Gibernau paga su error

?Es fatalismo? ?S¨®lo mala suerte? ?Qu¨¦ ocurre con Sete Gibernau? El piloto barcelon¨¦s no encontraba ayer explicaciones a todo lo que ha estado ocurriendo este fin de semana en el Gran Premio de Portugal. Lleg¨® a Estoril con el estigma de haber perdido la primera carrera del campeonato en Jerez por culpa de un arriesgado adelantamiento de Valentino Rossi en la ¨²ltima curva que, adem¨¢s, le dej¨® secuelas en el hombro izquierdo. Su moral debi¨® ser muy fuerte para superar sin rechistar todas las provocaciones que le fue lanzando el italiano y para no sucumbir al dolor de su hombro y a la ca¨ªda en los entrenamientos libres, que le oblig¨® a infiltrarse. Dio la impresi¨®n de que Sete reservaba toda su energ¨ªa para demostrar en la pista que pod¨ªa ganar a Rossi. Y en ello estaba: marc¨® el segundo mejor tiempo y dej¨® a Rossi en la segunda fila de la parrilla de salida; y en carrera fue el l¨ªder indiscutible... ?hasta que se cay¨®!

"No vi la bandera roja y amarilla indicando que hab¨ªa agua en algunas curvas"

"?Qu¨¦ hemos hecho mal?", se preguntaba Gibernau, de 32 a?os, cuando ya todo hab¨ªa terminado. "Nada. No puedo culparme de nada, ni tampoco al equipo. Mi ¨²nico delito, en todo caso, fue ir l¨ªder cuando apareci¨® la lluvia y tener que decidir hasta qu¨¦ punto deb¨ªa reducir la velocidad para entrar con garant¨ªas en aquella fat¨ªdica curva. No acert¨¦. Y lo pagu¨¦ caro, porque ca¨ª y tuve que retirarme". Todo aquello ocurri¨® en la 17? vuelta de las 28 que deb¨ªa completar en el circuito de Estoril. Desde la salida, Gibernau y su Honda se hab¨ªan instalado con comodidad en cabeza de carrera, seguido de cerca s¨®lo por el brasile?o del equipo de Sito Pons, Alex Barros. El ritmo de Sete era tan fuerte, que ni siquiera Rossi (Yamaha) pod¨ªa seguirlo. En siete vueltas le hab¨ªa cogido ya cuatro segundos.

Y entonces lleg¨® el momento que decidi¨® toda la carrera. Dos vueltas m¨¢s tarde, en la novena, aparecieron las banderas blancas, que indicaban a los pilotos que ten¨ªan la posibilidad de pasar por boxes a cambiar su moto y coger otra con neum¨¢ticos de lluvia. Las primeras gotas de agua comenzaron a mojar la pista, pero aquello no parec¨ªa suficiente como para que los pilotos tomaran decisiones. "No ca¨ªa agua como para cambiar de moto", coment¨® luego Valentino Rossi. "Entrar en boxes supone la p¨¦rdida de entre 40 o 50 segundos. Deber¨ªa haber llovido mucho m¨¢s para que par¨¢ramos. Yo no me lo plante¨¦".

Los dem¨¢s tampoco. Y Sete Gibernau, que lideraba la carrera, mucho menos. Incluso pareci¨® que la humedad le favorec¨ªa. Su ritmo cay¨®, pero no tanto como el de Rossi. Le cogi¨® hasta 11 segundos de ventaja. S¨®lo Barros, que hab¨ªa salido con el neum¨¢tico delantero liso (slick) pero algo m¨¢s duro, m¨¢s apto para la lluvia, le segu¨ªa. Para todos, gestionar una moto de 150 kilos con unos neum¨¢ticos slick de dureza media con agua en la pista se convirti¨® en una odisea. Era, adem¨¢s, la primera vez en que deb¨ªa aplicarse la nueva normativa que especifica que las carreras no van a pararse por la lluvia, sino que los pilotos podr¨¢n entrar en el garaje y coger otra moto con neum¨¢ticos adecuados. Aquello se convirti¨® en una loter¨ªa. Y el que deb¨ªa marcar la pauta de lo que iba a ocurrir era Gibernau, el l¨ªder incuestionable de la carrera.

"Hemos pagado la inexperiencia de las nuevas normas", se quej¨® Gibernau. "Hab¨ªa visto la bandera blanca, pero no vi la bandera roja y amarilla indic¨¢ndome que hab¨ªa agua en algunas curvas. Me guiaba por los controles y por las banderas que mostraban. Y cuando llegu¨¦ al final de recta

hab¨ªa agua y me ca¨ª. Tom¨¦ todas las precauciones, baj¨¦ mi ritmo hasta en un segundo, dej¨¦ el freno al entrar en la curva y no toqu¨¦ el acelerador. Pero nada bast¨®. Lo pagu¨¦ con una ca¨ªda. Y los dem¨¢s tomaron nota. Me duele el hombro y estoy jodido f¨ªsicamente porque tuve que infiltrarme. Pero no puedo estar frustrado, porque el equipo y yo lo hemos hecho todo bien: era l¨ªder y llevaba 11 segundos a Rossi".

La cuesti¨®n, sin embargo, es que la ca¨ªda de Sete permiti¨® a ?lex Barros conseguir su primera victoria de la temporada, y la s¨¦ptima de su carrera, y dej¨® el camino libre a Rossi para entrar segundo, sin ning¨²n tipo de obst¨¢culo. Y eso es una p¨¦sima noticia, puesto que el italiano aumenta la distancia sobre Gibernau en el campeonato y se coloca ya 25 puntos por delante del espa?ol. "Espero", confes¨® Sete, "que lo de esta carrera no sea una complicaci¨®n insalvable".