Philip Lamantia, poeta surrealista y 'beat'
Philip Lamantia, poeta surrealista estadounidense que contribuy¨® al lanzamiento de la generaci¨®n po¨¦tica beat en San Francisco, muri¨®, a los 77 a?os, en su casa de San Francisco de un fallo cardiaco.
Cuando San Francisco emergi¨® como el hogar de artistas e intelectuales a mediados de los a?os cuarenta, Lamantia era un alumno de instituto y uno de los poetas publicados m¨¢s j¨®venes de su generaci¨®n. Ten¨ªa 16 a?os cuando apareci¨® su primer poema en View, una respetada revista literaria. Poco despu¨¦s, su obra fue incluida en VVV, el peri¨®dico surrealista de Andr¨¦ Breton, que describi¨® a Lamantia como "una voz de las que se alzan una vez cada cien a?os".
A pesar de sus prometedores comienzos, Lamantia nunca ocup¨® un lugar en la corriente general po¨¦tica. Desde mediados de los a?os cincuenta le limit¨® su dependencia de las drogas combinada con periodos de grave depresi¨®n. Tambi¨¦n rehuy¨® la atenci¨®n p¨²blica y viaj¨® mucho por Europa, el norte de ?frica y M¨¦xico, donde vivi¨® alg¨²n tiempo con la tribu india Cora en Nayarit y experiment¨® con el peyote. Algunos de sus poemas insin¨²an su aislamiento provocado por las drogas.
"Las estrellas derriban el muro de mi m¨²sica", escribi¨® en Hide, incluido en sus Selected Poems 1943-1966. El poema contin¨²a: "Estoy loco por ir hacia ti, Soledad, ?qui¨¦n me llevar¨¢ all¨ª?". Ya desde su adolescencia, Lamantia se sinti¨® fascinado por el misticismo, la alquimia, la ling¨¹¨ªstica y los textos religiosos cr¨ªpticos. M¨¢s adelante qued¨® cautivado por el cristianismo, que adapt¨® a su propio misticismo ecl¨¦ctico. "Anhelo la luminosa oscuridad de Dios", escribi¨® en Hay esta distancia entre m¨ª y lo que veo, publicado en Selected Poems. Cavila sobre este pensamiento y concluye: "No tiene nombre lo que yo anhelo".
Escribi¨® una serie de libros de poes¨ªa, comenzando con Erotic (1949), al que se refer¨ªa como una de sus "aventuras en el puro automatismo ps¨ªquico", pero sigui¨® siendo desconocido para los amantes de la poes¨ªa en general. Obtuvo m¨¢s amplio reconocimiento cuando se incluy¨® su obra en Penguin Modern Poets 13 (1969), junto a la de Bukowski y Norse.
Lamantia naci¨® en San Francisco, hijo de inmigrantes sicilianos. Su padre ten¨ªa una tienda de ultramarinos. Siendo adolescente qued¨® fascinado por el surrealismo franc¨¦s tras ver los cuadros de Salvador Dal¨ª y Joan Mir¨® en el Museo de Arte de San Francisco. Dej¨® la escuela a principios de los cuarenta y se fue a vivir a Nueva York, donde trabaj¨® como subdirector de la revista View. Mientras estuvo all¨ª, conoci¨® a varios artistas y poetas surrealistas franceses que huyeron de Europa durante la Segunda Guerra Mundial y se establecieron en Nueva York. Entre ellos estaba Breton. "?Rebelarse! ??se es el objetivo inmediato de los poetas!", escribi¨® Lamantia en una carta a Breton durante aquellos a?os. "La maravilla po¨¦tica y el inconsciente son los aut¨¦nticos inspiradores de rebeldes y poetas".
Volvi¨® a San Francisco hacia 1950 y asisti¨® a la Universidad de Berkeley, pero no se licenci¨®. Trab¨® amistad con el cada vez m¨¢s numeroso grupo de poetas atra¨ªdos por San Francisco en aquella ¨¦poca, entre ellos Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Gary Snyder. Lawrence Ferlinghetti, el poeta y fundador de la librer¨ªa City Lights, hogar para poetas contempor¨¢neos, fue otro de sus amigos.
En octubre de 1955, Lamantia y otros cuatro poetas hicieron una lectura en la Sixth Gallery de San Francisco, que se considera el lugar de lanzamiento de la generaci¨®n beat. Ginsberg, Snyder, Michael McClure y Philip Whelan leyeron tambi¨¦n. Sin embargo, Lamantia mantuvo las distancias con la generaci¨®n beat. "?l nunca tuvo el inter¨¦s en promocionarse, ni la creatividad ininterrumpida de Ginsberg", dijo Steven Schwartz, autor de From West to East, California and the making of the American Mind
[Del Oeste al Este, California y la creaci¨®n de la mentalidad americana] (1998). "Los beat eran intelectuales de la calle. Lamantia era un intelectual serio".
Tras una larga batalla contra la adicci¨®n, Lamantia consigui¨® dejar las drogas. Escribi¨® sobre su lucha en Astro-Mancy (1967). "Me estoy recuperando / de una d¨¦cada de venenos / renuncio a todos los narc¨®ticos / y disciplinas farmacopeicas", escribi¨®. Se cas¨® con Nancy Peters, editora de City Lights Books, en 1978, y sigui¨® escribiendo intermitentemente. Su recopilaci¨®n The blood of the air
(1979) fue seguida 11 a?os m¨¢s tarde por Becoming visible
. Tambi¨¦n dio clases de poes¨ªa en la Universidad Estatal de San Francisco y en el Instituto de Arte de San Francisco durante los a?os setenta.
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