Miles de campesinos sin tierra toman Brasilia para recordar a Lula sus promesas

Unos 15.000 campesinos del Movimiento de los Sin Tierra (MST) llegaron ayer a Brasilia para exigir al Gobierno de Lula da Silva el cumplimiento de su promesa electoral de conceder t¨ªtulos de propiedad sobre la tierra a 400.000 familias durante su mandato. Los campesinos marcharon durante 17 d¨ªas desde Goiana, capital del Estado de Goi¨¢s, m¨¢s de 200 kil¨®metros al sur de la capital. Aunque el grueso de la manifestaci¨®n se encuentra acampado a las afueras de Brasilia, la marcha hizo ayer sentir su presencia con su desfile hacia las sedes pol¨ªticas del Gobierno.

Como en los tiempos de las antiguas manifestaciones de izquierda, impresion¨® ayer la columna de cinco kil¨®metros de campesinos que marchaban por la ciudad formando con los colores chillones de sus banderas y sus pa?uelos un r¨ªo rojo y p¨²rpura.

La gran manifestaci¨®n ante el palacio presidencial del Planalto est¨¢ prevista para hoy, cuando el presidente Lula reciba a una representaci¨®n de los participantes en la marcha, a la que tambi¨¦n se sumaron personajes como el te¨®logo de la liberaci¨®n Leonardo Boff, el senador del Partido de los Trabajadores (PT), Eduardo Suplicy, y decenas de universitarios brasile?os y extranjeros.

El MST pretende recordar a Lula que cuando lleg¨® al poder hab¨ªa afirmado que a partir de entonces los Sin Tierra no tendr¨ªan necesidad de ocupar las tierras por la fuerza ya que ¨¦l se las iba a conceder pac¨ªficamente. Lula prometi¨® a las 400.000 familias que aglutina el movimiento mejor organizado de Brasil que los colocar¨ªa en tierras improductivas. Lula no consigui¨® cumplir su promesa y hoy el MST, aliado hist¨®rico del PT de Lula, le presenta la cuenta: en 2003 iba a dar tierras a 60.000 familias pero s¨®lo 36.800 las tienen. En 2004 iban a ser colocadas otras 115.000 familias y la cifra real rond¨® las 81.000.

Los Sin Tierra piden mucho m¨¢s. Han prometido que presentar¨¢n un estudio de 30 economistas reivindicando un cambio en la actual pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno de Lula, a la que ellos califican como neoliberal. No obstante, si para Lula ya va ser dif¨ªcil cumplir su promesa de dar la tierra a 400.000 familias para antes de noviembre de 2006, cuando termina su mandato, m¨¢s complicado ser¨¢ un posible cambio de pol¨ªtica econ¨®mica, justo lo que el Gobierno considera como su mayor ¨¦xito.

A pesar de ello, el MST no quiere cejar en sus reivindicaciones y en sus manifestaciones p¨²blicas. Pedro St¨¦dile, l¨ªder de los Sin Tierra, anunci¨® ayer que si el encuentro con el presidente resulta insatisfactorio para el movimiento, los 15.000 campesinos de la marcha est¨¢n preparados log¨ªsticamente para permanecer una semana acampados frente al Planalto. Aunque St¨¦dile ha querido quitar hierro a esta declaraci¨®n se?alando que, pase lo que pase, el MST "no va a romper con el Gobierno", ya que, en fin de cuentas, Lula es un "aliado hist¨®rico". St¨¦dile confi¨® a los periodistas: "Ser¨ªa un loco si lo hiciera". Boff, a pesar de que consider¨® la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno como "un Titanic que se est¨¢ hundiendo", quiso puntualizar que "Lula tiene el m¨¦rito personal de no criminalizar a los movimientos sociales".

La prensa destac¨® ayer la actitud pac¨ªfica y ordenada de la marcha del MST, que no contabiliz¨® ni un incidente y cuya organizaci¨®n fue alabada.