Un ataque contra todos los poderes del Estado
Los tres poderes del Estado -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- y el poder empresarial fueron blanco de los ataques que lanz¨® sin contemplaciones el jefe de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, en su discurso de defensa en la sesi¨®n plenaria de la C¨¢mara de Diputados. Describi¨® las instituciones del Estado como enemigas, con acusaciones gruesas acompa?adas de pocas pruebas.
Le escuchaba un auditorio cuyos integrantes ten¨ªan precisamente que decidir poco despu¨¦s sobre su futuro judicial y pol¨ªtico. Como era de esperar, la mayor¨ªa vot¨® a favor de la retirada de la inmunidad constitucional del alcalde para sentarle en el banquillo. Es dif¨ªcil evaluar cu¨¢ntos diputados votaron por convencimiento, cu¨¢ntos por ¨®rdenes superiores (c¨®mo afirm¨® L¨®pez Obrador) y cu¨¢ntos por desquite. Probablemente, cierto esp¨ªritu revanchista anim¨® a bastantes votos a favor del desafuero. Es una realidad que el ya ex alcalde del Distrito Federal provoca gran irritaci¨®n en los representantes de los poderes que denost¨® en su discurso del jueves.
Del presidente, Vicente Fox, dijo que act¨²a de manera facciosa para degradar las instituciones; se dirigi¨® con desprecio a los legisladores, a quienes se?al¨® que iban a actuar al dictado, y acus¨® a los empresarios de privatizar las ganancias y socializar las p¨¦rdidas.
Desde Roma, el presidente Fox evit¨® entrar al trapo y simplemente expres¨® su satisfacci¨®n por lo decidido en la C¨¢mara, al se?alar que M¨¦xico hab¨ªa dado un ejemplo al mundo en del Estado de derecho. L¨®pez Obrador inicia una andadura de destino incierto. Tiene el respaldo de un amplio sector de la poblaci¨®n, pero al mismo tiempo enfrenta a enemigos poderosos. Su desaf¨ªo es cumplir la promesa de concurrir a las presidenciales de 2006 est¨¦ donde est¨¦, tal y como anunci¨® a los miles de seguidores que le arroparon el jueves en el Z¨®calo. Para ello necesita mantener viva la llama de la movilizaci¨®n durante los pr¨®ximos 14 meses.
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