Admirador de Wojtyla y empleado modelo de la curia
Giovanni Battista Re ha pasado 28 de sus 71 a?os en la Secretar¨ªa de Estado vaticana, desempe?ando diferentes funciones. La m¨¢s importante, la de sustituto, algo as¨ª como ministro del Interior de la Iglesia, antes de ser recompensado por Juan Pablo II, que le coloc¨® al frente de la Congregaci¨®n para los Obispos, en el a?o 2000, y le otorg¨® la birreta cardenalicia el a?o siguiente.
Eficiente empleado de la curia, Re ha tenido siempre fama de ser un rendido admirador de Karol Wojtyla, un Papa al que ha servido con fidelidad absoluta sin permitirse el menor atisbo de cr¨ªtica. Su personalidad no puede ser m¨¢s opuesta a la del pont¨ªfice difunto. Al contrario que Wojtyla, es un hombre introvertido y algo hura?o, de mirada desconfiada, que no parece apreciar el sentido del humor. Quienes le conocen, atribuyen estos rasgos a razones geogr¨¢ficas. Re naci¨® el 30 de enero de 1934 en Borno, Brescia, una zona de la Lombardia de talante m¨¢s centroeuropeo que italiano.
De origen humilde, su padre trabajaba como carpintero y su madre se ocupaba de atender a los siete hijos. El peque?o Giovanni Battista fue enviado al seminario con 11 a?os de edad. En este ambiente, presumiblemente cerrado del seminario de Brescia, en los a?os inmediatamente posteriores a la II Guerra Mundial, se form¨® el car¨¢cter de este cardenal destinado a brillar en la curia.
Licenciado en Derecho can¨®nico por la Universidad Gregoriana, complet¨® su formaci¨®n en la escuela diplom¨¢tica de la Santa Sede. En los a?os sesenta, Re desempe?¨® el cargo de agregado en las nunciaturas de Panam¨¢ e Ir¨¢n, antes de ser llamado a Roma, en 1971, por el cardenal Giovanni Benelli, por entontes sustituto, que le emple¨® como secretario. Benelli, una de las grandes personalidades del colegio cardenalicio en aquellos a?os, lider¨® al sector progresista en el c¨®nclave que eligi¨® a Karol Wojtyla, en octubre de 1978.
Aunque fue derrotado, el nuevo Papa consolid¨® la posici¨®n de Re en la Secretar¨ªa de Estado, nombr¨¢ndole asesor en 1979 y, diez a?os m¨¢s tarde, sustituto. Un cargo que abandon¨® en el a?o 2000 para ponerse al frente de otro ministerio, el que controla la designaci¨®n de los obispos. Re es adem¨¢s presidente de la Comisi¨®n Pontificia para Am¨¦rica Latina.
Impecable funcionario vaticano, el prefecto de la Congregaci¨®n para los Obispos est¨¢ considerado como un moderado en cuestiones dogm¨¢ticas y organizativas. Por ejemplo, es partidario de un mayor equilibrio de fuerzas entre la curia y las conferencias episcopales, en estos momentos demasiado dependientes de las decisiones del Gobierno central de la Iglesia.
Entre los 115 cardenales electores ninguno conoce mejor que ¨¦l las tripas del Gobierno vaticano, ni se maneja con m¨¢s seguridad en ese laberinto de pasillos, c¨¢maras y galer¨ªas. Por eso aparece desde 2002 en la lista de papables, como uno de los pocos electores con la capacidad y el conocimiento necesario para reformar la curia.
Sin embargo, los nuevos tiempos que reclaman pastores y no bur¨®cratas al frente de la Iglesia han dejado a Re fuera de juego, aunque hay precedentes de otros sustitutos que han ocupado el trono de Pedro.Por ejemplo, el papa Pablo VI, quien tuvo, no obstante, un considerable rodaje pastoral antes de ser elegido.
Un dato a favor de la candidatura de Giovanni Battista Re es su edad, 71 a?os. Aunque muchos purpurados habr¨¢n visto con inquietud un detalle menor de su biograf¨ªa, el padre del cardenal lombardo ha cumplido ya los 92 a?os, y parece que mantiene excelente salud. Por eso resu
lta m¨¢s probable imaginar un futuro en el que Re ocupe el cargo de Secretario de Estado, a las ¨®rdenes del nuevo Papa.
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