La raz¨®n
La discusi¨®n sobre la edad del candidato Fraga es un error. A efectos de reflexi¨®n sobre la vejez, resulta mucho m¨¢s ilustrativo leer el informe anual del ponderado Valedor do Pobo (Defensor del Pueblo), donde informa que desde el 2001 se ha triplicado la lista de espera para acceder a una plaza en una residencia p¨²blica de la tercera edad. Hay en Galicia 7.340 ancianos en esa lista oficial, muchos en situaci¨®n muy precaria y de extrema pobreza. Por otra parte, Galicia es la ¨²nica comunidad donde hay enfermos con tumores en listas de espera. Los que no esperan son los j¨®venes: universitarios o no, el futuro vuelve a ser la emigraci¨®n. Mientras son convocados por una derecha con esp¨ªritu de facci¨®n a una nueva Covadonga para la "reconquista" de Espa?a, a un triste destino de Santa Compa?a integrista del siglo XXI, los gallegos tienen por delante una tarea mucho m¨¢s inmediata y tambi¨¦n m¨¢s heroica: reconquistar para la moral c¨ªvica la propia tierra. Paliar todas las listas de espera y encontrar a una desaparecida llamada Esperanza.
La pol¨¦mica de la edad ya le ha costado la vida a un corzo. Fraga asegura que lo abati¨® a una distancia de 350 metros. Cuando fue nombrado ministro de Informaci¨®n de Franco, lo celebr¨® cazando un urogallo, especie hoy en extinci¨®n en Galicia. En otros momentos de su carrera pol¨ªtica, Fraga Iribarne abati¨® piezas en la Sur¨¢frica del apartheid y en los C¨¢rpatos, no lejos de Transilvania, e incluso cuando se hund¨ªa el Prestige a 600 kil¨®metros. En retorcida iron¨ªa, a la jocosa manera de Federico Trillo, ?qu¨¦ punter¨ªa! Este tipo de ritual, el poder simb¨®lico de la caza, ha sido muy estudiado por los etn¨®logos con la denominaci¨®n de Magia homeop¨¢tica del r¨¦gimen carn¨ªvoro.
Pero la pol¨¦mica, por si el corzo fuera poco, ha tenido el efecto colateral de descartar cualquier tipo de debate televisado. Los opositores, seg¨²n Fraga, carecen de la m¨ªnima urbanidad. ?Qu¨¦ abyecci¨®n han dicho? Fraga es un hombre curtido, y si le molestan las cr¨ªticas es porque siempre se quedan cortas. Pero esta vez han ido demasiado lejos. Alguien ha insinuado que el corzo estaba atado a un ¨¢rbol. ?Debates? ?stos no saben lo que es un pique de cazador. ?Atado el corzo? Otro chiste con el corzo, y no hay elecciones.
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