Desconfianza
Nada ni nadie parecen poder arrebatar la victoria a Blair en las elecciones legislativas brit¨¢nicas el pr¨®ximo jueves. Ni siquiera el ¨²ltimo episodio sobre su turbio manejo de la crisis de Irak, que ha puesto en entredicho la credibilidad del primer ministro tras las revelaciones de que el fiscal general del Estado, Peter Goldsmith, le sugiri¨® en un principio forzar una segunda resoluci¨®n en la ONU antes de ir a la guerra.
De vencer, y muy probablemente con holgura -los sondeos dan a los labours un margen de entre tres y nueve puntos sobre los tories-, Blair habr¨¢ conseguido su tercera reelecci¨®n tras llegar al poder en 1997. Todo un ¨¦xito personal nunca logrado antes por un l¨ªder laborista y s¨®lo alcanzado por la conservadora Margaret Thatcher. Sin embargo, puede ser su triunfo m¨¢s amargo. La opini¨®n p¨²blica lo ve como un pol¨ªtico mentiroso, especialmente por su manejo de la crisis iraqu¨ª, aunque le concede respeto y carisma, sobre todo por la bonanza econ¨®mica ininterrumpida durante estos ocho a?os de gobierno. El que fuera un joven pol¨ªtico, impulsor del Nuevo Laborismo y de la tercera v¨ªa, de una socialdemocracia alejada de la ideolog¨ªa doctrinaria de sus antecesores, comprometido en la defensa de la plena integraci¨®n del Reino Unido en Europa, se ha convertido en un pol¨ªtico cansino y taimado, que casi seguro no agotar¨¢ los cinco a?os en Downing Street y pasar¨¢ el testigo a su colega y rival, el ministro de Finanzas, Gordon Brown, antes incluso de que llegue a la mitad de mandato. Se apunta a que su retirada se puede precipitar a finales de 2006 si los brit¨¢nicos votan no a la Constituci¨®n europea.
Blair no ha conseguido como era su deseo centrar la campa?a en la modernizaci¨®n y reforma de los servicios p¨²blicos. Le ha salpicado al final, y de nuevo, la pesadilla de Irak, que ha arrastrado durante los dos ¨²ltimos a?os pese a haber sobrevivido a varios informes negativos y a una investigaci¨®n parlamentaria. Incluso es muy probable que las ¨²ltimas revelaciones sobre el informe de lord Goldsmith hayan sido filtradas a la prensa por miembros de su propio partido molestos con su pol¨ªtica.
Esta vez, Europa ha estado ausente en la campa?a, salvo la insinuaci¨®n del primer ministro respecto a que el proyecto de convocar un refer¨¦ndum sobre la integraci¨®n en el euro no est¨¢ en sus planes inmediatos. Y ¨¦stos podr¨ªan retrasarse mucho m¨¢s si llega Brown a la jefatura de gobierno. El ministro de Finanzas se ha mostrado siempre muy reacio a la incorporaci¨®n de la libra en la moneda ¨²nica europea. Pero frente a Blair apenas hay solidez en los programas de los otros dos candidatos: el conservador Michael Howard y el liberal-dem¨®crata Charles Kennedy. Adem¨¢s, el l¨ªder laborista ha derechizado tanto algunos aspectos de su pol¨ªtica de derechos civiles e inmigraci¨®n que ha invadido el espacio de los conservadores, lo cual a?ade a ¨¦stos una nueva dificultad para reconquistar el poder.
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