Alicante en manos de la especulaci¨®n
Manuel Alcaraz presenta hoy un ensayo creativo sobre sociedad, pol¨ªtica y econom¨ªa
En Alicante el que no especula no es nadie, quiz¨¢ por eso el profesor y director de la Sede de la Universidad, Manuel Alcaraz, presenta hoy su ¨²ltimo libro Alicante especulaci¨®n, un ensayo "esc¨¦ptico creativo", ir¨®nico y mordaz. "C¨®mo no estoy dotado para las finanzas y no tengo suelo, prefiero especular con las palabras", ironiza este profesor de Derecho para quien la especulaci¨®n est¨¢ "matando" a la ciudad. "Hay una fractura y una desmoralizaci¨®n, la entrega de la ciudad al mercado la ha dejado sin pol¨ªtica", y pone como ejemplo los recientes acontecimientos sobre el urbanismo en Rabassa que evidencian que "ni hay gobierno, ni hay oposici¨®n". Alcaraz lamenta que "la l¨®gica del mercado es la que se impone para decidir el modelo de ciudad".
El autor de este libro, que se presenta hoy a las 20.30 en el Club Informaci¨®n, apunta algunos de los elementos que contribuyen, a su juicio, a la desestructuraci¨®n de la ciudad: la falta de identidad, la necesidad de un modelo econ¨®mico, la funci¨®n cuasi religiosa del turismo o la p¨¦rdida de patrimonio. "Son elementos que justifican la derrota de la ciudad, c¨®mo en Alicante se admiten cosas que en otros lugares ser¨ªan indignas, como por ejemplo la cierta inutilidad de algunos pol¨ªticos locales". Alcaraz advierte en su libro de que en Alicante no hay redes sociales, ni lugares de encuentro, tampoco se recurre a la historia para buscar nuevos alicientes. Un ejemplo ilustrativo es que las manifestaciones vecinales ya no concluyen en el centro, frente al Ayuntamiento, se quedan en la periferia: en la Zona Norte por la inseguridad, en Babel contra los tanatorios o por la playa en San Gabriel, "eso demuestra que hay desmotivaci¨®n y desmoralizaci¨®n ciudadana". Manuel Alcaraz desemboca en dos ideas: la dualidad urbana entre una ciudad opulenta y otra desgraciada, una ciudad que no mantiene su historia y no plantea retos, y otra ciudad sin pol¨ªtica. A su juicio, hay "una mano invisible" que estrangula Alicante, y que hace que la ciudad se entregue al mercado, sobretodo inmobiliario, y eso acaba por secuestrar la voluntad ciudadana.
El libro finaliza con unas propuestas de actuaci¨®n "que no son un programa electoral, pero son apuestas de futuro para reconvertir la ciudad". Alicante vive en una paradoja permanente: su econom¨ªa y sus empresarios temen cambiar el modelo, no apuestan, y hay un inter¨¦s por prolongar los negocios que se traduce en nuevos macrocentros y m¨¢s especulaci¨®n.
Alicante, seg¨²n Manuel Alcaraz, desprende un estado de ¨¢nimo relacionado con la idea de la millor terreta del m¨®n que es "contagioso", y eso ha sido "un potente justificador de ineficacias", por eso Alicante se sumerge en una fiesta permanente, ignora y desprecia la historia, donde no hay nada antiguo, y todo es viejo por eso no vale la pena conservarlo. Tambi¨¦n detecta cierta desconfianza hacia los nuevos fen¨®menos, y como ejemplo recuerda los recelos que despert¨® la creaci¨®n de la Universidad. "La a?oranza del Alicante triunfal coincide con determinadas personas algo impresentables del PP que se sienten a gusto en una ciudad de negocio r¨¢pido".
Alcaraz cree que la sociedad est¨¢ polarizada entre "los ingenuos, que creen que todo va estupendamente, y los c¨ªnicos que se aprovechan de esta situaci¨®n", por eso prefiere definirse como un esc¨¦ptico descre¨ªdo.
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