Torturas generalizadas
Islam Kar¨ªmov, que gobierna Uzbekist¨¢n desde fines de la ¨¦poca sovi¨¦tica, ha impuesto en ese estrat¨¦gico pa¨ªs centroasi¨¢tico, una brutal dictadura despu¨¦s de la desintegraci¨®n de la URSS. Una vez que acab¨® con la oposici¨®n laica, Kar¨ªmov ha perseguido en¨¦rgicamente a los islamistas. Organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado la pr¨¢ctica de encarcelamientos sin juicio y torturas a los presos.
Los presos pol¨ªticos se cuentan por miles y la prensa est¨¢ controlada por el Gobierno, que se niega a registrar a organizaciones de defensa de derechos humanos y a partidos opositores. Gracias a comicios y plebiscitos apa?ados, Kar¨ªmov se ha perpetuado en el poder. Pero a pesar de las escandalosas violaciones de las libertades c¨ªvicas y las normas democr¨¢ticas, Uzbekist¨¢n es apoyado no s¨®lo por Rusia, sino tambi¨¦n por los pa¨ªses occidentales, especialmente por EE UU como aliado en la lucha contra el "terrorismo internacional".
Kar¨ªmov, que cumpli¨® 67 a?os en enero, fue presidente del Comit¨¦ de Planificaci¨®n de Uzbekist¨¢n antes de pasar a encabezar la rep¨²blica en 1989 como primer secretario del partido comunista. Al a?o siguiente fue elegido presidente del Uzbekist¨¢n sovi¨¦tico por el Parlamento y en diciembre de 1991, ya independiente, fue confirmado en su cargo en unas elecciones.
Sus enemigos lo pintan como un d¨¦spota que suele dar palizas a sus subordinados y que es capaz de ordenar asesinar a sus enemigos; tambi¨¦n lo acusan de haber robado cuantiosas sumas. As¨ª, el polit¨®logo Usm¨¢n Jaknaz¨¢rov cuenta que en oto?o de 1993 le dio una paliza al presidente del Parlamento, Shavkat Yuld¨¢shev, despu¨¦s de que EE UU -en protesta por la paliza que unos agentes de la Seguridad propinaron a un norteamericano-, no hubieran dejado entrar a la delegaci¨®n que ¨¦ste encabezaba. Kar¨ªmov se habr¨ªa jactado ante el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko del asesinato de Sergu¨¦i Grebeniuk. "Un periodista molestaba y molestaba hasta que un buen d¨ªa encontraron parte de su cuerpo en una orilla de un r¨ªo y otra, en la ribera opuesta. ?Tienes que aprender para gozar de tranquilidad!", habr¨ªa dicho Kar¨ªmov. Babur M¨¢likov, ex embajador de Uzbekist¨¢n en Washington, tuvo que pedir asilo en EE UU despu¨¦s de que un agente de la seguridad uzbeka llevara a ese pa¨ªs 90 toneladas de oro y le pidiera ingresarlas en la cuenta de Kar¨ªmov. Sus partidarios dicen que gracias a ¨¦l ha sido la rep¨²blica m¨¢s estable de Asia Central.
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