La Sindicatura ocult¨® en 2003 informes que alertaban del "riesgo" que asumi¨® el ICF

Otro de los fantasmas que persigue a la gesti¨®n de CiU, el apoyo financiero a empresas en crisis que ha acabado costando caro a las arcas de la Generalitat, asomar¨¢ hoy de nuevo en el Parlament. La Sindicatura de Cuentas, que fiscaliza la gesti¨®n econ¨®mica, financiera y contable del sector p¨²blico catal¨¢n, presentar¨¢ dos informes sobre el Instituto Catal¨¢n de Finanzas (ICF) que la anterior Sindicatura aprob¨® y se limit¨® a guardar en un caj¨®n, ocult¨¢ndolos al Parlament hasta despu¨¦s del cambio de Gobierno. Los informes desaconsejan la concesi¨®n de algunos cr¨¦ditos que han puesto "en riesgo" a la entidad de cr¨¦dito p¨²blico de la Generalitat. Es el caso de los concedidos a Hilados y Tejidos Puigner¨® o al Grupo Mitasa.

La Sindicatura de Cuentas depende del Parlament, pero en la recta final del Gobierno de CiU incumpli¨® llamativamente su deber de informar a la C¨¢mara catalana sobre los hallazgos de sus rastreos contables. El retraso en la entrega de informes con Mari¨¤ Nicol¨¤s como s¨ªndico mayor no es nueva, pero las fechas de los informes que vienen siendo desbrozados en la C¨¢mara en los ¨²ltimos meses -como lo ser¨¢n hoy los dos citados del ICF- demuestran que se ocultaron al Parlament documentos aprobados por el pleno de la Sindicatura en 2003, poco antes de las elecciones del 16 de noviembre.

La Sindicatura no est¨¢ obligada a informar de inmediato de todos sus informes, pero s¨ª de los encargados por el Parlament y tambi¨¦n, cuando se acaban, de los que fiscalizan a ayuntamientos. Es el caso de cinco informes aprobados en 2003, cuatro de ellos antes de las elecciones, y que durmieron en los cajones hasta la primavera de 2004, tras el aterrizaje de un nuevo s¨ªndico mayor, Joan Colom, ya bajo el Gobierno de Maragall. Dichos informes fiscalizan la gesti¨®n del Ayuntamiento de Badia del Vall¨¨s i Badia 2004 Promocions (2000 y 2001), el Instituto Municipal de Promoci¨®n de Empleo del Ayuntamiento de Badalona (2001), el Ayuntamiento de Cambrils (2000 y 2001) y la gesti¨®n del ICF (2000 y 2001). Se da la circunstancia de que Ernest Sena, que era director de este banco p¨²blico, se incorpor¨® en enero, de la mano de CiU, a la Sindicatura.

Los dos informes del ICF fueron aprobados el 22 de julio de 2003. Ambos dan fe de la explosi¨®n de la actividad crediticia del instituto a partir de 1999 y sobre todo en 2001, y alertan de la concesi¨®n de cr¨¦ditos como el que recibi¨® la textil Puigner¨®, de 12 millones de euros, tras suspender pagos. O los de Grupo Mitasa, que recibi¨® dos por 15,56 millones en 1996 para recapitalizar cr¨¦ditos previamente concedidos al grupo, que quebr¨® en 2002.

Los informes alertan tambi¨¦n de que el ICF "no siempre sigue el procedimiento fijado por ley" (pedir tres ofertas) en sus contratos a proveedores, e incluyen recomendaciones vigentes desde 1996 sobre la concesi¨®n de pr¨¦stamos al personal del ICF para comprar un piso con permiso de la Direcci¨®n General de la Funci¨®n P¨²blica, que el ICF incumpli¨® durante a?os, aunque corrigi¨® la situaci¨®n a partir de 2000.