El Betis ya sabe ganar el 'derby'
La clase de Oliveira y la estrategia de Serra Ferrer se imponen en un partido m¨¢s vivido que jugado
El Betis ha aprendido a ganar al Sevilla. Esta vez, fue Lloren? Serra Ferrer el que supo llevar el partido a su ascua. F¨²tbol no hubo demasiado. Pero casi nadie lo espera o, incluso, deseaba. Hab¨ªa que ganar y eso lo hizo el Betis.
El esp¨ªritu de la pelea entre hermanos, la m¨¢s feroz, marc¨® la primera parte del encuentro entre los dos equipos de la capital andaluza. El Betis sali¨® a ganarse el aprecio, la admiraci¨®n y el orgullo. El Sevilla pec¨® de tierno, de equipo formado en su mayor¨ªa por j¨®venes de mucho talento pero nunca zurridos en la bronca en la que irremediablemente se convierte este tipo de partidos. Precisamente el Sevilla, el conjunto que desde que lo dibuja Joaqu¨ªn Caparr¨®s ha hecho de la competitividad, del colmillo retorcido una manera de vivir y de sobrevivir. Ayer sali¨® a jugar al f¨²tbol, pero a un f¨²tbol como s¨®lo se juega en las categor¨ªas en las que a¨²n no ha llegado la exigencia resultadista de lo profesional, de los millones que rodean a lo profesional.
BETIS 1 - SEVILLA 0
Betis: Doblas; Melli, Juanito, Rivas, Luis Fern¨¢ndez; Assun??o, Arzu; Joaqu¨ªn, Fernando (Benjam¨ªn, m. 81), Denilson (Varela, m. 63); y Oliveira (Dani, m. 87).
Sevilla: Notario; Daniel Alves, Prieto, Sergio Ramos, David Castedo; Navas, Mart¨ª, Jordi (Renato, m. 33), Adriano (Anto?ito, m. 60); Baptista y Dar¨ªo Silva (Makukula, m. 81).
Goles: 1-0. M. 6. Oliveira, de tiro cruzado desde fuera del ¨¢rea.?rbitro: P¨¦rez Lasa. Amonest¨® a Luis Fern¨¢ndez, Arzu, Adriano, Mart¨ª, Baptista, Melli, Anto?ito y Lembo -ambos por discutir mientras calentaban- y Makukula.
Unos 40.000 espectadores en el Ruiz de Lopera.
El primer cuarto de hora fue puro sudor. El f¨²tbol apareci¨® poco y el ardor guerrero en exceso: Arzu pate¨® a Navas, Alves empuj¨® a Denilson, Assun??o coce¨® a Baptista, Baptista a Denilson, Jordi a Joaqu¨ªn, Adriano a Melli... En la primera media hora, hubo muy poco f¨²tbol. Muy poco. Algo que demuestra el da?o que le hacen al juego las declaraciones altisonantes de los directivos en busca de protagonismo, que convierten los encuentros de f¨²tbol en combates, en batallas, en vez de un disfrutable contraste de estilos, de formas de hacer una misma actividad.
Entre el poco f¨²tbol que se vio en la primera mitad del encuentro, destaca el gol de Oliveira. El fant¨¢stico gol de Oliveira, que se hizo con el bal¨®n cerca del pico izquierdo del ¨¢rea de Notario, se cruz¨® con un amago tras otro. Elegante, r¨¢pido y efectivo. Chut¨® duro y el portero sevillista no supo medir el bote antes de poner in¨²tilmente sus manos en el camino del bal¨®n hacia lo m¨¢s grande.
El Betis padeci¨® el tembleque de su defensa durante todo el encuentro, pero el trabajo a destajo de su l¨ªnea media -Assun??o y Denilson corrieron y presionaron como no se les recuerda; de hecho, el extremo recuper¨® bastantes balones y ayud¨® a secar a Navas- y mordi¨® y mordi¨® a los sevillistas hasta que a Caparr¨®s no le qued¨® m¨¢s remedio que sacar a Renato para intentar as¨ª que los suyos hicieran algo de f¨²tbol. Jordi y Mart¨ª -que son pr¨¢cticamente el mismo jugador- colaboraron mucho en las recientes victorias del equipo de Nervi¨®n en sus victorias ante Athletic y Deportivo, pero ayer no supieron ni pudieron combatir las ganas verdiblancas. No buscaron ni las bandas ni la espalda de la insegura defensa. La entrada de Renato escalon¨® el centro del campo sevillista, pero no lo suficiente como para imponerse.
Tras el descanso, el partido sigui¨® siendo el mismo: no demasiado f¨²tbol, muchas imprecisiones, hijas naturales de mucha precipitaci¨®n. El f¨²tbol cuando deja de ser inteligente y se vive al ritmo acelerado del latido del coraz¨®n suele preferir vivir por el centro. Ser¨¢ la inseguridad que da el borde de la cama, pero lo que sucede con m¨¢s frecuencia es el foll¨®n. Ninguno de los dos conjuntos supieron llevar el bal¨®n a la banda. Sorprendente, si se tiene en cuenta que lo mejor que tienen, lo tienen precisamente ah¨ª.
El sevillista Jes¨²s Navas comenz¨® bien. Le pegaron patadas Arzu, Oliveira y Denilson, pero sigui¨® como s¨®lo saben seguir los convencidos de su calidad. Pero no todo el tiempo. Se apag¨®, de manera paulatina, se invent¨® un par de jugadas, pero nada del otro mundo. Tampoco Baptista ni Dar¨ªo Silva aprovecharon lo que les sali¨®, un par de centros a la olla en el primer tiempo y otro en el segundo.
El b¨¦tico Joaqu¨ªn era m¨¢s dif¨ªcil a¨²n de encontrar alrededor de las jugadas de peligro. Jordi volc¨® la rabia por su sustituci¨®n temprana en el peron¨¦ del extremo. A la media hora le puso un bal¨®n fant¨¢stico a Denilson que tir¨® al cuerpo de Notario y cerca del minuto 80, cansad¨ªsimo, no supo aprovechar la ventaja clara.
Serra Ferrer hizo cambios para defender, mientras que Caparr¨®s los efectu¨® para atacar. Unos y otros tuvieron poco que ver con la calidad del juego. Pero el Betis iba por delante y lo que hizo fue intentar consolidarlo. Caparr¨®s acert¨® menos, la acumulaci¨®n de delanteros suele ser un brindis al sol, una apuesta hasta demag¨®gica.
El Betis ha aprendido del Sevilla y, en un partido sin casi f¨²tbol, supo manejar a su favor la mucha competencia. Supo jugar el derby y, por lo tanto, se lo llev¨®.
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