Conexi¨®n

Joan Rosell y Miquel Valls son los presidentes de Fomento del Trabajo Nacional, la gran patronal, y de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona, respectivamente. Han venido a Valencia para parlamentar con sus colegas. Cabe esperar que hayan adelantado pasos para resta?ar heridas y aclarar malentendidos. Maquiavelo escribi¨® que las cosas importantes deben llevarse despacio. Juan Roig, uno de los empresarios influyentes de la Comunidad Valenciana, ha afirmado que conviene acabar con este litigio entre los intereses empresariales que se mueven al norte y al sur del Ebro. Catalanes y valencianos est¨¢n condenados a entenderse por proximidad y por sentido com¨²n. Los representantes de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios, con Francisco Pons al frente, ya han manifestado que a los empresarios valencianos y catalanes les conviene negociar para llegar a conclusiones que beneficien a los de aqu¨ª y a los de all¨¢.

Si nos hubi¨¦ramos entendido en la d¨¦cada de los noventa, en este momento el tren de alta velocidad en el corredor mediterr¨¢neo ser¨ªa hecho constatable. Los empresarios valencianos que se distinguieron en el siglo XX por su vocaci¨®n exportadora y su pericia en la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa, se han acabado enredando en la guerra a muerte, decretada por no se sabe qui¨¦n -?o s¨ª se sabe?- a nuestros vecinos del norte.

Catalu?a y la Comunidad Valenciana han tenido siempre l¨ªneas de colaboraci¨®n econ¨®mica, al margen de las tesis oficiales. En la sociedad valenciana hay fracturas que se agudizaron desde la segunda mitad del siglo pasado. La quintaesencia del fin¨ªsimo esp¨ªritu liberal valenciano qued¨® en honrosas posiciones personales. El divorcio existente entre Universidad, empresas y administraciones p¨²blicas puede complicar la vida de los ciudadanos. La creaci¨®n de la nueva Consejer¨ªa de Empresa, Universidad y Ciencia inicia un camino de proximidad y entendimiento, m¨¢s all¨¢ de posiciones anquilosadas en la tarea de lograr un di¨¢logo que nunca existi¨®.

Al filo de este comentario quiero dejar constancia de dos acontecimientos sintom¨¢ticos. Uno es el fallecimiento de Jos¨¦ Mar¨ªa Pascual, exportador valenciano de Pego, que concibi¨® y control¨® uno de los holdings empresariales m¨¢s impresionantes en torno a la exportaci¨®n hortofrut¨ªcola. Aut¨¦ntica multinacional del sector que despu¨¦s se malogr¨®, tras un episodio de secuestro que no se lleg¨® a aclarar. Jos¨¦ Mar¨ªa Pascual, protagonista de la compa?¨ªa Pascual Hermanos, productor de cine, int¨¦rprete y compositor de m¨²sica para piano y bastantes cosas m¨¢s, ha pasado sin pena ni gloria. Tras su desaparici¨®n nadie se ha acordado de ¨¦l.

El otro asunto, quiz¨¢ m¨¢s importante, es la desconexi¨®n entre el mundo de la empresa y los problemas que preocupan a la sociedad. La empresa y el estamento universitario tienen el compromiso de aproximarse a la realidad cotidiana de los ciudadanos. No es admisible que por defender unos intereses concretos, principios obsoletos o tesis sociol¨®gicas e intelectuales irreales, la situaci¨®n vital de los valencianos vaya por derroteros desenfocados. La sociedad valenciana nunca llegar¨¢ a superar sus limitaciones mientras cada interlocutor no deje de mirarse obsesivamente su ombligo, para pensar con visi¨®n de pa¨ªs.