Un mecenas "rencoroso"
Schuster carga contra el due?o del Levante, Pedro Villarroel, tras ser despedido
Al¨¦rgico a la popularidad y al protagonismo, que siempre ha tratado de esquivar mandando en la sombra, a Pedro Villarroel, el m¨¢ximo accionista y actual presidente del Levante, nunca le ha temblado el pulso a la hora de despedir entrenadores. El ¨²ltimo, el alem¨¢n Bernd Schuster, fue destituido el domingo pasado a falta de cuatro jornadas para la conclusi¨®n de la Liga.
La marcada personalidad de Schuster choc¨® desde el principio con Villarroel, introvertido y que siempre ha delegado en hombres de paja el trabajo sucio. El domingo, por ejemplo, fue el secretario del consejo de administraci¨®n, Jorge Lucas, y el abogado del club, Jos¨¦ Benet, quienes comunicaron a Schuster su despido. "Villarroel no es capaz de enfrentarse cara a cara", afirm¨® ayer el t¨¦cnico alem¨¢n en Radio Marca; "ten¨ªa claro que iba a mandarme a cualquier directivo. Es una persona rencorosa".
"Rencorosa" y sin apenas gancho entre la afici¨®n granota. Hay una escena reveladora de la escasa afinidad existente entre el due?o del Levante y la hinchada. Consumado el ascenso a Primera en junio de 2004, Villarroel se dispuso, micr¨®fono en mano, a dirigirse desde el balc¨®n del Ayuntamiento de Valencia a los seguidores que celebraban el momento hist¨®rico. No pudo: el clamor de la gente pidiendo la continuidad del t¨¦cnico Manolo Preciado - "?Manolo, qu¨¦date! ?Manolo, qu¨¦date!"- frustr¨® su discurso.
Villarroel ha mantenido con los entrenadores una relaci¨®n tortuosa. Casi ninguno le convence. No le convenci¨® Preciado, que contaba con el respaldo de los aficionados. Aun as¨ª, le sustituy¨® por Schuster, cuyo trato con ¨¦l era inexistente en las ¨²ltimas semanas. Ambos se enviaban recados a trav¨¦s de la prensa. Pero el episodio que acab¨® por destruir la relaci¨®n se produjo hace dos jornadas en Getafe: Villarroel baj¨® tras el partido al vestuario para abroncar a los jugadores. La respuesta de la plantilla fue contundente: Rivera y Jofre le respondieron de malos modos. "Nunca", dijo ayer Schuster, "he visto un club en el que los futbolistas tengan tan poca importancia como en el Levante. El trato no es como deber¨ªa ser. Nosotros apenas nos salud¨¢bamos ya".
Tendente al victimismo, quiz¨¢ Villarroel fuera uno de los ¨²ltimos mecenas del f¨²tbol espa?ol, un dirigente chapado a la antigua, fiel y generoso en extremo con los colores que ama desde ni?o. Ya en los a?os ochenta, cuando entr¨® en la directiva del club azulgrana, busc¨® f¨®rmulas para frenar los embargos de Hacienda y la Seguridad Social. Casi siempre tuvo que rascarse el bolsillo. No par¨® hasta que profesionaliz¨® la entidad y liquid¨® sus deudas. "A la tumba me llevar¨¦ el dinero que me ha costado el Levante", suele decir quien controla el 70% del capital social, seis millones de euros, de un club saneado.
Sin embargo, nunca ha conectado con la hinchada. De ah¨ª, su empe?o en recurrir a testaferros. Primero, en los a?os noventa, fue Ram¨®n Victoria. Luego, asumi¨® la presidencia Abel Guill¨¦n, cuyo mandato fue ef¨ªmero. Y el ¨²ltimo, Antonio Blasco, pasar¨¢ a los anales como el presidente que ascendi¨® al Levante a Primera tras 41 a?os de espera. Ahora es el director general del Elche.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.