Cara a cara

Las posibilidades art¨ªsticas del rostro humano han sido exploradas desde tiempo inmemorial y en los albores del siglo XXI los artistas siguen utilizando el retrato como un medio efectivo para contar historias que van mucho m¨¢s all¨¢ de la simple reproducci¨®n de una cara m¨¢s o menos bella. Pese a su aparente simplicidad, la representaci¨®n del rostro humano a trav¨¦s de los soportes m¨¢s diversos sigue siendo una de las mejores formas de transmitir emociones y de que el artista muestre lo que tiene dentro al espectador.

La exposici¨®n que ahora puede verse en Vigo y que, posteriormente, viajar¨¢ a Santiago de Compostela muestra obras de 35 artistas de estilos y procedencias muy variadas, pero que coinciden en su inter¨¦s por la fuerza expresiva que conserva el rostro y por su capacidad para responder a preguntas sobre la propia condici¨®n humana. Pero los caminos elegidos son muy diversos. Los hay que recurren al poder que conserva la fotograf¨ªa en blanco y negro para desnudar el alma del retratado, como ocurre en las obras de Cristina Garc¨ªa Rodero, Alberto Garc¨ªa Alix, Humberto Rivas o Jean-Baptiste Huynh.

Sin embargo, hay otros artistas que toman una ruta totalmente opuesta y utilizan mu?ecos para suplantar al rostro humano e incluso logran enga?arnos por un momento, como ocurre con las figuras hiperrealistas de silicona realizadas por Evan Penny. En ocasiones el artista se permite asumir el papel de creador absoluto y se inventa los materiales para sus obras, como es el caso del brasile?o Vik Muniz y sus conocidas reproducciones de retratos realizadas con chocolate, caramelo o juguetes.

La evoluci¨®n del retrato en las ¨²ltimas d¨¦cadas conlleva la influencia de ¨¢mbitos en principio ajenos al arte como la moda o la publicidad. Artistas como Dora Garc¨ªa, Merl¨ªn Carpenter o Rogelio L¨®pez Cuenca presentan obras que son muy cr¨ªticas con esta influencia. En cambio, Ana Laura Al¨¢ez, Susy G¨®mez o Bego?a Montalb¨¢n destacan por presentarnos un mundo mucho m¨¢s optimista, donde se exaltan los valores de la feminidad que estas artistas acostumbran a reivindicar.

En su larga historia, el retrato ha sido en muchas ocasiones un medio de denuncia pol¨ªtica y social. Esta tradici¨®n tiene continuidad en obras como la del artista chino Zhang Huan del que se exhibe una serie de fotograf¨ªas (Family Tree) en las que se puede apreciar c¨®mo su cara se va llenando de palabras escritas con tinta hasta quedar totalmente ennegrecida. Esta negaci¨®n del propio rostro sirve para denunciar la anulaci¨®n de la individualidad fomentada desde el r¨¦gimen chino. El paso de los siglos no ha conseguido agotar el cat¨¢logo de posibilidades art¨ªsticas que presentan los rasgos humanos.