Peret, de memoria
A punto de cumplir los 70 a?os, el gitano catal¨¢n publica un libro de recuerdos escrito por su "sobrina paya"
Pere Pubill Calaf, en arte Peret, cumplir¨¢ el d¨ªa 24 de este mes 70 a?os. El rey de la rumba catalana piensa celebrarlo por todo lo alto con una gran fiesta. Antes, a finales de la semana que viene, estar¨¢ en las librer¨ªas Peret, el alma de un pueblo (Pen¨ªnsula; en catal¨¢n, en Edicions 62), de C¨¨lia S¨¤nchez-M¨²stich, su "sobrina paya" (relacionada con el cuarto de sangre de Peret no gitana). M¨¢s que de un libro de memorias, se trata de una larga entrevista en la que la autora va penetrando en la fascinante personalidad del autor de canciones tan celebradas como Borriquito, Don Toribio Carambola, Saboreando, El gitano Ant¨®n y Gitana hechicera, que son¨® como himno de clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona en 1992.
"Hay personas en contra de Catalu?a porque creen que Catalu?a est¨¢ contra Espa?a"
"Saqu¨¦ a gente de la droga para que me siguiera a la secta. Y la secta les hizo bien"
- "A don Toribio Carambola se le ha antojado de ir (sic) a dar un viaje a la luna en un moderno proyectil". A Peret se le ha antojado dar una vuelta por su poco convencional biograf¨ªa. Y lo ha hecho confiando sus recuerdos a C¨¨lia, su sobrina escritora (Barcelona, 1954; ha ganado premios de poes¨ªa y narrativa en catal¨¢n). Ahora bien, salvo la de nacimiento en Matar¨® en 1935, que nadie espere encontrar muchas fechas m¨¢s, ni clasificaciones, ni listas de actuaciones de los 58 a?os de vida art¨ªstica de Peret en esta obra. "Eso casa mal con la familia", coinciden bi¨®grafa y biografiado. "Si algo no nos va son los encasillamientos"
El libro se abre con una paradoja significativa. Peret se hallaba en Matar¨®, en la chabola donde viv¨ªa con su familia. Tendr¨ªa tres a?os. Un avi¨®n de combate realiz¨® un vuelo rasante sobre el descampado. Su t¨ªo invit¨® a la calma: "Tranquilos, son de los nuestros". Pero el avi¨®n hizo una segunda pasada y ametrall¨®. "Desde entonce supe que los nuestros pod¨ªan fastidiarte la vida lo mismo que los que no lo eran", dice el cantante. Por lo dem¨¢s, en ning¨²n momento aclara qui¨¦n se supone que eran "los nuestros".
- "Saboreando, sa, saboreando. Saboreando, sa, sa, saboreando". "Cincuenta y ocho a?os de vida art¨ªstica, s¨ª. Debut¨¦ a los 12, en el teatro T¨ªvoli de Barcelona, junto con una prima m¨ªa, en un festival que se dio en honor de Evita Per¨®n". Siendo muy joven, Peret se traslad¨® con su familia a la calle de Salvadors, junto a la plaza de Padr¨®, el mismo barrio de V¨¢zquez Montalb¨¢n, quien por cierto en su Barcelonas recuerda a la comunidad gitana de la calle de la Cera. Al ni?o Peret a¨²n le costar¨ªa llegar a la vida art¨ªstica. Antes se dedic¨® a la venta ambulante, como sus padres. De ah¨ª procede sin duda su simpat¨ªa irresistible, que tantos beneficios le ha reportado.
"Mi primer ¨¦xito lleg¨® con el tema La noche del hawaiano, que empez¨® a sonar en las discotecas de moda de la parte alta de Barcelona, en Bacarr¨¢, concretamente". Peret se hizo amigo de gente bien, incluso lleg¨® a vivir en un piso junto al Tur¨® Park. Pero nunca olvid¨® su Barrio Chino de origen, al que acab¨® regresando una vez casado con Santa, a los 22 a?os. Arriba y abajo: ?qu¨¦ vida prefer¨ªa Peret? "Las dos", contesta. "Siempre lo ha querido todo. Es leg¨ªtimo", matiza C¨¨lia.
- "Borriquito como tu, turur¨², que no sabes ni la u, turur¨²".
Esa canci¨®n, de 1968, es acaso la que mayor ¨¦xito ha proporcionado a Peret. Y naci¨® justamente ah¨ª, en el intersticio entre la ciudad adinerada y la ciudad pobre. "Yo bajaba por la calle de Urgell -entonces era de bajada- con un gran coche americano, de esos que cuando frenas casi rebotan, de la buena amortiguaci¨®n que tienen. Y fue frenando r¨ªtmicamente como sali¨® Borriquito. De hecho, es una cr¨ªtica contra la moda de entonces de que todo fuera en ingl¨¦s y de la tendencia a olvidarnos de nuestra m¨²sica en favor del rock and roll". Vaya, que el borriquito no es m¨¢s que un esnob. "S¨ª. Pero mis letras siempre se han conocido muy poco, al dominar el ritmo y la melod¨ªa".
De Barcelona, Peret dio el salto a Madrid, al tablao El Duende, cuyos propietarios eran el torero Gitanillo de Triana y su suegra, Pastora Imperio. "Yo estaba trabajando en tablaos de la Costa Brava con la Camboria y Lauren Postigo. Acept¨¦ si ellos tambi¨¦n viajaban. As¨ª fue". A la familia no le hizo ninguna gracia esa etapa madrile?a de Peret. Pero fue en ese momento cuando el cantante dej¨® definitivamente su actividad comercial para consagrarse al arte.
- "Mataron al gitano Ant¨®n, ?ay, se?ores qu¨¦ penita!, porque al gitanito Ant¨®n todo el mundo le quer¨ªa". Hubo unos a?os, confiesa Peret, en que iba siempre armado, incluso por casa. Tem¨ªa que le mataran por alg¨²n asunto oscuro. De hecho el libro no ahorra confesiones pol¨ªticamente tan incorrectas como que una de las ¨¦poca mejores que tuvo desde el punto de vista econ¨®mico se la debe al juego. Eso dur¨® hasta "la iluminaci¨®n" de 1982. Ese a?o lo abandon¨® todo para dedicarse a predicar en nombre de la Iglesia Evang¨¦lica de Filadelfia. Una aventura que dur¨® nueve a?os. "Me equivoqu¨¦ y arrastr¨¦ a mucha gente a la que ahora pido excusas. Pero cuidado, lo de las sectas tambi¨¦n es relativo. Hay gente a la que saqu¨¦ de la droga para que se uniera a mi iglesia. Y a esa gente la secta le fue muy bien. De hecho sigue all¨ª y no ha vuelto a caer".
Peret habla de esa ¨¦poca con un corrosivo sentido del humor. Dice que el p¨²lpito le proporcionaba un sex appeal no inferior al del escenario. "Las mujeres me buscaban. Pero yo las recib¨ªa siempre con otros dos predicadores presentes para que no ocurriera nada".
- "Si la canci¨®n que yo canto no te llena de alegr¨ªa de vivir, por m¨¢s cosas que te diga no sirve de n¨¢". Peret fue a Eurovisi¨®n, en 1974, con Canta y s¨¦ feliz. Qued¨® en noveno lugar. Pero por entonces su fama hab¨ªa saltado fronteras. Se prodigaba por Europa y Am¨¦rica. Era la imagen viva del tardofranquismo, a la que contribuyeron de manera definitiva sus pinitos cinematogr¨¢ficos. Amor a todo gas (dirigida por Ram¨®n Torra, 1969), ?Qu¨¦ cosas tiene el amor! (Germ¨¢n Llorente, 1969), A mi las mujeres ni fu ni fa y Si fulano fuera mengano (ambas de Mariano Ozores, de 1971) se cuentan entre sus realizacones.
- "Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder". La Gran Hechicera marc¨® el regreso de Peret a los escenarios, tras aquellos misteriosos a?os de predicador en que sus seguidores le perdieron la pista. "Fue como una segunda parte de mi carrera, cuando ya no me la esperaba. Y fue entonces cuando se acu?¨® el t¨¦rmino rumba catalana. Antes era s¨®lo rumba, la de los gitanos de los barrios de Sants, Gr¨¤cia y el Raval. De hecho, mi gran ¨ªdolo era Antonio Gonz¨¢lez, El Pesca¨ªlla, m¨¢s tarde marido de Lola Flores, que actuaba con su hermano El Polla y su otro hermano El Mero. Sus seguidores me miraban con recelo, pero ellos no. Cuando muri¨® Lola Flores, El Pesca no me dej¨® mover de su lado, me ten¨ªa la mano cogida y a cada amigo que se acercaba le dec¨ªa: 'Ves? Mi primo Peret ha venido'. Los primos de verdad quiz¨¢ nunca se han querido tanto como nosotros".
- "Una l¨¢grima cay¨® en la arena, ?ay!, en la arena cay¨® tu l¨¢grima".
La paternidad de la rumba catalana es, pues, compartida. Pero a Peret se le debe ese rasgueo t¨ªpico de la guitarra conocido como "el ventilador", el tratamiento del instrumento como percusi¨®n, la presencia irrenunciable de los palmeros y una aceleraci¨®n de los tiempos de ejecuci¨®n que ayudaba sin duda a la promoci¨®n comercial.
?Cas¨® mal todo esto con los 23 a?os de Jordi Pujol? A Peret le fue concedida la Creu de Sant Jordi -m¨¢xima distinci¨®n de la Generalitat- en 1983, pero su presencia en los medios oficiales ha sido m¨¢s bien escasa. "Yo no me he sentido nunca marginado, creo que se me ha tratado bien. Lo que ocurre es que cuando, con la democracia, llega a mandar en Catalu?a gente que defiende mucho lo de aqu¨ª, hemos llegado a aburrir a los de afuera, mientras que antes nos admiraban y quer¨ªan. En la etapa nacionalista yo iba por las televisiones y radios de toda Espa?a, y notaba que estaban en contra de Catalu?a porque les parec¨ªa que Catalu?a estaba en contra de Espa?a. Es lo que tiene la pol¨ªtica".
- "Cada vez que oigo cantar a mi Santa, ay, corren por mi cuerpo, gitana morena, cosas extra?as". Por el cuerpo de Peret corren no pocas cosas extra?as y de una notable incorrecci¨®n pol¨ªtica. La pirater¨ªa: "Es culpa de las televisiones y las radios, que determinan lo que se escucha y que un disco cueste 3.000 pelas, que un joven no puede permitirse". La democracia: "Me abstengo. No me gusta este sistema, no me parece justo". El dinero: "Me ha molestado siempre hablar de dinero. No me ha hecho bailar nunca". Las mujeres: "Todas son potencialmente lesbianas". Los gitanos: "Lo primero que aprend¨ª es que hay gitanos maricones. Y que las muejeres est¨¢n muy maltratadas".
Est¨¢ convencido de que exponer tan clarament estas ideas en el libro va a reportarle alg¨²n disgusto con sus tocayos. C¨¨lia le mira, divertida: "?La bi¨®grafa tambi¨¦n cobrar¨¢?", pregunta.
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