Los peores tiempos de Bush
El 'caso Schiavo', el precio r¨¦cord de la gasolina y la reforma de las pensiones dejan al presidente con su ¨ªndice m¨¢s bajo de popularidad
El gran debate nacional para conciliar la protecci¨®n de la vida de Terri Schiavo -la mujer a la que le fue retirada hace 12 d¨ªas la sonda que le manten¨ªa en estado vegetativo- con la injerencia pol¨ªtica en el terreno judicial ha abierto una fractura entre los republicanos y ha erosionado (junto al alza del precio de la gasolina y el debate de las pensiones) el apoyo popular a George W. Bush. Su nivel de aceptaci¨®n es el m¨¢s bajo en sus cuatro a?os y dos meses en la Casa Blanca.
As¨ª lo muestran dos sondeos recientes: el respaldo al presidente de Estados Unidos ha pasado en una semana del 52% al 45%, seg¨²n Gallup, y del 49% al 43%, seg¨²n otra encuesta de la cadena de televisi¨®n CBS. El principal problema es que Bush pierde terreno en su electorado: hombres blancos conservadores y habituales asistentes a una iglesia. En el deterioro de popularidad coinciden tres asuntos: la intervenci¨®n pol¨ªtica en el caso de Terri Schiavo, el fiasco del debate de la reforma de las pensiones y el precio r¨¦cord de la gasolina. Si la gasolina es una preocupaci¨®n popular, la injerencia en el caso Schiavo y la radicalidad en la reforma de las pensiones est¨¢n poniendo a prueba la alianza conservadora que le mantiene en la Casa Blanca.
El combustible que mueve el pa¨ªs tiene los precios m¨¢s altos de la historia, en t¨¦rminos absolutos: el gal¨®n (3,78 litros) supera los dos d¨®lares en las gasolineras y, dependiendo del lugar, puede llegar hasta los 2,50. Aunque representa un incremento del 32% desde el 1 de enero, sigue siendo la mitad que en la UE e inferior, proporcionalmente, a los de los a?os setenta. El precio de la gasolina es lo que m¨¢s interesa al 50% de la poblaci¨®n, por encima de Irak, las pensiones o el uso de esteroides en el b¨¦isbol, seg¨²n el Pew Center.
La reforma de las pensiones tambi¨¦n ha enfriado al electorado conservador. El presidente ha acertado al poner el asunto encima de la mesa, pero no es una emergencia, porque el problema se plantear¨¢ en 2017, cuando la caja del sistema -del que se benefician 47,6 millones de personas- deje de tener super¨¢vit. Karl Rove, el asesor pol¨ªtico de Bush, es el motor de la iniciativa, que desconcierta y divide a los congresistas republicanos porque ellos, a diferencia del presidente, se someten de nuevo a las urnas dentro de a?o y medio.
El tercer dato que explica la ca¨ªda en los sondeos es el caso Schiavo. El Congreso aprob¨® de urgencia hace nueve d¨ªas una ley que permit¨ªa a los tribunales federales intervenir en el debate jur¨ªdico, y el presidente se apresur¨® a firmar la ley; pero ning¨²n juez, ning¨²n tribunal -incluido el Supremo- ha querido rectificar las decisiones tomadas en Florida, que dan la raz¨®n al marido y custodio legal de Terri Schiavo en su decisi¨®n de desconectar a su mujer, frente al deseo de los padres de Terri de mantenerla con vida.
La mayor¨ªa de estadounidenses est¨¢ de acuerdo con los tribunales y con el marido: el 63% har¨ªa lo mismo que ¨¦l en circunstancias similares, y la mayor¨ªa cree que ni el Gobierno ni el Congreso deben intervenir en estos asuntos.
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