses que se confabulan tras la insurgencia iraqu¨ª, se cree que son los sectores salafistas (radicales sun¨ªes) quienes aportan los voluntarios para esas acciones humanamente incomprensibles. Muchos iraqu¨ªes ponen en duda que sean iraqu¨ªes quienes los llevan a cabo y las pruebas circunstanciales encontradas hasta ahora apuntan a que por lo menos cuentan con una importante ayuda exterior. Saud¨ªes, sudaneses, yemen¨ªes y sirios han sido responsabilizados de varios de esos ataques sin mostrar demasiadas pruebas al respecto.
El autor del ¨²ltimo atentado contra la embajada jordana en Bagdad, el 24 de diciembre, sobrevivi¨® a la explosi¨®n al ser lanzado fuera del cami¨®n por la onda expansiva. Recogido como un herido m¨¢s, los servicios secretos detectaron que hab¨ªa alguien con un inter¨¦s sospechoso por sacarle del hospital. Su interrogatorio descubri¨® que se trataba de Ahmed al Shayea, un saud¨ª cuya familia recibi¨® una llamada anunciando su muerte como m¨¢rtir.
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