El dise?o m¨¢s actual se nutre de las posibilidades del negro
La sexta jornada de la Semana de la Moda parisiense fue variada y no trajo otro sobresalto que el final de John Galliano con aparato de artificio. Paco Rabanne present¨® sin ¨¦xito su nuevo dise?ador y Nina Ricci sigue en su l¨ªnea de recuperaci¨®n. Evocaci¨®n de la s¨ªntesis zen en Comme des Gar?on con un gran apoyo del volumen y un definitivo espaldarazo general al esperado triunfo y dominio del negro.
Se puede asegurar que el n¨®rdico Lars Nielsen mantiene el tipo en Nina Ricci con una digna voluntad de estilo, recrea gamas que fueron se?as de identidad de la casa anta?o y va hacia un lujo de intimidades entre las materias m¨¢s suaves y las pieles m¨¢s elaboradas. Destacaron sus cuellos de castor, la lana lustrada, el raso de seda estampado con el dibujo vegetal de la porcelana de cant¨®n y el uso extravagante del armi?o rubio, lo que contrastaba con una dom¨¦stica rebeca tricotada. Su construcci¨®n est¨¢ hecha al detalle con b¨²squedas ergon¨®micas y un alarde de superposiciones.
El deb¨² del nuevo dise?ador de Paco Rabanne (tambi¨¦n venido de Norteam¨¦rica, donde ten¨ªa responsabilidad de algunas de las l¨ªneas de Perry Ellis) no puede considerarse una buena entrada con el pie derecho en el evento parisiense. Su colecci¨®n, sobria y a veces incluso aburrida, us¨® de varios grises y del negro para considerar hallazgo la idea de la fragmentaci¨®n escalonada en horizontal, el uso de dobles capas y del tejido fortuny y algunos volantes que daban gracia a elementos no del todo conseguidos. Dos detalles animaron el asunto: las blusas camiseras muy historiadas y los remates de pedrer¨ªa para sisas y escotes, aunque lo mejor fue una gabardina neoyorquina de toda la vida en tela negra engomada.
Pastelazo a Wintour
Vuelve a tener un enorme peso la presencia de la nube japonesa y sus medios de comunicaci¨®n escrita y televisivos, una vez superados los a?os de ruidosa crisis que tuvo el potente pa¨ªs asi¨¢tico a fines de la d¨¦cada de los noventa. Esa masa de periodistas de ojos rasgados y vestimenta negra de la que cuelgan muchos bolsos de Prada y Louis Vuitton son tambi¨¦n una clara esperanza de revitalizaci¨®n del mercado exterior. Como en otros eventos internacionales del sector, son las firmas y los poderosos grupos internacionales quienes llevan y atraen a los especialistas hasta sus desfiles; otro tanto sucede con la prensa europea y alguna norteamericana, cortejadas en otro estilo, pero siempre bajo la ¨¦gida de organismos serios como la C¨¢mara Sindical del Pret-?-Porter, Modistas y Creadores de Moda.
El suceso extraprofesional, pero significativo, de la jornada de ayer fue que los activistas norteamericanos de la temida PETA, que se ocupan de la defensa de los animales, le plantificaron a Anne Wintour (directora del Vogue USA), en pleno rostro, una tarta hecha con pasta de dientes y espuma de afeitar por presentarse en el desfile de McQueen con un llamativo abrigo de pieles. La poderosa periodista no se encogi¨®; volvi¨® a su coche, una especie de camerino de emergencia, se cambi¨®, se remaquill¨® y volvi¨® a la pasarela. Habiendo pieles en todos los desfiles, ha habido interpretaciones de todos los colores con respecto a este hecho, que persegu¨ªa el impacto publicitario m¨¢s que una concienciaci¨®n ante el uso de las pieles. Otros desfiles de inter¨¦s fueron el de una siempre imaginativa Sonia Rikel acudiendo a una sinfon¨ªa de negros con brillantes puntos de color en rosa o fucsia; Cacharel, con su regreso a los elementos ¨¦tnicos americanos.
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