Una discreci¨®n mafiosa

Raffaelle Amato llev¨® una vida de lujo el mes que permaneci¨® en Barcelona, hasta ser capturado el pasado 26 de febrero. El medio mill¨®n de euros diarios que se embolsaba, le permit¨ªa moverse entre hoteles de lujo. Pero sobre todo, Amato llev¨® una vida discreta, sorda. Incluso la resistencia que ofrecieron sus guardaespaldas durante la detenci¨®n fue m¨¢s protocolaria que real. El jefe del clan de la Camorra napolitana fue capturado a la salida de un casino de la zona del Puerto Ol¨ªmpico de Barcelona. Su orden internacional de busca y captura incluye la organizaci¨®n de un clan mafioso, extorsiones y muertes.

Luca Avallone hab¨ªa sido el anterior. Mientras que el clan de Amato surt¨ªa de droga el sur de Italia, el de Avallone controlaba los estupefacientes en la mitad septentrional de Italia. Avallone s¨®lo estaba en Barcelona de paso y cumpl¨ªa con la orden de personarse peri¨®dicamente ante un tribunal barcelon¨¦s al haber sido detenido por tr¨¢fico de drogas el verano pasado en Ibiza. Fue apresado el 9 de febrero en el aeropuerto de El Prat cuando embarcaba hacia Bolonia.

Antes de Avallone cay¨® Humberto Adinolfi. El capo de un clan de la Camorra fue detenido en enero despu¨¦s de que la polic¨ªa italiana hubiera detectado que sus llamadas a parientes ten¨ªan origen en cabinas telef¨®nicas del Eixample barcelon¨¦s.

Tres son los perfiles del mafioso que llega a Catalu?a: el que huye de la justicia italiana, siempre con documentos de identidad falsos -Adinolfi se enfrentar¨¢ en su pa¨ªs a una condena de 24 a?os por tr¨¢fico de drogas-. El que huye de venganzas de clanes rivales. Y el que emigra por motivos laborales, como supervisar operaciones concretas o crear una peque?a infraestructura o franquicia que rinde cuentas a la matriz italiana.

Amato era de los m¨¢s activos: viv¨ªa desde hac¨ªa dos a?os en Espa?a, primero en Marbella y Torremolinos y desde hac¨ªa un mes en Barcelona. Desde aqu¨ª controlaba sus negocios italianos. Mat¨®n que hizo fortuna, estrech¨® su relaci¨®n con Espa?a cuando supervisaba para Paolo di Lauro, su ex jefe, los grandes env¨ªos de drogas con destino a Italia. Despu¨¦s de escindirse del clan Di Lauro se estableci¨® en Espa?a. Al clan de Amato se le conoce como el de espa?oles o secesionistas.

El abanico de delitos de la mafia italiana en Catalu?a es amplio. "Todo lo que d¨¦ un euro", aclaran fuentes de los Mossos: tr¨¢fico de armas y de estupefacientes, estafas, robos... En agosto pasado fueron detenidos otros dos capos de la Camorra junto con dos sicarios en Santa Coloma de Gramenet, justo cuando pretend¨ªan prorrogar su carrera de atracos a bancos.

Por Catalu?a pasa buena parte de la droga con origen africano o suramericano y destino europeo. La mafia italiana es s¨®lo un eslab¨®n m¨¢s, que trabaja con la marroqu¨ª y la colombiana, pero est¨¢ lejos de controlar el negocio. Gaetano di Lorenzo fue detenido cuando ultimaba una compraventa de droga hace tres a?os. Entonces era uno de los cinco delincuentes m¨¢s buscados de Italia, con un n¨²mero indeterminado de homicidios a sus espaldas.

Estos grupos de crimen organizado se concentran en Barcelona, para pasar inadvertidos, y en el litoral, donde blanquean dinero a trav¨¦s de inversiones inmobiliarias, aunque con mucha menos intensidad que en otras zonas de la costa mediterr¨¢nea. Para ello se valen de empresas legales. Los Mossos sospechan que Amato intentaba blanquear dinero.

?Por qu¨¦ Catalu?a? "El clima y el idioma son parecidos, es f¨¢cil pasar inadvertido, la distancia hacia Italia no es mucha y es un punto estrat¨¦gico en el tr¨¢fico de drogas", responden fuentes policiales, que aseguran haber detectado en los ¨²ltimos a?os a miembros de la Cosa Nostra siciliana, la N'drangheta calabresa y, sobre todo, la Camorra napolitana. Aunque el ruido medi¨¢tico s¨®lo llega con las detenciones de los capos, lo que m¨¢s abunda son cargos medios o bajos siempre discretos, y lejos de trasladar a Espa?a la renacida beligerancia entre clanes que en las ¨²ltimas semanas ha trufado el sur de Italia de cad¨¢veres.

"Son un n¨²mero bajo y estable", aseguran fuentes policiales. "No se puede hablar de redes mafiosas, sino de n¨²cleos o peque?as franquicias", a?aden. Ni los Mossos d'Esquadra ni el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa los citan como una de sus mayores preocupaciones. "De cada 30 operaciones, podemos encontrarnos italianos en dos o tres, y no todos los delincuentes italianos pertenecen a las mafias", precisa la polic¨ªa auton¨®mica.