?ste es un hombre que vive del cuento
Es muy pausado hablando, y muy seguro, pero camina a saltos, como si corriera detr¨¢s de un cuento que se le perdi¨®. Su librer¨ªa, Robafabes, en Matar¨®, Barcelona, est¨¢ a punto de cumplir (el 23 de junio) sus treinta a?os de existencia, y tiene todos los premios. La dirige Pep Dur¨¢n, cuentacuentos. Desde hace cinco a?os re¨²ne a ni?os de dos a m¨¢s a?os en Robafabes, y los va subyugando, a los ni?os y a los padres o a los canguros, como si ¨¦l mismo fuera un mago de bigotes frondosos que ha salido de dentro de los cuentos. "La mirada de quienes me escuchan me da energ¨ªa... Los cuentos curan". Iba a ser ingeniero electr¨®nico, pero Fraga Iribarne (ya ver¨¢n por qu¨¦) le meti¨® en la librer¨ªa. Ah¨ª sigue, enamorado de los libros, contando cuentos. Ellos le dan de vivir. El 10 de mayo tendr¨¢ 61 a?os, y, claro, no los parece.
La casualidad. "?El primer libro que yo vend¨ª? S¨ª te puedo decir el que me hubiera gustado que fuera: La revoluci¨®n sexual, de Wilhelm Reich, editado por Ruedo Ib¨¦rico... Empec¨¦ de librero en 1970, en una librer¨ªa que se llamaba Cap Gros, cabeza grande, que es como nos llaman a los de Matar¨®... Acaso los primeros libros que me pidieron fueron las obras completas de Shakespeare, a quien yo nombraba castellaniz¨¢ndolo: S-h-a-k-e-s-p-e-a-r-e... Se re¨ªan de m¨ª. Soy librero por casualidad; me entusiasmaba la electr¨®nica, pero fui uno de los represaliados del franquismo cuando se produjeron las redadas contra los dem¨®cratas encerrados en los Capuchinos de Barcelona; me hicieron consejo de guerra porque yo era alf¨¦rez provisional, y en esas circunstancias no tuve m¨¢s remedio que empezar a trabajar... Me inici¨¦ como periodista, en una revista que se llamaba El Maresme y que Fraga cerr¨® por catalanista. Luego me buscaron para ser librero. Yo ten¨ªa cierto sentido comercial, porque hab¨ªa trabajado de ni?o en un comercio de ultramarinos...".
D¨¦cadas y libros. "El libro tiene una energ¨ªa muy particular; es un soporte que contiene la manera de explicar la vida... Bueno, tambi¨¦n hay otros libros, productos que son objeto de comercio y que parecen libros... Si yo tuviera que identificar las tres d¨¦cadas de esta librer¨ªa con libros dir¨ªa que hasta 1985 el libro que pondr¨ªa ser¨ªa El aniversario, de Miquel Marti i Pol: es un cuento ilustrado por Carme Sol¨¦ Vendrell: habla de la b¨²squeda de la identidad. Luego, El se?or de los anillos, de Tolkien. Es un libro en el que se descubre la maldad, c¨®mo luchar contra ella. Y para la ¨²ltima d¨¦cada, Jodorowsky, la psicomagia, el mundo de la espiritualidad, la meditaci¨®n...".
Casi. "Un librero es una persona que acompa?a a los dem¨¢s a buscar sus propios libros. Por ejemplo, si t¨² me pidieras un libro te aconsejar¨ªa Casi, un cuento ilustrado de Peter J. Reynolds editado por Serres. Es la historia de un ni?o, Ram¨®n, que dibuja y no llega a la perfecci¨®n; hasta que descubre con su hermana que se puede ser feliz consiguiendo que sus dibujos sean casi perfectos...".
El gigante. "Robafabes es el gigante de Matar¨®; le da nombre a la librer¨ªa, aunque no es un buen nombre, realmente, porque alude a que los gigantes que hab¨ªa dentro del gigante se pararon una noche y se dedicaron a robar habas... Imag¨ªnate que nos roban libros: ser¨ªa como atacar a lo m¨¢s hondo de la confianza del librero... Cuento cuentos ajenos, y tengo uno propio: la noche en que las letras se liberaron. Ocurri¨® el 18 de julio de 1981. Se inund¨® la librer¨ªa y empezaron a flotar letras que se desprend¨ªan de los libros, pescamos las letras, y cuando abrimos la librer¨ªa propusimos a los lectores que hicieran sus propios libros con las letras que hab¨ªan quedado dispersas... ?Si yo tuviera que hacer mi palabra? Amor, entrega, rebeld¨ªa... Yo soy un rebelde amoroso".
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