Drogados

La pol¨ªtica es cada vez m¨¢s una droga; quien consume necesita continuamente dosis m¨¢s altas. Ahora se est¨¢ merendando el cad¨¢ver del Papa, trasmutando la devoci¨®n de sus fieles; la alimenta y vuelve a consumir en un feed back incesante. El Papa fue muy conservador, aunque no tanto como los pol¨ªticos de su l¨ªnea; ¨¦stos, los que tratan de magnificar la figura ida para justificar sus excesos conservadores. En EE UU los obispos est¨¢n abandonando el partido dem¨®crata, que era el suyo por muchas razones, y se pasan al republicano para ser fieles al Papa en contra del aborto y el matrimonio homosexual. ?Qu¨¦ gente! Aqu¨ª las cosas son m¨¢s curiosas porque los conservadores oficiales est¨¢n con el mono. Eran devoradores del opio (del pueblo) cat¨®lico cuando estaban en el poder, pero desde que lo perdieron van sinti¨¦ndose peor. Hay que perdonar sus palabras y sus entelequias, sus mentiras y sus gritos; no s¨®lo han perdido, sino que tienen la angustia de volver a caer, y se agitan con desesperaci¨®n que, como aquel que cae en unas arenas movedizas, les hunde m¨¢s.

En esta utilizaci¨®n de la muerte del Papa est¨¢n, sobre todo, al acecho de los que no expresan demasiado las emociones que corresponden. Acechan, claro, a ZP. Y sus ¨²ltimas volutas en torno a ¨¦l son gracios¨ªsimas: que ha dicho poco o nada expresivo con el finado, que ha expresado poco; que ¨¦l, como persona, podr¨ªa no ser creyente, pero que representa a un pueblo que s¨ª lo es (creen ellos). O¨ª en una de sus radios, que tanto me inspiran, que el problema est¨¢ en la masoner¨ªa. Por J¨²piter, est¨¢n ya usando el arsenal de Franco, y su tristemente c¨¦lebre (mataba) Tribunal de la Masoner¨ªa y el Comunismo. Hablaban de los dos grandes ritos, el de Francia y el de Escocia; no se atrev¨ªan a precisar cu¨¢l era el de Zapatero y de alg¨²n ministro m¨¢s. Hac¨ªa tiempo que no me divert¨ªa tanto. Hace poco, uno de ellos presum¨ªa que ten¨ªa una foto m¨ªa ante el Parlamento brit¨¢nico; me encontraba ¨¦l pobre elegante, pero absurdo: estaba en Londres representando al peri¨®dico nazi Informaciones. Mientras los dem¨¢s se re¨ªan, ¨¦l gritaba: "?Tengo la foto, tengo la foto!". Estaba en efecto en Londres (?tengo la foto!); me hab¨ªa invitado el Gobierno brit¨¢nico por mi comportamiento personal durante la guerra... Si se lo digo, ?no pensar¨¢n que era cosa de masones?