'La gata sobre el tejado de zinc'

Probablemente sea Tennessee Williams el autor teatral contempor¨¢neo m¨¢s veces adaptado al cine. La intensidad dram¨¢tica de sus textos, la calidad de los di¨¢logos, el arrojo en plantear situaciones que en ocasiones rozaron el esc¨¢ndalo, y particularmente el vigor de sus personajes, especialmente los femeninos, han hecho que numerosos cineastas de talento se hayan interesado por su obra, Elia Kazan, Peter Glenville, Joseph L. Mankiewicz, Paul Newman, Joseph Losey, John Huston o Richard Brooks, entre otros. Repetidas veces se han adaptado al cine o la televisi¨®n t¨ªtulos como El zoo de cristal, Un tranv¨ªa llamado deseo, Verano y humo, La primavera romana de la se?ora Stone, Dulce p¨¢jaro de juventud, S¨²bitamente el ¨²ltimo verano, La gata sobre el tejado de zinc..., con el atractivo a?adido de comparar las interpretaciones de sus protagonistas respectivas (Vivien Leigh, Joanne Woodward, Jessica Lange, Katharine Hepburn, Elizabeth Taylor, Lee Remick, Geraldine Page, Natalie Wood, Jane Wyman...).

Tennessee Williams fue premiado por La gata sobre el tejado de zinc caliente (Cat on a hot tin roof) con el Pulitzer de 1955, tras haberlo obtenido previamente en 1948 por Un tranv¨ªa llamado deseo. La gata... se estren¨® en Broadway bajo la direcci¨®n de Elia Kazan, con Barbara Bel Geddes y Ben Gazzara en los principales personajes (a se?alar que Burl Ives interpret¨® el personaje del padre, que luego repetir¨ªa en la versi¨®n cinematogr¨¢fica). La obra obtuvo los m¨¢s importantes premios Tony del a?o y alcanz¨® las 700 representaciones. Sin embargo, Williams no qued¨® satisfecho del resultado ya que la censura le hab¨ªa obligado a suavizar algunos aspectos de la obra, especialmente los relacionados con la impl¨ªcita homosexualidad del marido, culpabilizado por el suicidio de su compa?ero de deportes.

Veinte a?os m¨¢s tarde se repuso en Broadway (con Elizabeth Ashley y Keir Dullea en los personajes protagonistas), y Tennessee Williams tuvo la ocasi¨®n de reformar el tercer acto para hacer m¨¢s expl¨ªcita la relaci¨®n homosexual del protagonista con su amigo suicida, versi¨®n ya definitiva, reestrenada posteriormente en 1990 con Kathleen Turner y Daniel Hugh Kelly, y en 2003 con Ashley Judd y Jason Patric.

En Espa?a ha sido representada igualmente en diversas ocasiones (Aurora Bautista, Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes, Carme El¨ªas, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n...), manteniendo el t¨ªtulo que en su d¨ªa autoriz¨® la censura, es decir, suprimiendo el t¨¦rmino "caliente", lo que le hace perder sentido. Maggie, "la gata", salta, se rebela, lucha, como consecuencia del calor que siente dentro y fuera de s¨ª, calor sensual y calor de combate por defender sus derechos.

La acci¨®n se desarrolla a lo largo de una t¨®rrida noche de verano en la que los miembros de una adinerada familia sure?a se han reunido con motivo del cumplea?os del patriarca (Burl Yves), que sufre sin saberlo un c¨¢ncer terminal. El hijo predilecto (Paul Newman), temporalmente accidentado, trata de ahogar en alcohol sus frustraciones secretas, ante la desesperaci¨®n de su esposa (Elizabeth Taylor), que no logra interesarle en la disputa por la herencia que al olor de la posible muerte del padre mantienen su esposa, el hijo primog¨¦nito y su ambiciosa mujer (Judith Anderson, Jack Carson y Madeleine Sherwood). La descomposici¨®n de esta familia, esclava de su avidez por el dinero y reprimida por moralismos obsoletos, supone un cierto espejo de la Am¨¦rica profunda, tal como lo entendi¨® Mario Vargas Llosa: "Pocos dramaturgos modernos han sido capaces de proyectar en un escenario, con tanta eficacia, la violencia de la vida moderna y las tremendas fracturas de la sociedad norteamericana encarnadas en historias y personajes de absorbente consistencia (...). Tragedias como las que deshacen las vidas de Margaret, Brick, Skipper y Big Daddy seguir¨¢n siendo la historia secreta de este pa¨ªs, el tal¨®n de Aquiles de su prosperidad y de su fuerza".

La primera versi¨®n cinematogr¨¢fica de La gata sobre el tejado de zinc caliente corri¨® a cargo del director Richard Brooks (1912-1992), que reemplaz¨® a George Cukor, al no haberse atrevido ¨¦ste a trabajar en una historia que obligatoriamente iba a ser amputada por la censura. A Richard Brooks se le deben notables adaptaciones literarias al cine: Dulce p¨¢jaro de juventud, de nuevo sobre una obra de Williams; Los hermanos Karamazov, A sangre fr¨ªa, El fuego y la palabra, Lord Jim..., a trav¨¦s de las que expres¨® su cr¨ªtica a una sociedad marcada por la violencia. Se cuenta de Brooks, como se?al de su talante pac¨ªfico, que al acabar de rodar una toma no dec¨ªa "corten", sino "gracias".

Su trabajo en La gata... no fue del gusto del autor de la obra, que denunci¨® incansablemente los recortes de la censura hasta el punto de dirigirse a los espectadores en las colas del cine anim¨¢ndoles a irse a casa: "Esta pel¨ªcula va a hacer retroceder 50 a?os a la industria del cine". El p¨²blico no le hizo caso y convirti¨® la pel¨ªcula en una de las 10 m¨¢s taquilleras de aquel a?o, siendo nominada a seis oscars importantes: mejor pel¨ªcula, mejor actor (Paul Newman), mejor actriz (Elizabeth Taylor; se hab¨ªa pensado previamente en Vivien Leigh, Lana Turner y Grace Kelly), mejor director (Richard Brooks), mejor gui¨®n adaptado (Richard Brooks y James Poe) y mejor fotograf¨ªa (William H. Daniels). No obtuvo ninguno de ellos, aunque s¨ª otras nominaciones para los Globos de Oro o los premios Bafta.

Pel¨ªcula de di¨¢logos tensos y brillantes, de s¨®lidas interpretaciones, y de un lenguaje cinematogr¨¢fico que no camufla su origen teatral, ni lo que, en opini¨®n de Haro Tecglen, "parece ser la grandeza de esta obra: una reminiscencia de la grandeza de la tragedia griega en el sur de Estados Unidos, un cruce de pasiones y emociones, de odios, asco, ambici¨®n, dominio y posesi¨®n...".

Este texto se incluye en el libro-DVD de La gata sobre el tejado de zinc, que presenta EL PA?S por 8,95 euros.