Estupidez televisiva
Darle un varapalo a RTVV es uno de los recursos period¨ªsticos m¨¢s gratificantes. A poco o a mucho que se la critique se puede dar por sentado que el tantarant¨¢n es merecido. Tanto es as¨ª que resulta hasta banal y aburrido comentar sus deslices, omisiones y manipulaciones, pues se entiende, adem¨¢s, que es una batalla perdida. Su programaci¨®n, gesti¨®n y control est¨¢n dise?ados desde su origen para soportar toda suerte de andanadas. Incluso sus responsables parecen manufacturados para practicar el masoquismo y la obsecuencia perruna, sabedores de que tal perversi¨®n de la lealtad ser¨¢ recompensada con m¨¢s cargos y m¨¢s altos sueldos.
Pero en ocasiones no es justo que los aludidos se salgan de rositas cuando cometen una fechor¨ªa informativa, lo que no ha de interpretarse exclusivamente como el ocultamiento o tergiversaci¨®n de un hecho noticioso singular. Con los episodios relevantes no se atreven a practicar sus artes cisorias o censoras. Adem¨¢s de in¨²til -dado que son cubiertos por otras cadenas- ser¨ªa profesionalmente escandaloso. No es ah¨ª donde los dirigentes de RTVV se ceban, sino en aquellos acontecimientos locales que, aunque trasciendan el marco regional y sean objetivamente noticiables, se desde?an o reputan como invenci¨®n del enemigo.
Una estupidez, ¨¦sta, que acaba de cometerse con los Premis Llibertat d'Expressi¨® que otorga la Uni¨® de Periodistes Valencians y que este a?o han correspondido a Pilar Manj¨®n, por la asociaci¨®n de v¨ªctimas del 11-M, la periodista italiana Giuliana Sgrena y el escritor cubano Ra¨²l Rivero. RTVV no ha dicho una sola palabra ni emitido una imagen. ?Por qu¨¦? ?Acaso se ha producido simult¨¢neamente un aluvi¨®n de sucesos preferentes e incompatibles con estos galardones? ?Ser¨¢ que alguno de los mencionados personajes est¨¢ vetado por sus ignorados delitos? ?O el veto concierne solo a la mentada Uni¨®?
Una estupidez, decimos, sobre todo porque es un episodio gratuito que ¨²nicamente delata el magro cacumen de quien as¨ª lo ha decidido, ya sea el consejero sin cartera y manifasser de la comunicaci¨®n oficial, Esteban Gonz¨¢lez Pons, ya el director general del medio, el amable y disponible Pedro Garc¨ªa. Uno de ellos ha de ser, pues en caso contrario ya habr¨ªa de haber rodado alguna cabeza subalterna, por necia u obsequiosa. Aviado va el presidente Francisco Camps con esta patulea de colaboradores prestos a sumar victorias p¨ªrricas, como ¨¦sta.
Una estupidez, a?adimos, que es todo un pron¨®stico de la TVV que se nos va a administrar a medida que nos aproximemos a los comicios auton¨®micos y afloren las dudas sobre el desenlace de los mismos. No solo es que no se le dar¨¢ el m¨ªnimo cuartel a la oposici¨®n -que nunca se le ha dado-, es que el tinglado de Burjassot y sus delegaciones se convertir¨¢n en un botafumeiro, tal como ha sido desde que el PP se ense?ore¨® del medio. Y la desdicha es que el partido no necesitaba abundar en esta pr¨¢ctica antidemocr¨¢tica, pues andaba sobrado de votos y pod¨ªa permitirse el lujo de proceder con liberalidad, o dar el pego de hacerlo. Sin embargo, ya se ve, la cabra tira al monte y tanto antes como ahora RTVV es para quien la tiene por el mango. Una fatalidad que, no obstante y mientras no cambien las reglas del juego, podr¨ªa modularse con m¨¢s inteligencia o tacto. Pero eso, como el gusto por la democracia, no abunda en esta derecha.
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