La pasi¨®n de 'Pol¨®n'
Aficionados llegados desde todas las partes del mundo conviven felizmente con los 12.000 asturianos vibrantes en Montmel¨®
La f¨®rmula 1 es glamour; sofisticaci¨®n. Basta con darse un paseo por el paddock de Montmel¨® para darse cuenta. Los equipos exhiben, a modo de pavo real, todos sus lujos. Los hospitalities -las zonas habilitadas para los invitados vip-, est¨¢n repletos de personajes de la jet-set. Lejos de la zona glamourosamente acicalada para las modelos como Naomi Campbell, las estrellas del f¨²tbol, las del pop y las de Hollywood, vibra la gente como Pantale¨®n.
Pol¨®n, como se hace llamar por sus amigos, camina por la pelouse, la zona del circuito que alberga a los aficionados sin localidad fija, detr¨¢s de la curva New Holland, una hora antes de que se apaguen los sem¨¢foros rojos. Al igual que muchos de los reunidos, es un fan¨¢tico de Ferrari. Su pasi¨®n por la marca del cavallino le ha llevado a protagonizar m¨¢s de una historia. La ¨²ltima le ha tra¨ªdo a Barcelona desde su lugar de residencia, la Rep¨²blica Dominicana, acompa?ado por un grupo de cuatro amigos engalanados con camisetas y gorras rojas, como ¨¦l, y con el objetivo de animar a Michael Schumacher. "Llegamos el viernes y nos vamos ma?ana", apostilla Pol¨®n; "tambi¨¦n me encanta Alonso, pero cuando acaba por detr¨¢s del kaiser".
A su lado est¨¢ Carlos, el m¨¢s veterano de los integrantes del tour, como lo definen ellos mismos. "Tengo 54 a?os y siempre he seguido a Ferrari. Desde antes de Schumacher. Desde la ¨¦poca de Gerhard Berger. Mi pasi¨®n va m¨¢s all¨¢ de la f¨®rmula 1. Me gusta todo lo relacionado con el motor y me siento ferrarista, entre otras razones, porque soy hijo de italianos", explica. "?l tambi¨¦n es hincha de Ferrari", dice de un joven que permanece de pie y con la oreja puesta en la conversaci¨®n de su padre. "?l es uno de los tres hijos que me han viajado desde la Rep¨²blica Dominicana para ver a Schumacher. Se llama Orestes", lo presenta Carlos. "Alonso puede ser el futuro Senna", apunta el primog¨¦nito de Carlos; "tiene mucho potencial, aunque, por lo que dice, parece tener m¨¢s experiencia. Es muy bueno, pero a veces habla demasiado".
En la misma l¨ªnea, ya en la Tribuna G, Agurtzane tambi¨¦n opina que el espa?ol es el referente del automovilismo mundial, aunque ella tiene otro favorito. "Barrichello. Me encanta Rubinho", declara. "Hemos venido desde Elorrio, en Vizcaya, porque hace unos a?os nos hicimos socios del circuito. Siempre acudimos a ver la f¨®rmula 1, el MotoGP e incluso los camiones. Y venimos en autocaravana. Cuando se acaba la temporada, nos da un baj¨®n", se lamenta.
En la Tribuna B discuten Germ¨¢n y Patricia, dos de los 12.000 asturianos desplazados hasta Montmel¨® para alentar a su paisano mientras otros 3.000 se citan en el Auditorio de Oviedo. Forman parte de la gran marea azul que cobra vida cada vez que el R25 asoma el morro por la curva de La Caixa. "Soy aficionado a la f¨®rmula 1 desde antes de la era Alonso", anuncia este aficionado, llegado desde Gij¨®n; "ella, no. Es mi compa?era, Patricia, y para ella Fernando est¨¢ por encima del bien y del mal. S¨®lo viene a verle". "Sigue las carreras desde que Fernando sali¨® a la palestra. Antes, ni caso", remarca.
Los asturianos se hacen notar desde el principio hasta el final.El duelo entre los seguidores de Alonso y los fan¨¢ticos de Ferrari es visible en todas las zonas. esta vez no ha ganado ni uno ni otro, pero aqu¨¦llos celebran el segundo puesto como si su piloto hubiera vencido. Eran mayor¨ªa y se sienten los amos del circo porque Alonso es el l¨ªder indiscutible.
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