A vueltas con la crisis
A veces, un comentario sobre una pel¨ªcula no puede obviar algunos aspectos de ¨¦sta que al espectador no deber¨ªan preocuparle, pero sin los cuales dif¨ªcilmente podr¨¢ saber por qu¨¦ la pel¨ªcula en cuesti¨®n luce como luce. Es el caso de Buena vida / Delivery, un t¨ªtulo argentino que naci¨® al calor de las movilizaciones populares de 2001, al que afect¨® de lleno la crisis econ¨®mica del corralito y la inmovilizaci¨®n de divisas que acarre¨®, y que s¨®lo el pasado a?o pudo llegar en (ciertas) condiciones a las pantallas. O sea, que por esos azares de la pol¨ªtica, la pel¨ªcula fue la primera v¨ªctima de la situaci¨®n que le sirve de partida, caso curioso de conjunci¨®n entre forma e inspiraci¨®n...
BUENA VIDA / DELIVERY
Direcci¨®n: Leonardo di Cesare. Int¨¦rpretes: Nacho Toselli, Moro Anghileri, ?scar N¨²?ez, Alicia Palmes, Sof¨ªa de Silva. G¨¦nero: comedia dram¨¢tica. Argentina, 2004. Duraci¨®n: 94 minutos.
Pero dicho esto, hay que dar al C¨¦sar lo que es suyo: las virtudes de la pel¨ªcula, las que le dan sentido, siguen estando all¨ª, inc¨®lumes a pesar de la falta de presupuesto, de las interrupciones en el rodaje y de las mil vicisitudes que tuvieron que afrontar sus responsables, y que se aprecian en un final forzado, que deja, al menos para el gusto de quien esto firma, muchos cabos sueltos a una ficci¨®n que, por lo dem¨¢s, se aguanta gracias a su f¨¦rreo anclaje en la realidad y a un inusual sentido del humor. Negro, negr¨ªsimo, por lo dem¨¢s.
Porque de lo que habla este filme, ir¨®nico desde el t¨ªtulo, no es de ninguna buena vida, sino de la p¨¦sima existencia que tiene que arrastrar un bonaerense que un buen d¨ªa dice que s¨ª a lo que ¨¦l cree una situaci¨®n excitante. Y ese s¨ª implica que se vaya a vivir a su casa la chica a la que pretende, una muchacha preciosa, con suficiente coraje como para, aparentemente, plantar cara a la vida trabajando en una gasolinera.
Pero lo que sigue es ya harina de otro costal, porque pronto ver¨¢ su casa inundada de familiares de la chica, que no tienen d¨®nde ir..., y otros secretos dolorosos que ir¨¢ descubriendo poco a poco. Es decir, que estamos ante una ficci¨®n que pone sobre la mesa el viejo tema de qu¨¦ hacer cuando vienen mal dadas, y sobre todo, que recuerda que el esp¨ªritu de supervivencia est¨¢ por encima de las convenciones sociales, aunque ¨¦stas no se abandonen nunca del todo.
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