?Hay una Estrella de la Muerte en el Sistema Solar?

19 DE MAYO DE 2005, una fecha esperada por todo admirador de la serie Star Wars: el d¨ªa en el que, por fin, ver¨¢ la luz el ¨²ltimo episodio, La venganza de los Siths... Nuevas historias con viejos personajes, h¨¦roes y villanos que compartir¨¢n por unas horas sus avatares con su extensa legi¨®n de seguidores... Porque por un breve lapso de tiempo abandonaremos nuestras coordenadas en el continuo espacio-temporal y nos desplazaremos a "una lejana galaxia, hace mucho, mucho tiempo...". ?O acaso no tan lejana?

Los medios de comunicaci¨®n se hac¨ªan eco recientemente de las inusitadas im¨¢genes captadas por uno de los ingenios terrestres en ¨®rbita desde el incomparable vecindario del planeta Saturno: fotograf¨ªas de Mimas, una luna de s¨®lo 209 kil¨®metros de radio cuyo tama?o se encuentra cercano al l¨ªmite en el que la gravedad deja de modelar cuerpos esf¨¦ricos. Su curioso parecido con la emblem¨¢tica Estrella de la Muerte se debe a un gigantesco cr¨¢ter de impacto (bautizado como Herschel en honor de su descubridor, sir William Herschel) de, ah¨ª es nada, 130 kil¨®metros de di¨¢metro... Impacto que estuvo a punto de emular el buen hacer de Luke Skywalker a bordo de un X-wing mientras sobrevolaba la Estrella de la Muerte, en el adrenal¨ªtico final de La guerra de las galaxias.

Tras siete a?os de periplo interplanetario, la sonda Cassini-Huyghens arrib¨® a Saturno en julio de 2004. Desde entonces, est¨¢ mandando nuevos datos y espectaculares im¨¢genes de ese verdadero se?or de los anillos del Sistema Solar, as¨ª como de algunas de sus innumerables y variopintas lunas (33 descubiertas hasta la fecha).

Tit¨¢n, la mayor, hab¨ªa sido considerada hasta hace poco el sat¨¦lite natural m¨¢s grande del Sistema Solar. Sin embargo, su espesa atm¨®sfera, rica en nitr¨®geno, ha llevado a sobreestimar sus dimensiones: su radio actual se estima en unos 2.575 kil¨®metros, un poco por debajo del joviano Gan¨ªmedes, que con sus 2.631 kil¨®metros es el que ostenta el trono en el Sistema Solar.

Tras Tit¨¢n, media docena de cuerpos de m¨¢s de un centenar de kil¨®metros de radio orbitan alrededor de Saturno: el mayor de ellos, Rea (764 kil¨®metros), presenta siempre una misma cara dirigida a Saturno (exactamente como sucede con nuestra Luna y la Tierra) y una superficie densamente moteada por cr¨¢teres. Japeto (718 kil¨®metros) es el sat¨¦lite de las dos caras: una oscura y otra clara, separadas por una notoria cicatriz; le siguen Dione (506 kil¨®metros), Tetis (536) y la fr¨¢gil luna Enc¨¦lado (256), completamente recubierta de hielo: su superficie presenta pocos cr¨¢teres de impacto, prueba de su relativa juventud. Algunos planet¨®logos han apuntado que la superficie de Enc¨¦lado se abastece de hielo mediante volcanes o g¨¦iseres de agua, que a la temperatura superficial de 200 ?C bajo cero no tarda en congelarse...

Hiperi¨®n, con un radio mayor de 185 kil¨®metros, y Febe (115) completan la lista de cuerpos mayores. Como es ya rutina con el paso de una nueva sonda planetaria, nuevos cuerpos menores han sido detectados tras el encuentro de la sonda Cassini y Saturno. Tal como anunci¨® la Agencia Espacial norteamericana NASA, en agosto de 2004 dos nuevos sat¨¦lites, de apenas dos y tres kil¨®metros de di¨¢metro, situados a una distancia aproximada de 200.000 kil¨®metros del centro del planeta (entre las ¨®rbitas de Mimas y Enc¨¦lado, concretamente), y provisionalmente bautizados como S/2004 S1 y S/2004 S2, han venido a engrosar la ya extensa progenie de Saturno.

?Qu¨¦ nuevos resultados ha brindado una misi¨®n espacial como la Cassini? Mientras que el an¨¢lisis del extenso conjunto de datos recibidos requerir¨¢ a?os de estudio, algunas im¨¢genes han revelado ya detalles insospechados sobre la peculiar climatolog¨ªa de Saturno: desde extra?as tormentas, de formas sinuosas y larga duraci¨®n, hasta vistosas auroras polares (fruto de la interacci¨®n de part¨ªculas el¨¦ctricamente cargadas del viento solar con el hidr¨®geno atmosf¨¦rico), mucho m¨¢s persistentes que las terrestres.

Posiblemente lo m¨¢s destacado hasta la fecha ha sido el exitoso descenso del m¨®dulo Huyghens sobre la superficie de Tit¨¢n. Lanzado en paraca¨ªdas el 14 de enero de 2005, consigui¨® enviar multitud de im¨¢genes tras penetrar en su espesa atm¨®sfera de nitr¨®geno y metano. La Huyghens ha mostrado un mundo bastante parecido a la desolada superficie marciana, con rocas y posibles cursos de r¨ªo que otrora ba?aban la luna. R¨ªos, s¨ª, pero de metano l¨ªquido.... Y es que la temperatura media de Tit¨¢n ronda los 180 ?C bajo cero. ?Qui¨¦n dijo fr¨ªo?