?Libertad o seguridad?
La UE ha avanzado tras el 11-M en la persecuci¨®n del terrorismo, pero no en la defensa de los derechos civiles
A partir del d¨ªa 1 de enero de 2008, la polic¨ªa de un pa¨ªs de la Uni¨®n Europea deber¨¢ aportar la informaci¨®n terrorista que le demande la polic¨ªa de otro pa¨ªs de la UE. Este mandato, establecido por los l¨ªderes europeos, mejorar¨¢ sin duda la persecuci¨®n transfronteriza del terrorismo, pero ?qu¨¦ garant¨ªas tendr¨¢n los ciudadanos involucrados respecto a los datos que se intercambien los agentes? ?Qui¨¦n velar¨¢ por borrar los datos de implicados que resulten despu¨¦s ser inocentes? ?ste es uno de los ejemplos que esgrimen las asociaciones de defensa de los derechos humanos para denunciar que el 11-M ha promovido una mejora de las pol¨ªticas represivas, pero que la defensa de los derechos civiles no ha avanzado a la par.
La euroorden ha terminado con los procesos de extradici¨®n en Europa. Establece el reconocimiento mutuo de decisiones judiciales de manera que, sin mediaci¨®n pol¨ªtica, un juez puede entregar en unos pocos d¨ªas a un acusado reclamado por otro juez de otro pa¨ªs. Pero, ?qu¨¦ defensa tiene el acusado? ?Qui¨¦n le garantiza abogados en ambos pa¨ªses para defenderse de una acusaci¨®n de la que quiz¨¢ desconozca los detalles y las pruebas? Es la cuesti¨®n que plantea Sarah de Mas, de la organizaci¨®n brit¨¢nica Justicia en el Extranjero.
"Es verdad que el 11-M no ha provocado un recorte de libertades como el producido tras el 11-S, pero la protecci¨®n jur¨ªdica no est¨¢ atravesando fronteras de la misma forma en que lo est¨¢ haciendo la represi¨®n; no hay paso atr¨¢s, pero tampoco adelante en libertades", matiza Susie Alegre, de la oficina europea de Amnist¨ªa Internacional. Como ejemplo, Alegre cita el incumplido plan europeo de establecer una directiva marco sobre los derechos procedimentales en Europa. Siempre hay un pa¨ªs que encuentra dificultades para fijar est¨¢ndares comunes y, a este respecto, recuerda que, por ejemplo, la ley espa?ola permite mantener a un sospechoso de terrorismo hasta 13 d¨ªas incomunicado.
La situaci¨®n m¨¢s grave, sin embargo, se est¨¢ produciendo en una de las democracias m¨¢s veteranas del mundo: el Reino Unido. Al rebufo de los atentados del 11-S en Estados Unidos, el Gobierno de Tony Blair aprob¨® una ley antiterrorista que permit¨ªa encarcelar indefinidamente sin juicio a los extranjeros sospechosos de terrorismo. Diecisiete personas han sufrido el peso de esta ley que en diciembre suspendi¨® la C¨¢mara de los Lores.
Ahora, el Gobierno de Blair intenta reemplazarla con otra norma que permitir¨ªa al Ministerio del Interior lanzar una "orden de vigilancia" contra un sospechoso de terrorismo, lo que ha generado un agrio debate nacional. "Por el momento", dice Tony Bunyan, de la organizaci¨®n Statewatch Report, "el Reino Unido es el ¨²nico pa¨ªs de la UE que ha tomado medidas excepcionales, pero se est¨¢ generando una nueva agenda en el Grupo de los Ocho (G-8) -los m¨¢s industrializados del mundo- que puede afectar a la Uni¨®n en su conjunto".
En este contexto, Bunyan recuerda, en un informe publicado el martes, que el G-8 reaccion¨® al 11-S exigiendo pasaportes biom¨¦tricos y la retenci¨®n de los datos de los pasajeros a¨¦reos, e insiste en la necesidad de mejorar las t¨¦cnicas de vigilancia e investigaci¨®n con todos los medios t¨¦cnicos disponibles.
Los pasaportes biom¨¦tricos (con un microprocesador que recoger¨¢ los datos y las huellas dactilares) van a ser una realidad en la UE a finales del pr¨®ximo a?o. Fue una exigencia de Washington que a la UE no le pareci¨® mal al considerar que de esa forma se mejoraba la seguridad propia. Tambi¨¦n por exigencia de la Administraci¨®n Bush, la UE consinti¨® el a?o pasado en permitir que los pasajeros a¨¦reos aporten sus datos personales a las compa?¨ªas. "Es imposible controlar qui¨¦n tiene acceso a esos datos en EE UU, donde hay alrededor de 1.500 agencias", alerta Bunyan.
La UE reclama un fluido intercambio de informaci¨®n policial, judicial y de inteligencia para mejorar la lucha contra el terrorismo. En efecto, en un continente sin fronteras parece l¨®gico pensar que ¨¦sta es una necesidad perentoria para la persecuci¨®n transfronteriza del crimen organizado.
Pero las organizaciones de derechos humanos se preguntan por qu¨¦ los legisladores europeos no han tenido el mismo cuidado en establecer, por ejemplo, la obligaci¨®n de eliminar de la informaci¨®n transmitida el nombre de sospechosos o condenados por error. "En esta lucha contra el terrorismo se est¨¢n produciendo enormes desequilibrios", dice Sarah de Mas. "Nuestras democracias est¨¢n corriendo un riesgo enorme y a veces las decisiones parecen estar tomadas por el propio Osama bin Laden, al que mueve precisamente su af¨¢n por atacar los principios de las sociedades occidentales".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.