Un hombre mata a martillazos a su mujer y dos hijos peque?os en Elche
El agresor declara que bebi¨® y tom¨® drogas, pero no explica el m¨®vil del brutal crimen
Jos¨¦ Mar¨ªa Maci¨¤, de 36 a?os, fue detenido ayer en Elche por la muerte a martillazos de su mujer, de 34 a?os, y sus dos hijos, de seis y dos a?os, mientras dorm¨ªan. El hombre reconoci¨® ser el autor del triple crimen, aunque no ha explicado el m¨®vil del brutal ataque. El hombre confes¨® que estuvo toda la noche bebiendo y tomando drogas, pero no precis¨® ni d¨®nde ni con qui¨¦n, lo que hace dudar a la polic¨ªa de su versi¨®n. El agresor, sin antecedentes por malos tratos, fue arrestado en una zapater¨ªa. Antes se cambi¨® de ropa e intent¨® sacar dinero de varios cajeros.
Maci¨¤, empleado de una empresa de la construcci¨®n, propiedad de uno de sus hermanos, viv¨ªa desde hac¨ªa cuatro a?os con su mujer, Teresa Asunci¨®n, de 34 a?os, en el piso 3? del n¨²mero 62 de la calle Pablo Picasso, de Elche, una barriada en el primer ensanche de la capital ilicitana. El matrimonio ten¨ªa dos hijos, Maci¨¤, de seis a?os, y Vicente, de dos a?os. La noche del martes, seg¨²n sus primeras declaraciones ante la polic¨ªa, Jos¨¦ Mar¨ªa, que hace dos a?os estuvo en tratamiento para superar su ludopat¨ªa, estuvo bebiendo y tomando coca¨ªna.
Maci¨¤ afirma haber llegado a su domicilio hacia las 4.30 horas de la madrugada. La reconstrucci¨®n policial sostiene que entr¨® en el dormitorio conyugal y con un martillo mat¨® a su mujer y dos hijos. Los cuerpos de Teresa Asunci¨®n y el peque?o Jos¨¦ Mar¨ªa fueron encontrados sobre la cama del matrimonio. Mientras, el cad¨¢ver del beb¨¦ yac¨ªa en la cuna. El homicida, seg¨²n la investigaci¨®n, sorprendi¨® a su esposa e hijos mientras dorm¨ªan, ya que ning¨²n vecino oy¨® ruido o grito alguno. "El primer alboroto lo escuch¨¦ sobre las 8 de la ma?ana, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa discut¨ªa con su hermano en el pasillo", relat¨® Asunci¨®n, vecina del piso contiguo.
Tras consumar el triple crimen, el homicida se desplaz¨® al domicilio de sus padres, en la pedan¨ªa de La Matola. Otra vecina del inmueble asegura que lo vio salir cerca de las 7 de la ma?ana. Los padres, alarmados por su estado et¨ªlico, llamaron a otro hijo, Diego. Los dos hermanos se dirigieron al domicilio del homicida.
Tras una discusi¨®n en plena calle y despu¨¦s de tomar unas consumiciones en el bar ["¨¦l, Jos¨¦ Mar¨ªa, tom¨® agua, y su hermano un zumo de melocot¨®n", relat¨® la camarera], subieron a la vivienda. Cuando el hermano descubri¨® los cad¨¢veres se recrudeci¨® la discusi¨®n entre ambos, que acab¨® en una pelea a pu?etazos. "O¨ª gritos de asesino, asesino, ?qu¨¦ has hecho?", coment¨® Asunci¨®n.
El homicida, con restos de sangre en las manos y la cara, seg¨²n testigos presenciales, abandon¨® la casa y se dirigi¨® a una farmacia, donde pidi¨® un taxi: "Poco antes de la nueve entr¨® y me pidi¨® que le llamara a un taxi. Le dije que se fuera al bar y se march¨®. Estaba muy nervioso", relat¨® Vicente, dependiente de la farmacia.
En su huida, Maci¨¢ lleg¨® hasta la pedan¨ªa de Torrellano (a unos ocho kil¨®metros del lugar del crimen). All¨ª, tras un intento frustrado por extraer dinero de un cajero autom¨¢tico, se dirigi¨® a una zapater¨ªa. El empleado asegura que entr¨® descalz¨® y le pidi¨® un par de zapatos del 42. En ese momento (al filo las 10.30 horas) fue arrestado por los agentes de la Polic¨ªa Local.
Su hermano Diego, tras descubrir los cad¨¢veres avis¨® al tel¨¦fono de emergencias 112. Al momento llegaron al lugar de los hechos varias dotaciones de la polic¨ªa, que acordonaron la zona, ya tomada por decenas de vecinos atra¨ªdos por la noticia de la tragedia.
Sobre las 11.30, la juez de guardia Yolanda Candela orden¨® el levantamiento de los cad¨¢veres. Los restos mortales de Teresa Asunci¨®n y los peque?os Jos¨¦ Mar¨ªa y Vicente fueron trasladados a un tanatorio de Alicante, donde se les practicar¨¢ la autopsia. El informe de los forenses, en especial la hora de la muerte de las v¨ªctimas, ser¨¢ clave para el desenlace de la investigaci¨®n, sobre todo dadas las lagunas que ofrece la versi¨®n del detenido.
En su primera declaraci¨®n ante los agentes, Jos¨¦ Mar¨ªa insisti¨® en que estuvo toda la noche bebiendo y tomando drogas, pero no explic¨® el m¨®vil del ataque a su familia. "Con la cara desencajada, se limit¨® a decir que bebi¨® y tom¨® drogas", subrayaron fuentes de la investigaci¨®n.
Los agentes efectuar¨¢n un segundo interrogatorio al supuesto parricida antes de ponerlo a disposici¨®n del juez. La investigaci¨®n pretende aclarar por qu¨¦ se cambi¨® de ropa tras el crimen, d¨®nde estuvo de fiesta y cu¨¢l era el objeto de los intentos de sacar dinero.
La tragedia en las aulas
La noticia del asesinato de Teresa Asunci¨®n y sus dos peque?os sacudi¨® ayer a la poblaci¨®n de Elche. El comentario de los vecinos, muchos con l¨¢grimas en los ojos, fue un¨¢nime: "Era un matrimonio normal, nunca se les vio discutir", dijo su convecina Asunci¨®n.
Jos¨¦ Mar¨ªa, representante en su juventud, trabajaba en la actualidad en una empresa de construcci¨®n de su hermano. Teresa, hija de un empresario -su padre regentaba un taller de carpinter¨ªa- hab¨ªa trabajado como aparadora (labores a domicilio relacionadas con la fabricaci¨®n de zapatos) hasta antes de quedarse embarazada de Vicente. Teresa Asunci¨®n ten¨ªa una estrecha relaci¨®n con su madre. Los primeros a?os de matrimonio vivi¨® en casa de sus padres.
La tragedia tambi¨¦n lleg¨® al ¨¢mbito escolar. Jos¨¦ Mar¨ªa cursaba 1? de Primaria en el colegio Miguel de Unamuno. La direcci¨®n comunic¨® la muerte de Jos¨¦ Mar¨ªa a compa?eros con el apoyo de psic¨®logos, que tambi¨¦n hablaron con los padres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.