Bicoca

La pol¨ªtica en Andaluc¨ªa se catalaniza. Javier Arenas reclama a gritos una querella como la que ha puesto CiU a Maragall en Catalu?a, tras decir que la denuncia por el supuesto 3% en comisiones del anterior Gobierno es moco de pavo con los abusos y el desv¨ªo de poder de los socialistas durante 25 a?os al frente de la Junta. O Chaves le pone una denuncia o se va a pillar un disgustazo el dirigente del PP, que cada d¨ªa se pone el list¨®n m¨¢s alto para encontrar su hueco medi¨¢tico fuera del Parlamento. Desde que volvi¨® a Andaluc¨ªa a liderar el partido que ya lideraba y a constituirse en alternativa de ¨¦l mismo, est¨¢ que se sale en las encuestas. Ha ganado en un a?o tres cent¨¦simas de punto con respecto a Te¨®fila Mart¨ªnez. A este ritmo, le coge en la oposici¨®n la segunda modernizaci¨®n entera.

Tambi¨¦n en el PA se mira de reojo a Catalu?a. Juli¨¢n ?lvarez ha visto que los populares con Piqu¨¦ se est¨¢n haciendo un hueco en la trifulca catalanista, tras la moci¨®n de censura contra Maragall. No hay que descartar que cualquier d¨ªa el PA presente tambi¨¦n aqu¨ª otra contra Chaves. O a lo peor contra Antonio Ortega, que tiene m¨¢s posibilidades de prosperar. Ortega hace tres meses que le despidieron cantando que algo se muere en el alma cuando un amigo se va y todav¨ªa est¨¢ dando palmas por los pasillos del Parlamento. Hay alguien que ya le ha advertido: puertas, como Andaluc¨ªa, s¨®lo hay una. Mejor le va a Diego Valderas. Donde va triunfa. El mismo caso le hacen en Arcos de la Frontera que en C¨®rdoba, donde s¨®lo le ha faltado pedir que a la reuni¨®n con Rosa Aguilar tambi¨¦n vaya Arenas y ?lvarez. Como a la cumbre de extraparlamentarios que le ha pedido a Chaves.

Al presidente de la Junta se lo est¨¢n poniendo f¨¢cil en esta legislatura. Entre el plan Ibarretxe y la reforma del Estatuto de Catalu?a, Chaves va a lograr debates hist¨®ricos sobre el modelo territorial. El presidente fogue¨¢ndose con diputados rasos de la oposici¨®n y sus jefes en la puerta, de lunes al sol. El ¨²nico aliciente que puede tener el debate en la c¨¢mara andaluza es que venga Maragall a defender su posici¨®n. Y que encima se le entienda. Sigue la bicoca de legislatura. Felipe Gonz¨¢lez ya ha advertido que no hay que confiarse, aunque los dem¨¢s sean malos de cojones. Igual cambian. Pues va a ser que no.