Una manifestaci¨®n en La Paz exige la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos
Al menos 2.000 manifestantes ocuparon ayer el centro de La Paz e intentaron acceder a la plaza Murillo, donde se encuentran los edificios del Congreso y del Gobierno, protegidos por un millar de polic¨ªas. Los manifestantes llegaron en una marcha desde la ciudad de El Alto, aleda?a a La Paz, convocada por la Federaci¨®n de Juntas Vecinales (Fejuve), que demanda el cierre del Congreso y la renuncia del presidente de Bolivia, Carlos Mesa. La Fejuve alte?a, adem¨¢s, reclama la nacionalizaci¨®n de los yacimientos de petr¨®leo y gas natural del pa¨ªs.
La ley de Hidrocarburos, la madre de todo el conflicto, deber¨ªa ser aceptada o vetada hoy por Mesa. El texto, ya aprobado por las C¨¢maras, prev¨¦ un impuesto especial del 36% sobre la producci¨®n de hidrocarburos, m¨¢s un 18% sobre las regal¨ªas. Mesa considera que la normativa es abusiva con las compa?¨ªas petroleras extranjeras y que pone en jaque el futuro econ¨®mico del pa¨ªs.
La multitud que colaps¨® el centro de la capital andina se dividi¨® en varias columnas, que acosaron a los polic¨ªas que imped¨ªan el paso a la plaza Murillo o plaza de Armas. Los agentes lanzaron gases lacrim¨®genos y agua contra los manifestantes, que chocaron contra los grupos de polic¨ªas parapetados en todas las bocacalles que dan acceso a la plaza. Tras casi una hora de asedio, los alte?os se retiraron y se diseminaron por las calles del centro pace?o.
El segundo jefe de la Polic¨ªa boliviana, H¨¦ctor Fr¨ªas, dijo que un guardia result¨® herido en la cabeza por una pedrada lanzada por los manifestantes. Las autoridades informaron tambi¨¦n de que una persona fue detenida, acusada de manipular explosivos, y aseguraron que no se han registrado da?os personales entre los manifestantes, salvo los efectos causados por las bombas de gas lacrim¨®geno. Adem¨¢s de las protestas en La Paz, medio millar de campesinos iniciaron ayer una marcha desde la poblaci¨®n de Caracollo, a 200 kil¨®metros al sur, y los cooperativistas mineros bloquearon las carreteras de la zona occidental de Bolivia, en ambos casos para exigir la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos.
El presidente Mesa ha decidido, aparentemente, mantener el suspenso sobre el futuro de la ley de Hidrocarburos hasta el medio d¨ªa de hoy, cuando expira el plazo que la Constituci¨®n otorga para que el Ejecutivo sancione una ley. Mesa y sus m¨¢s estrechos colaboradores se reunieron el s¨¢bado y el domingo a puerta cerrada, sin que haya trascendido decisi¨®n alguna respecto a una ley que no convence a ninguno de los sectores involucrados. La principal cr¨ªtica es que la normativa adolece de una estrategia para hacer posible que el negocio del gas natural -del que Bolivia posee importantes reservas- beneficie a todos, y se centra m¨¢s bien en la distribuci¨®n de las utilidades de una explotaci¨®n que, cada vez, parece m¨¢s dudosa para los inversores.
El presidente Mesa puede hoy aprobar, vetar o hacer modificaciones concretas al texto legal. El presidente del Congreso, Hormando Vaca Diez, anunci¨® que las posibles modificaciones del presidente se estudiar¨¢n en la sesi¨®n de hoy. De acuerdo con la Constituci¨®n, las C¨¢maras podr¨¢n aceptar las modificaciones por simple mayor¨ªa y devolver al Ejecutivo la ley para que la sancione en 10 d¨ªas. Si el Congreso declarara infundadas las observaciones del Ejecutivo por dos tercios de los votos (104 de los 157 esca?os), la ley ser¨¢ devuelta sin modificaciones al Ejecutivo. Si ¨¦ste no la sancionara en los 10 d¨ªas siguientes, el Congreso tiene atribuciones para promulgarla.
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